El avestruz y la yihad
Nos cuesta admitir que el Estado Isl¨¢mico ha puesto en marcha otro tipo de guerra mundial
La ¨²ltima ofensiva terrorista de ISIS corre el riesgo de inscribirse en la f¨®rmula nietzscheana del eterno retorno de lo igual. Conmoci¨®n en Occidente, l¨®gicamente de superior intensidad en el pa¨ªs afectado, debates cada vez menos precisos en torno al qu¨¦ hacer, y finalmente silencio en espera del siguiente atentado. Un poco como si levantar la voz sobre la naturaleza propia de esta estrategia fuera desaconsejable porque llevar¨ªa a atraer la atenci¨®n de los terroristas. La ¨²nica dimensi¨®n activada de la pol¨ªtica antiterrorista tiene lugar en el terreno de la seguridad, y tambi¨¦n aqu¨ª solo se registra una intensificaci¨®n cuando se ha producido el ¨²ltimo golpe.
Otros art¨ªculos del autor
Sigue existiendo una reticencia a admitir que nos encontramos ante una declaraci¨®n, y una puesta en marcha por parte de ISIS, de una guerra mundial de nuevo tipo. Un conflicto que solo parcialmente es convencional, en Siria e Irak, pero que, mediante una secuencia de espectaculares atentados terroristas, tiende a compensar la disparidad de recursos existente entre el Estado Isl¨¢mico y su enemigo, el mundo de los no-creyentes. Por su propia naturaleza, la guerra lanzada por el Estado isl¨¢mico requiere un tratamiento muy distinto de los enfrentamientos b¨¦licos convencionales. Y tampoco caben las estrategias contra el Mal al estilo de Bush, tan ineficaces a largo plazo como incompatibles con los derechos humanos. Olvidarlo puede llevar a un dilema falaz entre hacer la guerra contra el ISIS o refugiarse en la pasividad.
Una elecci¨®n a evitar, sustituy¨¦ndola por una pol¨ªtica antiterrorista que incluya dimensiones como la acci¨®n cultural y educativa en nuestros pa¨ªses respecto de las minor¨ªas musulmanas. Los yihadistas del mundo ¨¢rabe son inalcanzables, pero al menos podemos evitar en lo posible que nuestros j¨®venes musulmanes adopten una visi¨®n del Islam favorable a la guerra santa. De entrada, conviene destacar que los planteamientos doctrinales y las t¨¢cticas b¨¦licas del ISIS entroncan de modo directo con la pr¨¢ctica del primer Islam en el tiempo del profeta armado y sus sucesores, los ¡°piadosos antepasados¡±. Una concepci¨®n de la divinidad fundada sobre la esclavitud hace que el creyente, esclavo de Al¨¢, constituido en comunidad cerrada a los otros hombres, priva a estos de lo que entendemos por condici¨®n humana y les sit¨²a en el mismo plano de inferioridad que a los sometidos a la servidumbre humana. No cabe, pues, lamentar su destrucci¨®n, necesaria por oponerse a quienes siguen a Al¨¢, tanto no-creyentes como falsos musulmanes, hip¨®critas ¡ªcaso de Erdogan por su alianza con las potencias occidentales¡ª. ISIS no es ajeno al Islam, sino producto de una lectura rigorista, que desemboca en el ejercicio de la yihad a escala mundial, hasta que impere la verdadera fe. La trama ideol¨®gica que est¨¢ en la base del ISIS, incluida la restauraci¨®n del califato, reproduce las ideas y directrices contenidas en la acci¨®n del profeta y de sus sucesores en la fase de Medina de su vida pol¨ªtica, seg¨²n la lectura apuntada. Existir¨ªa un abismo entre los creyentes y sus enemigos, y entre ambos solo cabe una guerra sin cuartel, donde incluso los muertos son opuestos: unos son m¨¢rtires, otros van al infierno.
Como contrapunto al Islam rigorista hay un Islam progresivo del que nadie se acuerda entre nosotros
La biograf¨ªa can¨®nica de Mahoma por Ibn Ishaq ofrece m¨²ltiples testimonios de esa l¨®gica de actuaci¨®n, tanto por la prioridad de la mediaci¨®n b¨¦lica como por los episodios de eliminaci¨®n de los enemigos, sean estos clanes jud¨ªos de Medina, paganos de La Meca o poetas cr¨ªticos que sirven de ejemplo para un terror saludable. Cada acto de este tipo suscita la conversi¨®n inmediata de los allegados. Esta ejemplaridad interviene puntualmente en la l¨®gica de acci¨®n del ISIS, lo mismo que en la dimensi¨®n econ¨®mica, nivel organizativo tan presente en la yihad del profeta como en sus imitadores de hoy (de los rescates a la acci¨®n sobre las comunicaciones del enemigo).
Como contrapunto, hay un Islam progresivo, del que nadie se acuerda entre nosotros, propiciado por pensadores musulmanes, a partir de Averroes y de Rum¨ª, hasta Arkoun y Soroush hoy, que plantean una construcci¨®n doctrinal asentada sobre el Islam de La Meca, la concepci¨®n de la yihad como esfuerzo no b¨¦lico hacia Al¨¢, e incluso una aproximaci¨®n pluralista a la democracia a partir de la shura, el consejo. Ambos an¨¢lisis, los de la g¨¦nesis isl¨¢mica del Estado terrorista y los de la alternativa perfectamente viable, tienen que romper, y deben romper, la barrera de la ceguera voluntaria ante el tema. Nos va mucho en ello. Las ambig¨¹edades de Erdogan, islamista ortodoxo, pero hip¨®crita para ISIS, son ejemplo de la inutilidad de una v¨ªa media.
Antonio Elorza es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.