?Es usted nacional indocumentado de Myanmar?
Bangladesh comienza un pol¨¦mico censo de la minor¨ªa musulmana rohiny¨¢ sin estatus de refugiado asentada en las ¨²ltimas d¨¦cadas
Si a usted le quisieran preguntar por escrito muchas cosas las autoridades de un pa¨ªs extranjero, tales como si ha falsificado documentos de identidad, trabajado sin autorizaci¨®n o registrado matrimonios y nacimientos de manera ilegal¡ ?Cu¨¢l ser¨ªa su actitud? Ahora imaginemos que usted es un refugiado que ha escapado de una de las peores matanzas ¨¦tnicas de los tiempos modernos y teme volver a un Estado donde le niegan la ciudadan¨ªa y los derechos m¨¢s b¨¢sicos. Responder por escrito a las mencionadas preguntas lo identifica como candidato a ayuda humanitaria, pero tambi¨¦n a una eventual repatriaci¨®n. ?C¨®mo afrontar¨ªa el cuestionario?
Pues bien, este acto de esperanza o valent¨ªa, seg¨²n como se mire, es el que a partir del jueves el Gobierno de Bangladesh quiere que hagan todos los miembros de la minor¨ªa musulmana rohiny¨¢ que se han ido asentando en las ¨²ltimas d¨¦cadas tras huir de Birmania en diferentes momentos de tensi¨®n pol¨ªtica y violencia en ese pa¨ªs de mayor¨ªa budista, y que no cuentan con estatuto de refugiado: es decir, la inmensa mayor¨ªa. Apenas 32.000 rohiny¨¢s est¨¢n bajo protecci¨®n del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Bangladesh, mientras que las autoridades estiman que el n¨²mero total en su suelo oscila entre los 300.000 y el medio mill¨®n.
Cu¨¢ntos hay realmente es lo que tratar¨¢n de averiguar los 4.000 funcionarios del Bur¨® de Estad¨ªstica (BBS) que har¨¢n el primer censo de ¡°nacionales de Myanmar indocumentados¡±, seg¨²n la jerga oficial banglades¨ª. Para ello visitar¨¢n entre el 2 y el 12 de junio hogares previamente identificados de seis distritos surorientales, incluido el m¨¢s importante, el costero de Cox¡¯s Bazar fronterizo con Birmania. All¨ª se concentra el grueso del p¨²blico objetivo bien en campos de acogida, emplazamientos informales o mezclados con la poblaci¨®n aut¨®ctona.
??De la crisis migratoria a la repatriaci¨®n?
Hace un a?o los rohiny¨¢s se colaron en las portadas de la prensa internacional. Junto a banglades¨ªes pobres pusieron rostro a una crisis migratoria en la que barcos en precarias condiciones y atestados de miembros de esas comunidades permanec¨ªan varados en aguas del Sudeste Asi¨¢tico. Sucedi¨® despu¨¦s de que Tailandia y Malasia lanzaran operaciones contra las redes de trata de personas. Seg¨²n Acnur, en la actualidad es m¨ªnimo el tr¨¢fico mar¨ªtimo a cargo de mafias en la Bah¨ªa de Bengala, que desde 2014 llev¨® a unas 94.000 personas a partir desde Birmania y Bangladesh y al menos a 1.100 a morir en el intento buscando el Dorado malasio. Pero las condiciones en los lugares de origen siguen siendo dif¨ªciles.
46 preguntas de todo tipo
El cuestionario del censo rezuma un indudable aroma a repatriaci¨®n. Por un lado, aborda preguntas sobre la residencia, el n¨²mero de inquilinos, la tipolog¨ªa y ubicaci¨®n geogr¨¢fica del mismo y pide aclarar si en el domicilio habitan rohiny¨¢s, banglades¨ªes o una mezcla de ambos. La parte m¨¢s controvertida se adentra en el pasado de los solicitantes para averiguar cu¨¢ndo abandonaron Birmania, si conservan familia o propiedades all¨ª, cu¨¢l era su ocupaci¨®n, si fueron repatriados en alguna ocasi¨®n, tienen familia en otros pa¨ªses como Arabia Saud¨ª o Malasia, han votado en elecciones birmanas o banglades¨ªes, registrado nacimientos, matrimonios o tienen alg¨²n tipo de documentos identificativos. Los rohiny¨¢s sin estatuto de refugiado no est¨¢n autorizados por Dacca a realizar muchas de esas actividades. Ni siquiera se les permite sobre el papel acceder a educaci¨®n, trabajar o tener libertad de movimiento.
