En las petromonarqu¨ªas hay que leer entre l¨ªneas
Apenas 50 mujeres saud¨ªes consiguen el derecho a viajar sin un tutor masculino
A primera vista parece una noticia positiva: ¡°50 mujeres saud¨ªes reciben el derecho a viajar sin tutor masculino¡±, anuncia el titular de The Saudi Gazette. Pero como sucede a menudo con las informaciones amables que son la norma en las petromonarqu¨ªas de la pen¨ªnsula ar¨¢biga, hay que leer entre l¨ªneas para desentra?ar el verdadero significado del dato.
?Si es noticia que 50 mujeres vayan a poder viajar sin un hombre que las tutele, quiere decir que el resto de las saud¨ªes (la mitad de los 21 millones de nacionales del reino) no pueden hacerlo. Y que 10,5 millones de personas necesiten permiso de otra para desplazarse, incluso restando las menores de edad, son muchos millones. Claro que para la legislaci¨®n saud¨ª, las mujeres son eternas menores que precisan un mehram, o custodio legal.
Esa tarea corresponde primero al padre y luego al marido, y en ausencia de estos, a un hermano, un hijo u otro hombre con el que la relaci¨®n familiar haga imposible el matrimonio. La figura existe tambi¨¦n en otros pa¨ªses de la zona, pero en ninguno la llevan al extremo de Arabia Saud¨ª. En ese rico pa¨ªs petrolero, el ¨²nico del mundo que proh¨ªbe conducir a las mujeres, estas necesitan el permiso escrito de su mehram para ir a la universidad, trabajar, casarse, viajar, obtener un pasaporte e incluso someterse a ciertas intervenciones m¨¦dicas.
El asunto adquiere tintes kafkianos en caso de muerte del mehram. Sin var¨®n que las respalde, las mujeres no son (y eso a pesar de que hace unos a?os se les autoriz¨® a tener carn¨¦ de identidad). Entonces no queda m¨¢s remedio que acudir a los tribunales y as¨ª es como las protagonistas de esta historia han logrado que un juzgado de familia de Yeddah les autorice a viajar con sus hijos.
Ahora, las reformas anunciadas por Riad para hacer frente a la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo incluyen aumentar la participaci¨®n de la mujer en la fuerza de trabajo. Resulta dif¨ªcil imaginar c¨®mo va a lograrse sin abolir el sistema de tutela y la prohibici¨®n de que las mujeres conduzcan.
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