Conexiones
En la Argentina no se habla de otra cosa, y desde entonces ¡°el caso L¨®pez¡± es ¨¦l
En 1976 el alba?il Julio L¨®pez fue secuestrado por los militares de la dictadura argentina, permaneci¨® desaparecido hasta 1979 y logr¨® sobrevivir. El 18 de septiembre de 2006, despu¨¦s de declarar en un juicio cuyo testimonio fue clave para la condena a prisi¨®n perpetua de Miguel Etchecolatz, torturador y mano derecha de genocidas peores que ¨¦l, Julio L¨®pez desapareci¨®, ahora por segunda vez y para siempre. Se lo recuerda ¡ªpoco¡ª como ¡°el primer desaparecido de la democracia¡± y fue, durante un tiempo, ¡°el caso L¨®pez¡±. Esos acontecimientos tuvieron lugar bajo el Gobierno de N¨¦stor Kirchner, que lleg¨® a la presidencia desde su provincia, Santa Cruz, rodeado por un equipo de confianza en el que se contaba otro L¨®pez, de nombre Jos¨¦. Durante su Gobierno y el de Cristina Kirchner, Jos¨¦ L¨®pez fue secretario de Obras P¨²blicas y manej¨® fondos por unos 9.000 millones de euros. El martes 14 de junio de 2016, cuando ya no era funcionario, fue detenido por la polic¨ªa en el monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Se?ora de F¨¢tima, en las afueras de Buenos Aires, apenas despu¨¦s de haber revoleado al patio del convento, por encima del tapial, bolsos con casi nueve millones de d¨®lares en efectivo. Mientras lo deten¨ªan, pidi¨® a gritos a las monjas que lo defendieran porque la polic¨ªa quer¨ªa robarle el dinero que ¨¦l, a su vez, hab¨ªa robado para donarles a ellas (sic). En la Argentina no se habla de otra cosa, y desde entonces el caso L¨®pez es ¨¦l. Como el alba?il se llamaba Julio, y este se llama Jos¨¦, la gente confunde nombres y dice cosas como que ¡°Julio¡± L¨®pez es un corrupto despreciable, la mierda humana. No hay conexi¨®n entre ambos, pero el equ¨ªvoco es la met¨¢fora de lo que siempre sucede: la aniquilaci¨®n de los honestos bajo la sombra inmunda de los sucios. L¨®pez, aquel L¨®pez, ha desaparecido por completo: ya no le queda ni su nombre.
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