Otro bloque de preguntas, el que inspira confianza y es analizado como gancho para fomentar la participaci¨®n, trata el aspecto humanitario del colectivo con apartados sobre la situaci¨®n de saneamiento del entorno, acceso a electricidad, agua potable o comida. Tambi¨¦n se inquiere al encuestado si ha recibido ayuda de alguna de las organizaciones no gubernamentales que han operado en la zona con o sin autorizaci¨®n gubernamental en los ¨²ltimos a?os.
La historia de los rohiny¨¢s es objeto de disputa: algunos defienden que han poblado el actual estado birmano de Rak¨¢in desde hace siglos, aunque tambi¨¦n se apunta que un flujo importante lleg¨® en los siglos XIX y XX durante la colonizaci¨®n brit¨¢nica de Birmania. De etnia y dialecto similar al de los bengal¨ªes, los rohiny¨¢s han terminado por convertirse en parias en ambos pa¨ªses. En 2014, el primer censo organizado por las autoridades birmanas en 30 a?os dej¨® sin reconocimiento a casi todos los rohiny¨¢s en su territorio: cerca de un mill¨®n. Ahora es el turno de Dacca. Y en esta ocasi¨®n, la ambici¨®n es opuesta: que no quede fuera ninguno.
Poca claridad para mucho m¨¢s que un censo
Lo llaman censo, aunque la realidad va mucho m¨¢s all¨¢ de un recuento de individuos, que es como el Ministerio de Exteriores lo justifica sin entrar en detalles. El cuestionario incluye 46 preguntas y de momento ni defensores de los derechos humanos ni organizaciones humanitarias ni los propios recopiladores de la informaci¨®n tienen claro que se har¨¢ con los resultados de la iniciativa. Tampoco parecen saberlo en la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM), organismo escogido por las autoridades para apoyar las labores con campa?as de concienciaci¨®n que han ido desde obras de teatro a lecturas de poemas.
¡°Seg¨²n el Gobierno, el principal prop¨®sito es tener una comprensi¨®n clara de cu¨¢ntos nacionales indocumentados de Myanmar hay en sus l¨ªmites para guiar con mayor fundamento el intercambio diplom¨¢tico con Myanmar¡±, afirma Peppi Siddiq, director de desarrollo de proyectos de la OIM en el pa¨ªs.
¡°Es importante saber cu¨¢ntos rohiny¨¢s viven en Bangladesh y cu¨¢les son sus condiciones socioecon¨®micas de manera que se puedan preparar programas de asistencia adecuados. La inmensa mayor¨ªa de la comunidad (al no tener estatuto de refugiado) ha sido privada del derecho a recibir ayuda¡±, argumenta Phil Robertson, subdirector en Asia de Human Rights Watch (HRW).
En una l¨ªnea similar se muestra la portavoz de ACNUR en Bangladesh, Farheen Khan: ¡°Aplaudimos el censo. Es bueno registrar a gente que ahora mismo es invisible, pero debe hacerse cumpliendo las leyes internacionales¡±. Khan dese¨® que la iniciativa conduzca a ¡°conceder alg¨²n tipo de estatuto legal¡± e inst¨® a ¡°explicar los objetivos¡± de la misma, pues de lo contrario ¡°no puede darse voluntariedad¡±.
Preocupaciones de seguridad
Preocupa a todos lo que Bangladesh quiera hacer con la base de datos. Un temor se sit¨²a en el ¨¢mbito de la seguridad, con supuestas presiones de la India en un contexto de auge del extremismo en el pa¨ªs y con grupos como el yihadista Estado Isl¨¢mico (EI) que han declarado su intenci¨®n de explotar a esa comunidad y crear desestabilidad regional. Otro temor, el principal en la comunidad humanitaria, es que se produzcan repatriaciones forzosas y una posterior devoluci¨®n por rechazo. ¡°La pol¨ªtica de Bangladesh ha sido intentar enviar a los rohiny¨¢s a Myanmar siempre que ha sido posible, pero francamente esto es prematuro y peligroso¡±, valora Robertson, de HRW. El responsable de la OIM mantiene que el Gobierno ha asegurado a la comunidad internacional que ¡°los datos del censo no se utilizar¨¢n para afectar negativamente¡± a los rohiny¨¢s.
