Facebook y los excesos de la talla 54
?Acierta la red social cuando proh¨ªbe la campa?a publicitaria de modelo obesa o cuando se retracta?
En la sociedad conectada, el poder de las redes sociales parece no tener l¨ªmites. Para muchos te¨®ricos de la comunicaci¨®n son el quinto poder (suponiendo que la prensa sea el cuarto). Act¨²an a gran escala para oponerse a los dictados de Putin o encender la mecha de la primavera ¨¢rabe y al mismo tiempo tienen una dimensi¨®n dom¨¦stica. En cualquiera de los dos ¨¢mbitos (el macro y el micro), estas herramientas de comunicaci¨®n parecen haberse convertido en los ¨¢rbitros que deciden lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal.
Facebook, con sus cerca de 1.500 millones de usuarios, dictamina en asuntos tan resbaladizos como la est¨¦tica. La empresa de Mark Zuckerberg elimin¨® las im¨¢genes de la famosa modelo de prendas XXL Tess Holliday (talla 54) con el argumento de que las fotograf¨ªas ¡°mostraban partes del cuerpo de una manera no deseable¡±. Su figura ilustraba la campa?a lanzada por la organizaci¨®n australiana Cherchez La Femme bajo el t¨ªtulo Feminism and fat (feminismo y gordura). Facebook explic¨® que censuraba esas instant¨¢neas porque ¡°violaban su pol¨ªtica sobre salud y estado f¨ªsico¡± y recomendaba que en lugar de las fotos de Holliday posando con poca ropa usaran la imagen de alguien realizando una actividad saludable, como corriendo o montando en bicicleta.
Esta pol¨¦mica ha llevado a Facebook a probar su propia medicina. La influyente red social se vio desbordada de quejas de usuarios contra una decisi¨®n tomada por sus directivos. Tras esta avalancha, a la compa?¨ªa no le ha quedado m¨¢s remedio que rectificar. Ha aceptado las fotograf¨ªas de la modelo no sin antes explicar que, como suele ocurrir en estos casos, todo hab¨ªa sido un malentendido, un error lamentable de un equipo que cada semana se ve obligado a procesar millones de anuncios. ¡°Esta imagen¡±, ha concluido la compa?¨ªa, ¡°no viola nuestras pol¨ªticas publicitarias. Nos disculpamos por el error y hemos aprobado el anuncio¡±.
?Acierta Facebook cuando proh¨ªbe la campa?a publicitaria o cuando se retracta? ?Hubiera hecho lo mismo si se tratara de una modelo extremadamente delgada? ?Existen dos varas de medir, una para la obesidad y otra para la anorexia? Pese a intentos como los de Cherchez La Femme, es obvio que la moda de la alta costura prefiere esqueletos en las pasarelas y que los desfiles de modelos rellenitas o maniqu¨ªes con sobrepeso son poco m¨¢s que anecd¨®ticos.
Menos obvio es si una campa?a tiene un fin meramente publicitario o persigue un efecto de denuncia. V¨¦ase el caso de Isabelle Caro, una enferma de anorexia que en 2007 protagoniz¨® un pol¨¦mico anuncio de Benetton a trav¨¦s del cual esta marca pretend¨ªa concienciar sobre el horror de aquella patolog¨ªa. Pese a todo, la imagen fue censurada en Italia por ¡°violar los art¨ªculos del c¨®digo de la lealtad publicitaria y las convicciones morales, civiles, religiosas y de dignidad de las personas¡±. Claro que hace nueve a?os Facebook apenas hab¨ªa echado a andar.
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