A trompicones
La reformulaci¨®n de la UE ser¨¢ uno de los grandes asuntos que tendr¨¢ que encarar el gobierno que se forme en los pr¨®ximos d¨ªas
Cuando lean esta columna, ustedes ya sabr¨¢n qui¨¦n, o qui¨¦nes, han ganado las elecciones de ayer. Mientras la escribo, yo a¨²n no lo s¨¦, as¨ª que estas palabras est¨¢n condenadas de antemano al limbo particular de los columnistas que publicamos los lunes. Soy consciente de que el Brexit, a estas alturas, estar¨¢ muy pasado de moda, y sin embargo, no recurro a ¨¦l porque no tenga otro tema para salir del paso. Aunque, de entrada, nuestra situaci¨®n y la de Reino Unido no tengan nada que ver, las inc¨®gnitas de la legislatura que empieza guardan ciertos v¨ªnculos con el proceso que culmin¨® en aquel refer¨¦ndum. Lo de menos es el papel de las encuestas, e incluso la insolidaridad, el paradigm¨¢tico ego¨ªsmo insular manifestado en las urnas. Muchos brit¨¢nicos parecen haber votado con las tripas, acatando por instinto consignas enga?osas, citando a Churchill sin saber a qu¨¦ les expone su decisi¨®n. Han actuado por miedo a los refugiados que ¡ªcreen ellos¡ª ya nunca les invadir¨¢n, ni afectar¨¢n a su modo de vida, como si los exiliados sirios fueran una reencarnaci¨®n de la Luftwaffe. M¨¢s all¨¢ de este espejismo, su decisi¨®n compromete el futuro de la Uni¨®n Europea, certificando el fracaso de un proyecto que antepuso progresivamente los intereses de las corporaciones financieras al bienestar de los ciudadanos. Resulta parad¨®jico que la bofetada no provenga de la izquierda que lleva a?os denunciando ¡ªcon poca pasi¨®n, eso s¨ª¡ª esta deriva, sino de una derecha pasada de rosca, pero a menudo la historia avanza a trompicones, de contradicci¨®n en contradicci¨®n. Aunque no haya surgido en la campa?a, la reformulaci¨®n de la UE ser¨¢ uno de los grandes asuntos que tendr¨¢ que encarar el Gobierno que se forme en los pr¨®ximos d¨ªas. Ojal¨¢ acierten.
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