Por fin, en casa
Una organizaci¨®n alemana pone en contacto a refugiados con residentes que tienen una habitaci¨®n de sobra
Cuando los planes del ej¨¦rcito sirio fueron revelados, su padre le dijo que era el momento de marcharse. As¨ª que Hamad (nombre ficticio), un estudiante de inform¨¢tica de 24 a?os de Damasco, sali¨® a la carretera durante un arriesgado mes y medio: a trav¨¦s de Turqu¨ªa, Grecia, Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia, Italia y Francia, y despu¨¦s, el pasado septiembre, lleg¨® a Alemania. Los servicios sociales alemanes lo ubicaron en un aula en desuso de Berl¨ªn con otros ocho refugiados. "Si nueve personas viven en la misma habitaci¨®n, habr¨¢ problemas. Una persona quiere dormir, otra no quiere dormir; alguien quiere las luces encendidas pero el otro, y as¨ª sucesivamente", dice Hamad. Una organizaci¨®n basada en Internet llamada Refugees Welcome (Bienvenidos Refugiados, Fl¨¹chtlinge Willkommen en alem¨¢n), a menudo descrito como Airbnb para refugiados, solucion¨® sus problemas.
Pusieron a Hamad junto con el estudiante de medicina Constantin Thieme, tambi¨¦n de 24 a?os. Hamad tiene ahora una habitaci¨®n para ¨¦l solo en el apartamento de Thieme: una c¨®moda, un armario, una cama, y una ventana con vistas a su nuevo vecindario, en el barrio aburguesado de Wedding. Thieme dice que fue f¨¢cil ofrecer su dormitorio extra a trav¨¦s de la p¨¢gina web, que conecta refugiados con familias, jubilados, estudiantes y cualquier persona con una habitaci¨®n de sobra.
Ya estaba alquilando su dormitorio a corto plazo. De esta manera, podr¨ªa ayudar a los refugiados, al mismo tiempo. Los dos hombres se encontraron por primera vez en la cocina de Thieme. Fue breve. "Realmente no nos dijimos mucho. Simplemente para m¨ª obvio que nos llevar¨ªamos bien, "dice, mientras Hamad se r¨ªe y asiente. Refugees Welcome fue creada a finales de 2014 por tres j¨®venes alemanes, Mareike Geiling, Jonas Kakoschke y Golde Ebding. Su motivaci¨®n era dar un hogar mejor a los refugiados que a menudo viven en campamentos a las afueras de pueblos y ciudades y, por lo tanto, sin ninguna posibilidad de poder integrarse.
La organizaci¨®n cuenta ahora con un personal de seis miembros a tiempo completo y 60 voluntarios, y ha ayudado a albergar a unos 287 refugiados en toda Alemania. Su ¨¦xito se est¨¢ extendiendo por todas partes como los propios refugiados, con p¨¢ginas web nacionales en Espa?a, Portugal, Pa¨ªses Bajos, Canad¨¢, Austria, Polonia, Grecia, Suecia e Italia. M¨¢s de 5.000 pisos compartidos est¨¢n actualmente registrados en todo el mundo. Despu¨¦s de que los usuarios registren su habitaci¨®n disponible, la organizaci¨®n los conecta con organismos locales de refugiados que tienen listas de solicitantes de asilo registradas.
Refugees Welcome puede incluso ayudar a encontrar maneras de pagar el alquiler del refugiado si es necesario. Thieme, por ejemplo, recaud¨® 500 euros a partir de los amigos de Facebook a la espera de que los papeles de Hamad fueran tramitados por el gobierno. "Fue realmente incre¨ªble lo positivas que fueron las reacciones, porque muchos de ellos s¨®lo dec¨ªan 'Es genial, esto es algo donde realmente se ve ad¨®nde va el dinero y no es tan an¨®nimo'". Para asegurarse de que el resultado va a ser bueno, las personas que ofrecen alojamiento les preguntan qu¨¦ idiomas hablan, c¨®mo son sus compa?eros de casa, si los tienen, y les piden describir su ciudad y sus alrededores.
Los voluntarios de la p¨¢gina web gestionan las disputas o problemas de los pisos compartidos, que deben durar al menos medio a?o, aunque la media es de ocho a 12 meses. Si las cosas no salen bien despu¨¦s de que un refugiado se mude -y esto s¨®lo ha ocurrido en un peque?o n¨²mero de casos, se le ofrece alojamiento en otro lugar. El cofundador Mareike Geiling, que alberga un refugiado a su casa, dice que ha habido problemas de crecimiento debido al flujo masivo de refugiados hacia Alemania -m¨¢s de un mill¨®n el a?o pasado solo, el contingente m¨¢s grande en la Uni¨®n Europea. "Ha sido un reto trabajar con organizaciones externas, tales como las autoridades estatales que no est¨¢n digitalizadas y cuyo ritmo no es tan r¨¢pido como nuestro trabajo nos obliga a tener".
Mientras que las tensiones pol¨ªticas en torno a las medidas de puertas abiertas de la canciller Angela Merkel crecen, el ¨¢nimo reacio de la poblaci¨®n a?ade otro problema para esta organizaci¨®n dependiente de las donaciones. Desde que Merkel dio la bienvenida a los refugiados sirios "sin l¨ªmites" en el verano de 2015, miles de alemanes respondieron a su llamada para crear una "cultura de bienvenida" recibiendo a los migrantes en las estaciones de tren con alimentos, ropa y juguetes para ni?os. Desde entonces, la canciller ha sido criticada desde el interior de su propia coalici¨®n de gobierno. El populista partido anti-inmigrante Alternative f¨¹r Deutschland ha obtenido buenos resultados en las elecciones regionales. Ha habido un aumento en los incendios provocados en las viviendas de refugiados. Sin embargo, Thieme dice, abrir tu casa es la mejor manera de superar los miedos basados en la ignorancia y su punto de vista ha cambiado: "Hamad no es para nada el hombre ¨¢rabe estereotipado, pienso que es muy abierto de mente, no es la imagen que se crea en los medios de comunicaci¨®n o por algunos pol¨ªticos".
Hamad ha solicitado asilo, pero es probable que tenga que esperar meses antes de obtener el permiso de trabajo. Mientras tanto, ha comenzado las clases de alem¨¢n, despu¨¦s de semanas y semanas estudiando s¨®lo con un libro de texto. Aunque ¨¦l y Thieme hablan ingl¨¦s por ahora, dice que vivir con una persona alemana tiene grandes ventajas con respecto a vivir con otros refugiados: "Es mejor en un mill¨®n de maneras. Haces m¨¢s conexiones porque est¨¢s viviendo con alemanes reales". Los dos j¨®venes disfrutan de la compa?¨ªa del otro y van juntos a un restaurante una vez por semana, a pesar de la apretada agenda de Thieme. Tambi¨¦n celebraron Nochevieja juntos, al estilo de Berl¨ªn. Hamad dice que sus padres est¨¢n de vuelta en Damasco, est¨¢n contentos de que haya encontrado un hogar tan lejos de casa. Tambi¨¦n agradece a los alemanes que le han hecho sentirse bienvenido. Pero mientras espera una respuesta a su solicitud de asilo, mantiene la esperanza de que alg¨²n d¨ªa la guerra pare. "Hay mucho trabajo por hacer en mi pa¨ªs. Si termina y hay paz, mi pa¨ªs me necesita".
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