Breve historia del bronceado

Siendo como es la piel nuestro primer y ¨²ltimo traje, ?c¨®mo no va a estar sujeto a modas el tono con el que la lucimos? Con todas las connotaciones culturales que eso conlleva. Y los excesos. Si en la era victoriana las cremas blanqueadoras a base de ars¨¦nico se cobraron m¨¢s de una vida, hoy el bronceado es una cuesti¨®n de salud y est¨¦tica a partes iguales. En palabras de la doctora Adriana Rib¨¦, dermopat¨®loga y directora del centro Ribe Clinic, de Barcelona, ¡°es importante tener sentido com¨²n, aprovechar los beneficios del sol y evitar sus perjuicios¡±. Unas cualidades que, m¨¢s all¨¢ de lo est¨¦tico, entran en el terreno de lo psicol¨®gico y que esta profesional resume en dos palabras: ¡°Acci¨®n antidepresiva¡±. El sol nos pondr¨¢ m¨¢s guapos, pero tambi¨¦n m¨¢s contentos. Y de lo que se trata ahora es de alargar la vida del moreno m¨¢s all¨¢ de las vacaciones.

Frente al boom?de las cabinas de rayos UVA, ?ngel Pizarro, jefe de la unidad de prevenci¨®n y diagn¨®stico precoz de melanoma de la Cl¨ªnica Dermatol¨®gica Internacional (Madrid), recomienda el ¡°uso de productos autobronceadores t¨®picos¡±. As¨ª se logra un efecto cosm¨¦tico agradable sin incrementar el ¡°riesgo¡± de c¨¢ncer de piel. La ¨²ltima moda es el bronceado con una loci¨®n derivada de la ca?a de az¨²car. Y los nutricosm¨¦ticos. Por supuesto, sin olvidar la crema solar con un factor de protecci¨®n alto antes de tumbarse en la arena.