?Y esto era el cambio?
Estamos ante un debate polarizado entre quienes prefieren forzar una enmienda a la totalidad y aquellos que apuestan por el inmovilismo
![Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría (PP), en el debate electoral a cuatro de las elecciones legislativas del 20-D.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/O4GS2PQAIUNEELWBH2FBZLGIYY.jpg?auth=cdb4c27baecd1d58b314267286f882acfb050b5b15da0e0113dfea3b75e8316e&width=414)
Hoy comienza una campa?a extra?a. En teor¨ªa, las elecciones sirven para escoger c¨®mo queremos ser gobernados en los pr¨®ximos a?os. Y sin embargo estamos hablando menos que nunca de soluciones concretas para nuestros problemas. Parad¨®jicamente, esto se produce justo cuando se consolida el vuelco del sistema de partidos, cuyo origen es precisamente el sentimiento de falta de representaci¨®n. Pero son muchos los ciudadanos que enfrentan el 26-J con comprensible apat¨ªa. ?Qu¨¦ ha fallado?
El problema empieza por las expectativas. Es cierto que renta b¨¢sica, contrato ¨²nico, reforma electoral, baja de paternidad, refer¨¦ndum y otros conceptos novedosos han entrado en el debate pol¨ªtico. A nivel auton¨®mico y local puede constatarse cierto cambio en el rumbo de las pol¨ªticas tras la formaci¨®n de Gobiernos de coalici¨®n. Pero este ha llegado tan lejos como lo han permitido los acuerdos con los viejos partidos, que retienen una base electoral con intereses tan leg¨ªtimos como insoslayables.
Hemos dedicado las ¨²ltimas d¨¦cadas a construir un consenso b¨¢sico, rode¨¢ndolo de instituciones para protegerlo. La estabilidad nos ha tra¨ªdo beneficios obvios en forma de crecimiento econ¨®mico, mejora del funcionamiento del Estado y articulaci¨®n de una democracia consolidada dentro del marco europeo. Muchos aspectos de dicho consenso cuentan con apoyo mayoritario. Pero otros se han roto por completo. Y parece obvio que las instituciones que lo sustentan son capaces de gestionar el cambio solo a medio gas.
Este contexto propicia un debate polarizado entre quienes prefieren forzar una enmienda a la totalidad y aquellos que apuestan por el inmovilismo. Los polos act¨²an como punto de referencia incluso para los actores moderados, los cuales, temerosos, deciden orientar su discurso a los extremos.
La din¨¢mica de la campa?a seguir¨¢ probablemente este patr¨®n, que lleva a hablar de pol¨ªtica sin hablar de pol¨ªticas. La discusi¨®n sobre lo posible es sustituida por una espiral que salta de la exasperaci¨®n a la frustraci¨®n y reduce el espacio para el cambio que se anhelaba en un primer momento. @jorgegalindo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Jorge Galindo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9fcc451a-d90e-47a2-bb2d-b03b3b1fb58d.png?auth=f215b5a4fd06368b299f148cb39e3c56a3e2ab06ccae495bc5a7c3c81d412aa9&width=100&height=100&smart=true)