No perdamos el rastro de un solo ni?o m¨¢s
Los mecanismos de identificaci¨®n y protecci¨®n de la infancia tienen que fortalecerse
¡°?D¨®nde est¨¢n los ni?os?¡± Tantas veces he escuchado esta pregunta en boca de mi madre, mientras mis hermanos correteaban tras las palomas en una plaza abarrotada. Tantas veces la sigo lanzando yo misma los domingos cuando me despisto un segundo en la playa, y no tengo a mis hijos o sobrinos peque?os a la vista. Se activa mi instinto humano de protecci¨®n hacia los que, por su edad, tienen menos mecanismos para oler el peligro y defenderse frente al enga?o, el abuso o la violencia.
En febrero, la Europol alertaba de que hab¨ªa 10.000 ni?os migrantes y refugiados no acompa?ados en paradero desconocido. Podr¨ªan estar reunidos con familiares o amigos en alg¨²n punto de Europa, sobreviviendo en alg¨²n arrabal o haber ca¨ªdo en manos de explotadores. Sencillamente, no lo sabemos. Alemania echa en falta a 4.700, de los centros suecos de menores se van 10 ni?os al d¨ªa y Eslovenia alerta de que el 80% de los ni?os en sus dispositivos de acogida se van sin dejar rastro. Y podr¨ªan ser muchos m¨¢s, no todos est¨¢n registrados.
Los pa¨ªses europeos tenemos que tener los ojos puestos en los ni?os. Este ¨¦xodo desesperado de personas migrantes y refugiadas de todas las edades, esta crisis, no s¨®lo est¨¢ poniendo a prueba nuestros valores y nuestro marco de derechos, tambi¨¦n est¨¢ zarandeando hasta nuestro mismo instinto de protecci¨®n a los m¨¢s peque?os. Las cosas est¨¢n yendo demasiado lejos. Cada d¨ªa son m¨¢s, no dejan de llamar a nuestras puertas, solos. En ocasiones no superan los 14 a?os.
Solo en 2015, m¨¢s de 95.000 ni?os no acompa?ados pidieron refugio en Europa. En Suecia la mitad de los ni?os han llegado sin sus padres. En Italia, 12.300. En Grecia, el 10% de los 22.000 ni?os est¨¢n bloqueados en el pa¨ªs desde que se comenzaron a cerrar fronteras. Est¨¢n en centros de detenci¨®n porque los servicios de protecci¨®n en Grecia y otros pa¨ªses siguen totalmente desbordados. Es absolutamente inaceptable y contrario a la Convenci¨®n sobre los Derechos del Ni?o.
Las cosas est¨¢n yendo demasiado lejos. Cada d¨ªa son m¨¢s, no dejan de llamar a nuestras puertas, solos. En ocasiones no superan los 14 a?os
Sabemos que ahora mismo hay redes de tr¨¢fico y trata operando en las rutas migratorias. Desafortunadamente esta realidad sigue estando poco documentada. Con todo, la Europol ha confirmado que existe un riesgo importante de que los ni?os caigan en manos de personas sin escr¨²pulos y organizaciones criminales dispuestas a explotarlos como si fueran mercanc¨ªa.
Lo que s¨ª es m¨¢s conocido es el hecho de que un n¨²mero casi inveros¨ªmil de ni?os est¨¢ ocultando su verdadera edad, huyendo de los centros de acogida o de protecci¨®n que existen en distintos puntos de la ruta de los Balcanes y no sabemos d¨®nde est¨¢n.
?Por qu¨¦ se van estos ni?os? ?Qu¨¦ hay detr¨¢s de todo esto? A los ni?os que se consigue registrar se les traslada a centros donde se enteran de que pueden estar hasta un a?o esperando a que decidan sobre su futuro. Tardan 11 meses o m¨¢s en decidir qu¨¦ pa¨ªs va a atender su solicitud de refugio o en completar un proceso de reunificaci¨®n familiar.
Muchos ni?os tienen ya a familiares en otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. Otros tienen miedo a separarse del grupo con el que emprendieron el viaje, porque se sienten inseguros. Todos se rebelan ante la idea de ver su vida congelada durante un a?o, de entrar en un limbo donde sus deseos, necesidades y aspiraciones de desarrollo o educaci¨®n se ahogan. Imaginemos lo que significa perder un a?o cuando eres ni?o y que te pase esto cuando est¨¢s solo.
