Un problema de todos
La oposici¨®n pide que el Gobierno de Venezuela respete las leyes y permita el revocatorio
Las cat¨¢strofes naturales, las guerras y las crisis econ¨®micas generan emigrantes y refugiados que huyen por miedo o hambre. Las guerras en ?frica y Asia est¨¢n desestabilizando a toda Europa Occidental; en los ochenta las guerras en Centroam¨¦rica expulsaron a millones de sus pa¨ªses. ?Cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias para los gobiernos del continente si el deterioro social, pol¨ªtico, econ¨®mico y de seguridad de Venezuela sigue creciendo? La di¨¢spora venezolana ya est¨¢ en marcha, pero, ante la crisis humanitaria que se ha desatado y el peligro de una mayor conflictividad, se puede afirmar que lo peor estar¨ªa por venir.
En los ¨²ltimos dos a?os m¨¢s de 50.000 venezolanos han sido asesinados por la falta de seguridad, la inflaci¨®n de alimentos supera 700% y las f¨¢bricas privadas y p¨²blicas est¨¢n paralizando su producci¨®n por falta de insumos. La escasez de medicinas y comida est¨¢ generando muertes y saqueos todos los d¨ªas. Los cortes de energ¨ªa y agua han forzado a reducir la semana laboral y escolar. M¨¢s de un mill¨®n de personas han huido del pa¨ªs en la ¨²ltima d¨¦cada, el 90% en los ¨²ltimos cuatro a?os. La desesperaci¨®n y la irritaci¨®n est¨¢n creciendo aceleradamente. Hay brotes espont¨¢neos de violencia todos los d¨ªas. Una anarqu¨ªa que deja la sensaci¨®n de que no hay gobierno.
El Gobierno del Maduro se considera v¨ªctima de una guerra econ¨®mica, pero la mal llamada revoluci¨®n bolivariana no ha enfrentado una guerra contrarrevolucionaria como la que vivi¨® Nicaragua en los 80 y tampoco un embargo como el que ha soportado Cuba durante medio siglo. Las relaciones comerciales y diplom¨¢ticas de Venezuela son normales con todo el mundo; EE?UU no ha dejado de comprarnos petr¨®leo, nadie nos ha agredido, ni cerrado mercados. El ¨²nico culpable del desastre econ¨®mico venezolano es el actual gobierno. El manejo en extremo festinado e ineficiente de la bonanza petrolera que ya concluy¨®, el desmantelamiento de la casi totalidad de la planta productiva y comercial del pa¨ªs y la pelea permanente con los empresarios, han derivado en emergencia humanitaria.
El a?o pasado la oposici¨®n unida gan¨® en las elecciones parlamentarias obteniendo la mayor¨ªa absoluta con 112 de los 167 esca?os que tiene la Asamblea Nacional. Durante 17 a?os el gobierno se jact¨® de ser democr¨¢tico, pero esta victoria de la oposici¨®n acab¨® con la farsa y ahora el gobierno de Maduro se ha alejado completamente de la Constituci¨®n y la democracia. No respeta las facultades constitucionales de la Asamblea Nacional, rechaza la realizaci¨®n del refer¨¦ndum revocatorio establecido por la constituci¨®n y demandado por los venezolanos, se opone a programar las elecciones de gobernadores, se niega a liberar a decenas de presos pol¨ªticos, proh¨ªbe el derecho de manifestaci¨®n pac¨ªfica en el momento en que los ciudadanos tienen razones para protestar y se empecina en hacer m¨¢s de lo mismo frente a la calamidad econ¨®mica y social que ha creado.
El anterior gobierno argentino perdi¨® las elecciones y entreg¨® el poder, el gobierno brasile?o rechaz¨® pol¨ªticamente las disposiciones de su parlamento, pero las acept¨®; el gobierno de Nicaragua se entiende sin problemas con los empresarios, Cuba restablece relaciones con Estados Unidos y los guerrilleros de las FARC est¨¢n por firmar la paz con el Gobierno colombiano. Maduro se empe?a en mantenerse gobernando por la fuerza, afectando el futuro y exponiendo al pa¨ªs a un desastre humanitario. ?Cu¨¢ntos cientos de miles de refugiados y emigrantes venezolanos est¨¢n dispuestos a aceptar los gobiernos de la regi¨®n?, ?Cu¨¢ntos Chapos, Pablos y grandes capos tendr¨¢ que perseguir el mundo si Venezuela termina convertida en una gran retaguardia criminal?
Los opositores venezolanos somos clara mayor¨ªa y estamos organizados en partidos pol¨ªticos, no estamos armados, no creemos ni promovemos la violencia, al contrario, en sentido estricto somos el mecanismo principal para evitarla. No podemos dar, ni queremos que nadie d¨¦, un golpe de Estado. No queremos venganza ni persecuci¨®n, no deseamos repetir la intolerancia que hemos sufrido, eso no ayudar¨ªa a resolver la crisis econ¨®mica que sufren millones de venezolanos. Queremos un cambio legal ordenado y pac¨ªfico que permita reconciliar al pa¨ªs y reconstruir su econom¨ªa. En definitiva, lo ¨²nico que pedimos es que se respete la constituci¨®n y las leyes para que los venezolanos podamos votar y decidir mediante un refer¨¦ndum revocatorio, establecido en el art¨ªculo 72 de nuestra carta magna.
Henrique Capriles Radonski, del partido Primero Justicia, es el l¨ªder de la oposici¨®n venezolana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.