Tindersticks, la banda que estuvo a punto de ser destruida por la industria
El grupo vive una nueva etapa buscando la espontaneidad de sus inicios. Este mes de julio tocan en el Atlantic Fest de Illa de Arousa (Pontevedra)
¡°Soy consciente de que es un producto de calidad¡±, nos dice Stuart Staples, ¡°pero nunca vi Los Soprano. Probablemente sea la ¨²nica persona en el mundo que no haya visto esa serie¡±. Los que s¨ª la hayan visto, quiz¨¢s recuerden de forma v¨ªvida los minutos de la primera temporada en los que suena Tiny Tears de Tindersticks, inclasificable banda liderada por un Stuart que, si bien parece no mostrar inter¨¦s por la ficci¨®n televisiva, no se puede decir que viva de espaldas al mundo audiovisual. ¡°En cuanto termine esta gira, empezar¨¦ a trabajar en una banda sonora para Claire¡±, avanza, sobre su nueva colaboraci¨®n -y van siete- con la realizadora francesa Claire Denis. ¡°Nunca me dice d¨®nde poner la m¨²sica, ni c¨®mo ha de sonar ¨¦ste o aquel tema en concreto, por lo que gozo de una libertad inusual colaborando con ella¡±, celebra. ¡°No es habitual que en un trabajo de encargo puedas, como yo aqu¨ª, explorar y probar cosas extremas¡±. Si hablamos de la querencia por probar cosas extremas, ah¨ª va un dato: cada uno de los miembros de Tindersticks vive en un pa¨ªs diferente. ¡°Yo ahora vivo en Francia; David est¨¢ en la Rep¨²blica Checa; a Earl lo tenemos en Berl¨ªn¡±, empieza a enumerar, sin que demos cr¨¦dito. ¡°Tenemos que hacer un esfuerzo extra para ensayar y grabar, claro, pero eso hace que apreciemos y aprovechemos mucho el tiempo que pasamos juntos¡±, a?ade.
Hubo un momento en que, para Tindersticks, la distancia entre sus respectivos integrantes no importaba demasiado. En 2003, el grupo entr¨® en animaci¨®n suspendida, a la vez que Staples comenzaba a publicar ¨¢lbumes por su cuenta. ¡°Realmente parec¨ªa que no ¨ªbamos a volver¡±, declara el cantante. ¡°Nosotros empezamos con un esp¨ªritu juvenil e inconsciente. No hac¨ªamos m¨²sica pensando en agradar a los dem¨¢s, ni en formar parte de ninguna escena, sino que toc¨¢bamos para divertirnos¡±, recuerda, ¡°pero todo eso cambi¨® cuando empezamos a ser conocidos y a tener que lidiar con la industria musical¡±. La autoconciencia, nos revela, casi termina con Tindersticks. ¡°Sent¨ªa que algo fallaba¡±, confiesa, ¡°y no descartaba que fuese yo mismo el responsable de ello¡±. Para desmentir este diagn¨®stico, Staples se empez¨® a labrar una carrera en solitario. ¡°Siento nostalgia por esa etapa¡±, asegura. ¡°Era agradable poder trabajar sin expectativas a corto plazo y sin la necesidad de girar¡±. Estos a?os le sirvieron para saber qui¨¦n era y qu¨¦ quer¨ªa; y lo que quer¨ªa era volver a tocar con sus amigos. ¡°La amistad no fue lo ¨²nico que nos hizo reconstruir Tindersticks¡±, puntualiza, sobre la vuelta del grupo en 2008, ¡°sino que para nuestros ¨²ltimos ¨¢lbumes, grabados en mi estudio de Francia, quisimos recuperar la libertad de nuestros inicios, cuando no sab¨ªamos hacia d¨®nde ¨ªbamos exactamente¡±.
Si la vuelta a los or¨ªgenes ha sido capital para que exista esta segunda encarnaci¨®n de Tindersticks, Staples s¨ª que localiza algunas distinciones entre el pasado y el presente de su carrera. ¡°Cuando te haces mayor -y teniendo en cuenta que para hacer canciones tienes que ser sincero con tus propias ideas- eres m¨¢s cuidadoso con lo que quieres y lo que no quieres compartir con el p¨²blico¡±, considera. ¡°Por otro lado, siento que convertirte en un artista, en uno de verdad, pasa por ir perdiendo tus influencias por el camino; por lo menos las obvias¡±, sentencia. Sin embargo, despojarse de referentes no es suficiente, al parecer, para llegar a la posici¨®n log¨ªstica perfecta desde la que Staples consigue crear canciones como Show me everything o Let's pretend. ¡°A veces, cuando escribo una canci¨®n, no tengo la sensaci¨®n de estar tomando ninguna decisi¨®n propia. Yo no escojo sobre qu¨¦ voy a cantar, sino que las canciones vienen a m¨ª. En mi mano s¨®lo est¨¢, seg¨²n vienen, el aceptarlas o no hacerlo¡±, nos explica. ¡°Las canciones dan conmigo, nunca al rev¨¦s¡±.
¡°Cuando canto una de mis canciones, me siento profundamente conectado al sentimiento que la origin¨®¡±, expone. ¡°Las canciones nacen de un instante especial, y mi responsabilidad es transmitir ese instante cuando las interpreto¡±. La solidez de declaraciones como ¨¦sta se pondr¨¢ a prueba en la pr¨®xima edici¨®n del Atlantic Fest, pr¨®xima cita nacional en la que se ha programado un directo de Staples y sus Tindersticks. ¡°Creo que lograremos redefinir la concepci¨®n que el p¨²blico espa?ol tiene de Tindersticks, porque somos una destilaci¨®n de lo que ¨¦ramos antes¡±, avanza, sobre un proyecto musical que siente como nuevo.Revigorizando el grupo con algunos miembros de nuevo cu?o, Stuart admite que las nuevas incorporaciones han tenido gran impacto, y para bien, en la din¨¢mica de la banda. ¡°Nunca imaginamos encontrar a m¨²sicos tan incre¨ªbles como Dan o Earl¡±, dice de, respectivamente, del bajista y del bater¨ªa de Tindersticks. ¡°Nos ayudan a crear ese tipo de espacio musical que invita a la gente a entrar y ver qu¨¦ ocurre¡±, termina. ¡°En concierto pueden pasar¡±, y seguro pasan, ¡°cosas muy especiales¡±.
Esa fue la causa de que el grupo entrara en animaci¨®n suspendida, mientras Staples se labraba una carrera en solitario. "Siento nostalgia de esa etapa. Era agradable poder trabajar sin expectativas a corto plazo y sin la necesidad de salir de gira". Esos a?os le sirvieron para saber qui¨¦n era y qu¨¦ quer¨ªa; y lo que quer¨ªa era volver a tocar con sus amigos.
"La amistad no fue lo ¨²nico que nos hizo reconstruir Tindersticks", puntualiza, "tambi¨¦n quisimos recuperar la libertad de nuestros inicios, cuando no sab¨ªamos hacia d¨®nde ¨ªbamos". La deriva, no en vano, es el m¨²sculo de este frontman: "Las canciones dan conmigo, nunca al rev¨¦s".
? Atlantic Fest se celebra el 1, 2 y 3 de julio en Illa de Arousa. M¨¢s info en su web.
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