La hamburguesa de 86 kilos y otras locuras de la comida 'yanqui'
Analizamos la peculiaridad de la cocina estadounidense en la que las tortitas gigantes, los helados de varios kilos y los batidos XXL se codean con gastronom¨ªa de fusi¨®n como la criolla
Menuda la que se ha montado en Madrid con la llegada de los Obama. Hemos visto c¨®mo la primera dama estadounidense se daba un ba?o de multitudes mientras degustaba ostras, salmorejo y tapas, muchas tapas. La fiesta del 4 de julio se ha cerrado en Madrid con una recepci¨®n por parte del embajador en el centro cultural Conde Duque, donde no han podido faltar viandas que llevarse a la boca. ?Qu¨¦ tendr¨¢ Espa?a para que todos los norteamericanos vengan a comer aqu¨ª como si no hubiera un ma?ana? ?Tan mal se come en su pa¨ªs?
El pa¨ªs de la hamburguesa
Del mismo modo que se asocia la paella o las tapas en general con Espa?a, la palabra hamburguesa y el norte de Am¨¦rica tienen la misma relaci¨®n que la Reina Madre y la ginebra. Y es que el cine y la televisi¨®n han convertido a este peculiar bocadillo en todo un estandarte de la gastronom¨ªa norteamericana; no tenemos m¨¢s que ver la m¨¢ster class que Tarantino nos hace en Pulp Fiction o Matt Groening y su Krusty Burger.
Una hamburguesa no tiene por qu¨¦ ser comida para gordos, en realidad puede ser un plato muy sano
Y no nos enga?emos; una hamburguesa no tiene por qu¨¦ ser comida para gordos. En realidad una hamburguesa es un plato muy sano, con la prote¨ªna de la carne roja, el cereal del pan y las vitaminas y la fibra de las verduras. Pero claro, si a un plato equilibrado le a?ades cuatro kilos de panceta, otro tanto similar de az¨²car en forma de mil salsas y cebolla caramelizada (que es el mal puro reencarnado), doble queso extra graso, un contenedor de obra de grasientas patatas fritas y de postre un batido helado de medio kilo, de poco servir¨¢ que pidas engullirlo con un refresco cero calor¨ªas. Eres un gordo en potencia. Pues eso es lo que sucede en Norteam¨¦rica, que la idea de un plato sano termina convirti¨¦ndose en alpiste para obesos m¨®rbidos. Y no es complicado encontrar una hamburguesa sana en ese pa¨ªs, lo dif¨ªcil es encontrar a un norteamericano que se la quiera comer.
Cuando comer mucho es un espect¨¢culo
Otra de las cosas que llaman la atenci¨®n a las pocas semanas de haber aterrizado en Estados Unidos es el tama?o que tienen las cosas. No s¨®lo las hamburguesas son m¨¢s grandes de lo normal por regla general, sino que tambi¨¦n lo son las pizzas, los s¨¢ndwiches, los helados, etc. A gran apetito, gran remedio, eso es matem¨¢tica pura. Y tal es su apetito, que una de las cosas de las que m¨¢s orgullosos se sienten es de los concursos de ¡°come todo lo que puedas hasta que revientes¡±. Es posible que muchos de vosotros hay¨¢is conocido estos famosos concursos de comer hasta la extenuaci¨®n gracias a Adam Richman y su Man VS Food, ac¨¢ Cr¨®nicas Carn¨ªvoras. Y aunque las competiciones de comer perritos calientes parecen, seg¨²n los telediarios, muy de ahora, la realidad es que estos concursos existen en Estados Unidos desde hace un siglo ni m¨¢s ni menos. En la actualidad el r¨¦cord lo tiene Joey Chestnut, un temerario que fue capaz en 2013 de zamparse 69 perritos calientes. ?Qu¨¦ comer¨ªa de postre?
Como no s¨®lo de perritos vive el hombre, Adam Richman nos hizo, en sus 4 temporadas, todo un recorrido por los retos de tragar comida m¨¢s bizarros de la geograf¨ªa yanqui. Desde lo m¨¢s descomunalmente grande a lo m¨¢s picante de entre todo lo picante, parte de la oferta de los restaurantes de comida r¨¢pida estadounidense puede venir asociada a un obsceno show de gula elevada a la en¨¦sima potencia. Y todo ello con un denominador com¨²n: si me lo acabo, no lo pago. Muchos restaurantes se convierten pr¨¢cticamente en cuadril¨¢teros de wrestling gastron¨®micos, donde los comensales son jaleados por miles de energ¨²menos que a¨²llan como lobos reci¨¦n castrados seg¨²n se va pegando cada bocado. El premio, adem¨¢s de no pagar las cien mil calor¨ªas que has ingerido, puede ser una camiseta y una foto para la posteridad. Y despu¨¦s de tal haza?a, no te ven como un suicida, sino como un h¨¦roe local.
