Las terapias tradicionales contra el c¨¢ncer exprimen su potencial
La combinaci¨®n de dos quimioterapias aumenta la supervivencia en el tumor de p¨¢ncreas en 13 puntos
El viernes, el d¨ªa que empez¨® el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncolog¨ªa Cl¨ªnica (ASCO) en Chicago, la gran estrella de esta especialidad, la inmunoterapia, pas¨® a segundo plano. Fue, de alguna manera, la reivindicaci¨®n de las viejas quimioterapias y tratamientos personalizados. As¨ª lo manifest¨® Don Dizon, del Comit¨¦ de Comunicaci¨®n de la sociedad m¨¦dica, quien resalt¨® que no se puede abandonar ning¨²n enfoque para mantener el aumento a la supervivencia a los c¨¢nceres.
Un ejemplo muy sencillo fue el estudio que present¨® John Neoptolemos, de la Universidad de Liverpool, en pacientes con c¨¢ncer de p¨¢ncreas despu¨¦s de la cirug¨ªa. El ensayo ESPAC-4 compar¨® dos grupos de 361 pacientes. A uno se le trat¨® con gemcitabina, una quimioterapia. Al otro, con gemcitabina m¨¢s capecitabina, otra quimio. El resultado fue que en el primer grupo la supervivencia a cinco a?os fue del 16%, y en el segundo, del 29%.
¡°Es un gran avance hallar que al a?adir una quimioterapia gen¨¦rica no solo aumenta la supervivencia de esos pacientes, sino que lo hace con muy poco efecto en su calidad de vida¡±, comenta Smitha Krishnamurti, experta en c¨¢ncer de p¨¢ncreas de ASCO.
a los nueve meses, un 42,2% de las mujeres que recibieron solo quimioterapia intravenosa hab¨ªan empeorado, mientras que las que fueron inyectadas tambi¨¦n intraperitonealmente lo hicieron en un 23,3%
Este ¨²ltimo aspecto, el de que no aumentaban los efectos adversos, fue destacado tambi¨¦n por Neoptolemos, ya que ese suele ser uno de los grandes inconvenientes de las quimioterapias.
El resultado final puede parecer escaso, pero resulta muy importante en un c¨¢ncer que suele tener muy mal pron¨®stico. En el mundo se diagnostican cada a?o 338.000 de estas neoplasias, y fallecen unas 331.000 personas por esa causa. Los avances en esta enfermedad han sido paulatinos, pero empiezan a verse resultados. En 1971, la supervivencia a un a?o no pasaba del 10%.
Otro resultado positivo con un cambio en apariencia sencillo fue el que present¨® Helen MacKay, del Princess Margaret Cancer Center de Toronto. Consiste en dar quimioterapia intraperitoneal (podr¨ªa definirse como en el espacio que rodea las v¨ªsceras del vientre) a la vez que se da la tradicional intravenosa a mujeres con c¨¢ncer de ovario despu¨¦s de la cirug¨ªa. Esto ¨²ltimo va en aumento, y ya se emplea en un 30% de las pacientes con la idea de evitar reca¨ªdas. El resultado m¨¢s claro es que a los nueve meses, un 42,2% de las mujeres que recibieron solo quimioterapia intravenosa hab¨ªan empeorado, mientras que las que fueron inyectadas tambi¨¦n intraperitonealmente lo hicieron en un 23,3%.
Estos ejemplos muestran el valor de lo que los investigadores denominan innovaci¨®n incremental ¨Cque va poquito a poco-. En parte ello es as¨ª porque ya hay mucha investigaci¨®n en c¨¢ncer, y la tasa global de curaci¨®n ronda el 60%. Los estudios que se presentan son ya muy especializados, en grupos peque?os que comparten muchos rasgos comunes (mutaciones, prote¨ªnas anormales). Son, idealmente, candidatos a terapias personalizadas, pero tambi¨¦n en ellos las anteriores, las que parecen ya antiguas, funcionan y son la base de los avances de los ¨²ltimos 20 a?os. Y darles el primer d¨ªa del congreso m¨¢s importante de la especialidad, con 35.000 asistentes, es una manera de reconocerlo.
EL PA?S ha acudido al congreso invitado por Roche.
Los biosimilares funcionan
La oncolog¨ªa actual tiene un importante arsenal en los medicamentos de origen biol¨®gico. Estos son prote¨ªnas muy grandes y complejos, y no se pueden producir uniendo sus centenares o miles de piezas. Para ello se acude a c¨¦lulas (bacterias, de piel, de ubre) modificadas gen¨¦ticamente para que produzcan esas prote¨ªnas.
Pero estos productos, por estas caracter¨ªsticas, son muy caros, y el vencimiento de sus patentes empieza a permitir que se fabriquen copias que se denominan biosimilares. El proceso es similar a lo que sucede con los medicamentos de marca y los gen¨¦ricos, con la diferencia de que en este caso, como son cadenas enormes y de fabricaci¨®n biol¨®gica el original y la copia no son id¨¦nticos. Ello obliga a ser mucho m¨¢s riguroso para permitir que se pueda intercambiar uno por otro, y, como son muy nuevos, a¨²n se observan m¨¢s al detalle.
Por eso un peque?o ensayo presentado el viernes en el congreso de la Sociedad Americana de Oncolog¨ªa Cl¨ªnica (ASCO) es tan relevante. Se trata de comparar el efecto del trastuzumab (de Roche) con el de uno de sus biosimilares, MYL-1401O (de Mylan). El ensayo lo present¨® Hope Rugo, y, como prueba del cuidado que se tiene con estos nuevos productos, tuvo que dise?arse para cumplir los requisitos de la agencia estadounidense del medicamento y los de la europea, que miden si tienen similar ratio de eficacia y que fija un l¨ªmite a las posibles diferencias respectivamente. El resultado fue que el biosimilar cumpli¨® ambos.
Como hace unos 20 a?os que empezaron a usarse los medicamentos biol¨®gicos, muchos est¨¢n a punto de perder su patente, m¨¢s alguno que lo ha hecho ya. Por eso estos estudios ya en fase III (la ¨²ltima antes de la comercializaci¨®n) son tan importantes. Ni la ponente si los otros especialistas en la sala se aventuraron a decir si con los biosimilares iba a haber una reducci¨®n sustancial del precio de estos f¨¢rmacos que los haga asequibles a personas con pocos recursos sin seguros sanitarios p¨²blicos o privados potentes.
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