El arroz dorado solivianta a Greenpeace
El gran reto de la humanidad es suministrar alimentos (nutritivos) a 7.000 millones de personas, y el de los cient¨ªficos, garantizar que sean seguros
El arroz dorado se diferencia de otras variedades por su color y porque alberga genes de narcisos, guisantes, bacterias y virus. Unidos, estos elementos producen betacaroteno, el mismo pigmento que da a las zanahorias su caracter¨ªstica tonalidad y que una vez ingerido se transforma en vitamina A. Esta semilla fue creada a finales de los a?os noventa por los cient¨ªficos Igno Potrykus y Peter Beyer, y ya en aquellos tiempos chocaron con el recelo de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, la oposici¨®n de las grandes corporaciones alimentarias y biotecnol¨®gicas ¡ªenredadas en guerras de patentes¡ª y la intransigencia de los ecologistas.
Desde el principio, los activistas de Greenpeace han sido los m¨¢s beligerantes y tenaces. Llevan medio siglo torpedeando al arroz dorado, y los cient¨ªficos creen que ha llegado la hora de plantar cara a la poderosa ONG ambientalista. M¨¢s de un centenar de premios Nobel han firmado una carta en la que acusan a Greenpeace de ¡°crimen contra la humanidad¡± por obstaculizar el cultivo de un cereal que podr¨ªa reducir o eliminar gran parte de las enfermedades causadas por falta de vitamina A, carente en la dieta com¨²n de millones de habitantes de Asia, ?frica y Am¨¦rica Latina.
?Los 109 cient¨ªficos de primera fila lanzan esta reprimenda contra Greenpeace por ¡°tergiversar los riesgos, beneficios e impactos¡± de los cultivos modificados gen¨¦ticamente, una andanada que congenia con la punzante cr¨ªtica firmada hace 15 a?os por el propio Potrykus cuando dijo que el 80% de los gastos en programas humanitarios de la OMS ¡°se va en sueldos¡±.
Solo al o¨ªrla, la palabra transg¨¦nico provoca desconfianza en una parte de la poblaci¨®n, pertenezca o no a organizaciones ecologistas. ?Ignorancia o prevenci¨®n? En Europa, donde la legislaci¨®n es mucho m¨¢s severa que en Estados Unidos, los consumidores est¨¢n cada vez m¨¢s preocupados por lo que comen. Han tenido la mala experiencia de las vacas locas. De modo que cuando alguien aspiraba a comercializar en la UE una planta modificada gen¨¦ticamente ten¨ªa que presentar un informe que costaba unos 20 millones de euros. Quienes lo defienden argumentan que del arroz dorado se beneficiar¨ªan 250 millones de personas, especialmente los 500.000 ni?os que cada a?o quedan ciegos por falta de vitamina A. Los que lo combaten insisten en que no hay pruebas de que los transg¨¦nicos sean inocuos a largo plazo, am¨¦n de los perjuicios que provoca el uso masivo de herbicidas en el medio ambiente.
Desde hace 10.000 a?os, la gastronom¨ªa b¨¢sica se apoya en tres cultivos: trigo, ma¨ªz y arroz. El gran reto de la humanidad es suministrar alimentos (nutritivos) a 7.000 millones de personas. Y los investigadores que experimentan con tecnolog¨ªa gen¨¦tica est¨¢n obligados a garantizar que todas las especies vegetales que se ingieren sean seguras, independientemente de los dictados del mercado o de la cuenta de resultados de las corporaciones agr¨ªcolas. La salud est¨¢ en juego. Y los ecologistas, en alerta.
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