Bangladesh ya repatri¨® entre 1992 y 1997 a decenas de miles de rohiny¨¢s, pero el acuerdo bilateral se suspendi¨® definitivamente en 2005 y muchos acabaron regresando a Bangladesh, mientras que otros rechazaron ir a Birmania. Tras d¨¦cadas gobernado con pu?o de hierro por una junta militar, en el pa¨ªs vecino se ha producido recientemente un cambio de guardia pese a que el Ej¨¦rcito sigue conservando poder. Sin embargo, pocos observadores vaticinan un viraje radical en la pol¨ªtica sobre los rohiny¨¢s a corto plazo por parte de la gobernante Liga Nacional para la Democracia (NLD) de la Premio Nobel de la Paz San Suu Kyi, quien para empezar pide no usar el gentilicio de la discordia.
Apenas 32.000 rohiny¨¢s est¨¢n bajo protecci¨®n de Acnur en Bangladesh, mientras se estiman que el n¨²mero total oscila entre los 300.000 y el medio mill¨®n
El censo es un pilar fundamental de la estrategia nacional para los rohiny¨¢s que el Gobierno banglades¨ª elabor¨® en 2013 y present¨® un a?o despu¨¦s a secciones de la comunidad internacional. Seg¨²n el documento, que nunca ha sido difundido p¨²blicamente, el objetivo ¨²ltimo es repatriar a los rohiny¨¢s. ¡°Bangladesh aborda este asunto en todas las reuniones bilaterales que mantienen con Birmania¡±, advierte una fuente de un organismo internacional bajo anonimato.
Esperanza y temor en los campos
¡°El censo probablemente implicar¨¢ algo de ayuda humanitaria, por ejemplo de nutrici¨®n¡±, sostiene la portavoz del ACNUR. M¨¢s all¨¢ de los 32.000 rohiny¨¢s con estatuto de refugiado, que habitan en dos campos, solo hay unos 50.000 individuos m¨¢s residiendo en otros dos insalubres campos y en un emplazamiento costero de chabolas. El resto, la gran mayor¨ªa, es un misterio donde se encuentra. ¡°La gente que est¨¢ en los campos cree que puede obtener alg¨²n beneficio¡±, observa una fuente humanitaria. Tambi¨¦n Siddiq, de la OIM, espera que los datos obtenidos ¡°sean usados para dise?ar servicios humanitarios¡± y agrega que su organismo est¨¢ ¡°en conversaciones con el Gobierno para expedir documentos de identidad una vez el proceso se haya completado¡±.
¡°La gente del campo de Leda (sin estatuto de refugiado) est¨¢ dispuesta a participar en el censo si trae consecuencias positivas. Conf¨ªan en que ser¨¢n registrados y recibir¨¢n raciones de comida¡±, asegura Nobid, un refugiado rohiny¨¢ de los registrados por ACNUR. De hecho, en las ¨²ltimas semanas en estos emplazamientos se ha producido la llegada de individuos residentes fuera de los campos. ¡°La estrategia es la siguiente: un miembro de la familia va a al campo ante la eventualidad de que se repartan raciones y ayuda tras el censo. Lo que esa persona obtenga ser¨¢ luego distribuido con los dem¨¢s, que optan por no exponerse¡±, resume un activista extranjero en favor de los derechos de los rohiny¨¢s que gestiona una red informal de educaci¨®n. ¡°Si bien existe cierta esperanza por obtener alg¨²n tipo de reconocimiento, por lo general la gente est¨¢ algo asustada¡±, remata la fuente humanitaria.
Dif¨ªcil decisi¨®n para los ¡°integrados¡±
Casi nadie apuesta, en cambio, por que la poblaci¨®n rohiny¨¢ que con el tiempo ha conseguido salir adelante en pueblos y aldeas de Bangladesh se preste a participar en el censo. Son gente que, falsificando a menudo documentos e identidades, ha encontrado trabajos, contra¨ªdo matrimonios mixtos con banglades¨ªes e incluso tenido hijos que nunca han estado en Birmania. ¡°Les est¨¢n pidiendo que admitan cosas que seg¨²n la Ley de Extranjer¨ªa son ilegales. ?Les van a exencionar del mismo? ?Qu¨¦ pasar¨¢ con esos ni?os? ?Ser¨¢n considerados rohiny¨¢s?¡±, se pregunta la fuente del organismo internacional. ¡°Participar en el censo solo puede tener para estas personas consecuencias negativas¡±, secunda el activista, que recuerda que el miedo a las repatriaciones forzosas ya sufridas es un fantasma imborrable. M¨¢s all¨¢ del temor y la esperanza, la radiograf¨ªa de una enorme poblaci¨®n invisible est¨¢ en marcha. Cabe ver ahora cu¨¢ntos pacientes entrar¨¢n en la sala de rayos X de un doctor del que no se acaban de fiar. El tiempo lo dir¨¢.
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