Entre los retos m¨¢s descabellados, Richman visit¨® en la primera temporada la ciudad de Memphis, Tennessee, el Big Foot Lodge. All¨ª se intent¨® meter sin ¨¦xito entre pecho y espalda una descomunal hamburguesa de 3 kilos y medio que se qued¨® en el camino. La hamburguesa ven¨ªa acompa?ada de 2 kilos de carne, medio kilo de verdura y un pan de un kilo. Como se qued¨® en el camino aquel reto del 4 de noviembre de 2009, cuando intent¨® acabar (junto a 40 personas) con una hamburguesa de 190 libras (unos 86 kilos) y as¨ª entrar en el libro Guinness de los records por haber acabado con la hamburguesa m¨¢s grande del mundo. Vamos, lo normal. ?Qui¨¦n no ha decidido nunca quedar con 40 colegas un s¨¢bado por la tarde para comerse una hamburguesa del tama?o del Bernab¨¦u?
En los postres recordamos tortitas mastod¨®nticas y batidos interminables, como lo que se zamp¨® en la segunda temporada en el reto de la Mac Daddy Pancake en Honolulu, Hawaii. Un plato de tortitas de dos kilos ahogadas en un oc¨¦ano de mantequilla y glaseado de vainilla. Se lo trag¨® en 90 minutos. Aunque lo que sin duda me dej¨® sin palabras fue el reto en la Cremer¨ªa de San Francisco, llamado ¡°El fregadero¡±. En esta ocasi¨®n se comi¨® un barre?o con ocho bolas gigantes de helado cuyo peso eran 2 galones (aproximadamente siete litros y medio), con sus respectivos siropes y acompa?amientos y ocho porciones de crema batida; todo ello en tan s¨®lo 45 minutos, sobr¨¢ndole 15 para quiz¨¢s tomarse un digestivo. ?Alguien puede encontrar sentido a todo eso? En Estados Unidos es todo muy normal.
Aunque muchos se llevan las manos a la cabeza con este tipo de pr¨¢cticas, en El Bo?ar de Le¨®n de Madrid hace siglos que los lunes te regalaban un viaje a Canarias si consegu¨ªas terminarte el cocido leon¨¦s que pon¨ªan en el men¨². Haza?a bien imposible. El premio de Mediterr¨¢nea de Hamburguesas de Valencia por tragarte en una hora dos kilos y medio de hamburguesas es tu propio peso en cerveza, ni m¨¢s ni menos. Este sarao de tragaldabas va por su segunda edici¨®n y lo llamaron Burger Challenge. ?Tendremos pronto a la youtuber GloZell en Valencia o se ir¨¢ de pedo por la Costa Blanca, la millor terreta del m¨®n?
El que no come sano es porque no quiere
Estados Unidos es el pa¨ªs de la diversidad. Si bien es cierto que las versiones que hacen all¨ª los chefs de los platos espa?oles o franceses son aut¨¦nticas barbaridades, el caso es que fueron los estadounidenses los primeros impulsores del ¡°bajo en calor¨ªas¡±, de la comida ecol¨®gica y del fast food sano. Porque s¨ª, la comida r¨¢pida no es sin¨®nimo de poco sana o nociva para la salud. En Estados Unidos y en el resto de pa¨ªses hay miles de conceptos fast food que son bien saludables y que perfectamente pueden estar integrados en nuestro d¨ªa a d¨ªa. El problema que hay en Estados Unidos es posiblemente la comodidad, la poca predisposici¨®n que tienen para cocinar y la facilidad que hay para encontrar ya todo precocinado y listo para calentar en el microondas. En definitiva, no es un problema de opciones, sino m¨¢s bien de actitud.
Estereotipos fuera, si hemos de hablar de una cocina alucinante en el pa¨ªs de las oportunidades, esa es la cocina criolla
Decir que en Estados Unidos no se come sano o se come mal es un error garrafal. La gastronom¨ªa de Estados Unidos, m¨¢s que ser propia o aut¨®ctona, realmente es una reinterpretaci¨®n de otras. Estereotipos fuera, si hemos de hablar de una cocina alucinante en el pa¨ªs de las oportunidades, esa es la cocina criolla.
No podemos negar que la t¨ªpica cocina criolla del sur, es una aut¨¦ntica delicia. Posiblemente sea la mayor prueba para demostrar que efectivamente los estadounidenses, aunque no os lo cre¨¢is, tambi¨¦n comen pescado y marisco. Con ra¨ªces espa?olas y francesas, la cocina criolla es rica en verduras y legumbres, siendo el ma¨ªz un peso pesado en sus platos. Y la calabaza es el comod¨ªn del p¨²blico; desde cervezas hasta tartas y quesos se hacen con ella. ?Pensabais que s¨®lo las cultivaban para Halloween?
Estados Unidos es el pa¨ªs de las guarrindongadas en la mesa pero tambi¨¦n tiene una amplia oferta saludable que puedes disfrutar si t¨² quieres. Al final lo que importa es que te quede un buen sabor de boca y no pierdas la cabeza. Y s¨¦ que es una guarrer¨ªa, pero ese intento de macarrones con queso de sobre que comen en Estados Unidos a m¨¢s de uno nos hace perder la cabeza. ?Dios bendiga Am¨¦rica!
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