El lujo de mirar la hora a golpe de mu?eca
Del 16 al 18 de junio se celebra en Madrid el Sal¨®n Internacional de la Alta Relojer¨ªa, SIAR. Estas son las claves de esta edici¨®n
El origen de este evento hay que buscarlo en M¨¦xico. En el a?o 2007, Carlos Alonso, editor de una revista de relojes, decidi¨® montar all¨ª el primer SIAR, y se ha convertido ya en una de las citas relojeras m¨¢s importantes del mundo. ¡°Un sal¨®n como este sirve para lo mismo que Arco para el arte o la Fashion Week Madrid para la moda. Para convertir el reloj en un acontecimiento. No puede ser que un mundo como el del reloj reciba en la feria de Baselworld (Basilea) 4.000 periodistas cada a?o y Espa?a, que antes de la crisis estaba entre los diez principales pa¨ªses en el sector, no tuviera un evento de alta relojer¨ªa. Tambi¨¦n buscamos que las marcas pongan de nuevo la mirada en este pa¨ªs porque llev¨¢bamos unos a?os escuchando que en Espa?a no ocurr¨ªa nada¡±, confiesa Carlos Alonso.
Esta edici¨®n, adem¨¢s, estrena nueva ubicaci¨®n: el Palacete Fernando el Santo (en el n¨²mero 14 de dicha calle), un espacio con encanto en el que las principales marcas relojeras y una cuidada selecci¨®n de artesanos independientes desplegar¨¢n sus piezas, las ¨²ltimas creaciones, relojes excepcionales, en fin, una cita para el deleite de coleccionistas y aficionados al noble arte de la de la relojer¨ªa.
La edici¨®n del pasado a?o en Madrid congreg¨® a m¨¢s de 4.000 visitantes, que degustaron las piezas de 15 marcas, el mismo n¨²mero de manufacturas que asentar¨¢n sus creaciones este a?o. Entre ellas, debuta Ferdinand Berthoud, ¡°uno de los mayores genios de la relojer¨ªa cl¨¢sica¡±, apunta Carlos Alonso, quien a?ade otros puntos calientes de la feria: ¡°Tambi¨¦n nos visita Romain Jerome y su pop-art-horlogerie, una marca muy propositiva en sus asociaciones est¨¦ticas. O Fr¨¦d¨¦rique Constant, el milagro de la manufactura democr¨¢tica ginebrina con relojes complicados de precio moderado. Pero sin duda el gran acontecimiento es que Vacheron Constantin est¨¢ pensando traer su Ref. 57260, el reloj m¨¢s complicado de la historia, con 57 complicaciones, que fue lanzado en septiembre de 2015 para conmemorar el 260 aniversario de la firma. Ser¨¢ un acontecimiento porque este reloj ha sido un encargo de un coleccionista americano y es muy raro verlo en p¨²blico¡±.
Lo que no se puede olvidar es que el mundo del lujo, y la alta relojer¨ªa lo es, est¨¢ viviendo tiempos muy convulsos: que si la crisis, que si China¡ ¡°En los casi 30 a?os que llevo en el mundo de los relojes nunca hab¨ªa visto un periodo tan cambiante. La informaci¨®n por Internet, las redes sociales y la venta on-line est¨¢n cambiando los h¨¢bitos y hasta la percepci¨®n del reloj. Un estudio global reciente dice que el 70% de los consumidores forman su criterio de compra en un medio digital, pero el mismo porcentaje prefiere comprarlo en una boutique tradicional. Creo que cuanto m¨¢s arriba est¨¢ la marca en su valor t¨¦cnico e hist¨®rico m¨¢s fortalecida va a salir de este cambio de era. Pensaba que los relojes inteligentes desplazar¨ªan a los relojes de cuarzo de precio econ¨®mico, pero acabo de regresar de Jap¨®n y el director general de Citizen me convenci¨® de lo contrario y ellos conocen muy bien desde la crisis del cuarzo de los a?os 70 al cliente que compra relojes con los ¨²ltimos avances. Su versi¨®n es que el Apple Watch como accesorio de mu?eca que da accidentalmente la hora ser¨¢ obsoleto pronto, como pas¨® con el iPod porque su funcionalidad estaba incluida en el iPhone. La tecnolog¨ªa es ef¨ªmera pero los relojes no. Sobrevivir¨¢ cualquier reloj que aporte valores propiamente relojeros: precisi¨®n, calendario, hora mundial... Bueno, eso espero¡±, comenta Carlos Alonso.
Al SIAR de Madrid, que est¨¢ a punto de abrir sus puertas, se va a ver relojes, a disfrutarlos, paladearlos, sorprenderse con su microingenier¨ªa y su delicada artesan¨ªa. Carlos Alonso disecciona con precisi¨®n en qu¨¦ consiste eso de amar la relojer¨ªa: ¡°Me gusta la frase del chef Anthony Bourdain: 'La gente sigue siendo un misterio, pero la comida no. S¨¦ lo que miro cuando veo un solomillo perfecto¡¯. Pues eso, pero cambiando comida por relojes y solomillo por cron¨®grafos. El reloj es el objeto portable de uso frecuente que encierra m¨¢s valor art¨ªstico, t¨¦cnico y emocional. Es como un peque?o duende que lleva el conteo de tus horas y creo que todos valoramos nuestro tiempo por encima de cualquier otra cosa. Cuando entras al mundo de los relojes ya no sales de ¨¦l. Es como una secta renacentista de pertenencia voluntaria¡±.
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