La ventriloqu¨ªa de HABITAT III
Por Fernando Carri¨®n *
Hace 40 a?os en la ciudad de Vancouver (1976) se llev¨® a cabo la primera reuni¨®n de ONU-HABITAT destinada a dise?ar pol¨ªticas urbanas a nivel planetario. En esa cumbre se legitim¨® la oficina de Naciones Unidas ¨CHABITAT- con la misi¨®n de velar por los llamados ¡°asentamientos humanos¡± y ¡°h¨¢bitat¡±, conceptos importados de las ciencias naturales. Sin duda fue un avance porque los pa¨ªses miembros del organismo internacional reconocieron a las ciudades como una problem¨¢tica que requer¨ªa un tratamiento especializado de car¨¢cter internacional. En esa ocasi¨®n los debates giraron alrededor del agudo proceso de urbanizaci¨®n que se viv¨ªa a escala mundial, producto de la vigorosa migraci¨®n rural/urbana y del crecimiento natural de la poblaci¨®n, que produjeron un significativo crecimiento en las ciudades, al extremo que dieron lugar al aparecimiento de los asentamientos humanos, denominados seg¨²n el pa¨ªs que se trate como: favelas en Brasil, villas miseria en Argentina, pueblos j¨®venes en Per¨², barrios de rancho en Venezuela, colonias populares en M¨¦xico o callampas en Chile. La emergencia de esta problem¨¢tica termin¨® por construir una ¡°ciudad dual¡±: informal/formal; legal/ilegal.
La segunda cumbre se celebr¨® en la ciudad de Estambul en 1996, teniendo como ejes de debate la globalizaci¨®n (La ciudad global) y las tesis del neoliberalismo (ciudad neoliberal), enmarcados, por un lado, en los procesos del llamado ¡°Consenso de Washington¡±, que impuls¨® la desregulaci¨®n del mercado, la descentralizaci¨®n y el reposicionamiento de los organismo internacionales de cooperaci¨®n en materia urbana. Y por otro lado, en la b¨²squeda de la eficiencia en la gesti¨®n, para lo cual se recurri¨® a las t¨¦cnicas cuantitativas de medici¨®n de resultados, que luego tendr¨ªan su correlato en los denominados ¡°objetivos del milenio¡± nacidos en la cumbre mundial del a?o 2.000, realizada en la sede de la ONU en Nueva York.
Hoy estamos a las puertas de la tercera conferencia mundial de HABITAT, que ha sido preparada durante varios a?os con muchas reuniones nacionales, regionales y mundiales. En este caso las ciudades ¨Cconvertidas en un objeto de acci¨®n, pero sin sujeto- han cambiado notablemente, al extremo que se encuentra entre los tres actores mundiales actuales: a) los Estados en decadencia, b) el mercado representado por las grandes corporaciones transnacionales y c) las ciudades mediante los municipios, que han logrado un protagonismos ¨²nico.
Hoy en d¨ªa las ciudades tienen presencia internacional como metr¨®polis (Nueva York, Londres, M¨¦xico), clusters (del salm¨®n en Chile, de la tecnolog¨ªa en Silicon Valley) y mancomunidades (48 municipios en frontera Ecuador-Per¨²); pero tambi¨¦n han logrado un gran desarrollo institucional con la constituci¨®n de un organismo inter urbano ¨Cno inter nacional- denominado ¡°Ciudades y Gobiernos Locales Unidos¡± (CGLU), que tiene como finalidad: ¡°Ser la voz unida y representaci¨®n mundial de los gobiernos locales aut¨®nomos y democr¨¢ticos, promoviendo sus valores, objetivos e intereses, a trav¨¦s de la cooperaci¨®n entre los gobiernos locales y regionales, y ante la vasta comunidad internacional¡±.
La cooperaci¨®n internacional (incluido ONU-HABITAT) que impuls¨® con fuerza la descentralizaci¨®n del Estado para que las ciudades puedan tener su auto gobierno; no supieron adecuarse a sus mismos postulados; por ejemplo, cuando los gobiernos locales les solicitan cr¨¦dito de manera directa, inmediatamente se les niega porque esas instituciones solo otorgan a las naciones o, en su defecto, cuando les otorgan un pr¨¦stamo lo hacen bajo los cupos, garant¨ªas y prioridades nacionales. De igual forma, estas organizaciones internacionales formulan propuestas de pol¨ªtica urbana sin considerar a las urbes, tan es as¨ª que cuando organizan las cumbres de las ciudades ellas no est¨¢n presentes a trav¨¦s de las autoridades democr¨¢ticamente electas.
En Quito se celebrar¨¢ la ¡°cumbre de las ciudades¡± para definir la pomposamente denominada ¡°Nueva Agenda Urbana¡± sin que las ciudades est¨¦n presentes. Esta nueva agenda nace de los informes que los gobiernos nacionales preparan, luego sigue con procesamiento que hacen los organismos regionales de HABITAT (consultores privados) y finalmente llegan a Nairobi, sede de HABITAT, donde con apoyo de consultor¨ªas privadas elaboran el documento base, que hoy circula a manera de borrador con el nombre ¡°Zero Draft of the new Urban Agenda¡± (May, 2016).
En esta cumbre se resolver¨¢ lo que se debe hacer en la ciudad sin que sus gobiernos tengan voz y voto; es decir, un objeto sin sujeto o una ciudad sin gobiernos locales. En otras palabras una ventriloquia inaceptable, donde otros hablan y deciden por la ciudad. Es como si desde la primera cumbre de HABITAT no hubiera cambiado nada: los gobiernos nacionales y sus organizaciones internacionales deciden sobre las ciudades, como sujeto ausente.
Hoy el mundo es urbano. En 2007 ¨Cseg¨²n HABITAT- la poblaci¨®n urbana super¨® a la que resid¨ªa en el campo, mientras en Europa y las Am¨¦ricas los habitantes concentrados en ciudades est¨¢n por encima del 80 por ciento. Adem¨¢s a nivel mundial la pol¨ªtica es fundamentalmente urbana, como lo es la econom¨ªa y la sociedad; sin embargo las ciudades son simplemente objetos de intervenci¨®n: yo participo, t¨² participas, nosotros participamos, ellos deciden. Es como si HABITAT, la cooperaci¨®n internacional y los gobiernos nacionales no se hubieran dado cuenta que el mundo se hizo urbano, que las ciudades son comunidades pol¨ªticas aut¨®nomas y que hoy las relaciones predominantes son inter urbanas y no inter nacionales. Por eso la gran demanda del mundo actual es la construcci¨®n de un nuevo orden mundial sobre la base en esta nueva realidad, donde la cooperaci¨®n no asuma la ventriloquia de la ciudad. El CGLU existe y es la organizaci¨®n que debe convocar la pr¨®xima cumbre de ciudades en no m¨¢s de diez a?os.
* Fernando Carri¨®n es profesor e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Ecuador.
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