Yihadismo y armas
Donald Trump utiliza los cr¨ªmenes de Orlando en su campa?a electoral
La peor matanza sufrida en Estados Unidos tras el 11-S ha sido fruto de una combinaci¨®n de ideolog¨ªa yihadista difundida a trav¨¦s de Internet y de la cultura estadounidense permisiva con las armas. La alianza de ambos factores aumenta la sensaci¨®n de vulnerabilidad de un pa¨ªs que realiza enormes inversiones en defensa y mantiene una tupida red de agencias de espionaje para rastrear el planeta en busca de enemigos potenciales, pero que se ve desbordado por un asesino al que, de momento, se considera un lobo solitario porque no hay pruebas de su vinculaci¨®n a redes o c¨¦lulas.
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La difusi¨®n de la ideolog¨ªa yihadista es muy f¨¢cil entre los pa¨ªses que creen en la libertad de expresi¨®n. En Europa se han vivido distintos ataques y se han evitado otros, pero los servicios de seguridad conocen el amplio uso de la Red que hacen los terroristas. En esto no hay diferencias en cuanto al riesgo que se corre a ambos lados del Atl¨¢ntico.
Por el contrario, s¨ª las hay en lo referido a la cultura de las armas. En Estados Unidos se puede matar a decenas de personas en cuesti¨®n de segundos con rifles de asalto adquiridos en las tiendas. Omar Mateen, el asesino de Orlando, se hizo con un AR-15, el rifle presente en 3,7 millones de hogares norteamericanos. Antes que ¨¦l, otros hab¨ªan usado el mismo tipo de arma para cometer cr¨ªmenes masivos: como Adam Lanza en 2012, que provoc¨® 26 muertos en una escuela de Sandy Hook (Newton), o los terroristas de San Bernardino, autores de 14 asesinatos en 2015. El popular rifle de asalto se us¨® igualmente para matar a 12 personas en Aurora (Colorado), en 2012, y a 9 en una universidad, el a?o pasado.
Los cr¨ªmenes de Orlando a?aden le?a al fuego del debate sobre la propiedad de armas. La acci¨®n de un lobo solitario es la m¨¢s dif¨ªcil de prever, como saben los servicios de seguridad. Lo cual no ha impedido a Donald Trump insinuar alg¨²n tipo de relaci¨®n entre el ¨²ltimo hecho terrorista y Barack Obama, bien por falta de inteligencia del presidente, bien porque tiene ¡°algo m¨¢s en la mente¡±, seg¨²n la paranoica expresi¨®n del aspirante republicano a la Casa Blanca.
Obama ha relacionado claramente la frecuencia de las matanzas masivas con la ausencia de decisiones para impedir que los criminales gocen de tantas facilidades en la obtenci¨®n de armas. Pero no hay duda de que Trump est¨¢ dispuesto a utilizar los 49 muertos de Orlando durante la campa?a electoral, tras haber defendido, hace meses, tanto la prohibici¨®n de entrada de musulmanes en Estados Unidos como la necesidad de dar mayores facilidades para la venta de armas. Frente a ¨¦l, su opositora dem¨®crata, Hillary Clinton, quiere prohibirlas.
Un acto de violencia masiva irrumpe as¨ª en un momento crucial de Estados Unidos. Ya no se trata solo de las habituales campa?as de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle a favor de la venta de armas para la caza de animales y la ¡°defensa local¡±. Ahora, el peligroso Donald Trump pretende incendiar a¨²n m¨¢s la campa?a electoral, desviando la atenci¨®n de las energ¨ªas que este pa¨ªs deber¨ªa dedicar a, entre otras cosas, limitar sus vulnerabilidades frente al terrorismo.
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