Muchos cr¨ªos que huyen de la guerra no nos dejan de repetir que han dejado atr¨¢s una prisi¨®n ¡°para entrar en otra¡±
Los plazos son eternos y aun as¨ª se retrasan hasta que se nombra un tutor o se les informa sobre su derecho a la protecci¨®n internacional. Peor a¨²n, muchos son llevados a verdaderos centros de detenci¨®n custodiados por fuerzas de seguridad. Ingresan sin apenas explicaciones y sin haber cometido mayor delito que intentar ponerse a salvo de las bombas y de la violencia en Afganist¨¢n, Siria, Irak o Somalia. Muchos no nos dejan de repetir que han dejado atr¨¢s una prisi¨®n ¡°para entrar en otra¡±.
Hemos ca¨ªdo en la cuenta de la dimensi¨®n de esta crisis a trav¨¦s de cientos de im¨¢genes de ni?os y ni?as en las lanchas, en las playas, en los trenes, en las vallas y en el barro. Pero todav¨ªa estamos esperando respuestas, las que nos han dado han sido tremendamente t¨ªmidas e insuficientes. De las pocas para mencionar ha sido la excepci¨®n introducida por una ley griega que impide que los ni?os no acompa?ados y otras personas vulnerables sean devueltos a Turqu¨ªa.
Todos los centros destinados a albergar a menores de edad mientras se decide su futuro tienen que ser abiertos y con una fuerte orientaci¨®n a la protecci¨®n de la infancia y a la satisfacci¨®n de todas sus necesidades b¨¢sicas. El personal de primera l¨ªnea debe formarse espec¨ªficamente para atenderles. Debe darse prioridad al examen de los expedientes de los ni?os que est¨¢n solos y acelerar los procesos.
Debe darse prioridad al examen de los expedientes de los ni?os que est¨¢n solos y acelerar los procesos. En las primeras 72 horas deben recibir informaci¨®n adaptada a su edad, contar con un tutor legal y en 90 d¨ªas poder reunirse con sus familiares
En las primeras 72 horas deben recibir informaci¨®n adaptada a su edad, contar con un tutor legal y en 90 d¨ªas m¨¢ximo tienen que poder reunirse con sus familiares o ser trasladados al pa¨ªs que va a atender su solicitud. Todas las decisiones han de tomarse tras escuchar directamente de ellos por qu¨¦ huyen y se sienten en peligro, y valorar qu¨¦ es lo que m¨¢s les conviene. En definitiva, aplicar el llamado ¡°inter¨¦s superior del ni?o¡±, previsto por la Convenci¨®n Internacional que les protege.
Los mecanismos de identificaci¨®n y de protecci¨®n de la infancia tienen que fortalecerse r¨¢pidamente y no se puede esperar m¨¢s para tener una coordinaci¨®n entre los pa¨ªses de las distintas rutas migratorias. Es el ¨²nico camino para que no perdamos el rastro de un solo ni?o m¨¢s.
La anunciada reforma del Sistema Europeo de Asilo es una oportunidad cercana para empezar a cambiar las cosas y no podemos dejarla pasar. Europa tiene que acompa?ar al ni?o que est¨¢ solo y hacerlo con todo su acervo, la fuerza de sus valores y la diligencia de sus instituciones, recuperando as¨ª uno de los instintos m¨¢s fuertes y certeros del ser humano: el de la protecci¨®n de los m¨¢s peque?os. Ninguna crisis puede llevarnos a lo contrario.
Sara Collantes es especialista en pol¨ªticas de infancia de UNICEF Comit¨¦ Espa?ol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
?Y si fueras t¨²?
Archivado En
- Unicef
- Crisis refugiados Europa
- Ni?os
- Crisis migratoria
- Crisis humanitaria
- Refugiados
- Problemas demogr¨¢ficos
- Pol¨ªtica migratoria
- V¨ªctimas guerra
- Cat¨¢strofes
- Fronteras
- ONU
- Salud p¨²blica
- Migraci¨®n
- Pol¨ªtica exterior
- Pol¨ªtica sanitaria
- Demograf¨ªa
- Sucesos
- Uni¨®n Europea
- Sanidad
- Organizaciones internacionales
- Salud
- Relaciones exteriores
- Infancia
- Sociedad
- Planeta Futuro