Piedra, papel, tijera

Este popular juego desmonta de un plumazo la aplicaci¨®n universal de una teor¨ªa matem¨¢tica consistente en que el orden de los factores no altera el producto. En Espa?a, por ejemplo, a nivel electoral esta propiedad conmutativa se desvanece por mor de la famosa ley de D¡¯Hondt, pues fij¨¦monos que aunque la suma de votos de ciertas tendencias pol¨ªticas alcance la mayor¨ªa, al no ser su traducci¨®n en esca?os proporcional, finalmente les imposibilita formarla. Ciertamente, premiar al partido m¨¢s votado no significa otra cosa que dar m¨¢s valor a unos votos que a otros, lo que puede representar que, en caso de fragmentaci¨®n, aunque mayoritariamente se haya apostado por piedra o papel, finalmente acabe por imponerse de nuevo la tijera. Fij¨¦monos, por tanto, en que el refr¨¢n popular consistente en dar gato por liebre gana nuevamente la partida a toda una teor¨ªa matem¨¢tica porque, a nivel electoral, el orden de los factores s¨ª altera, y mucho, el producto.¡ª Mart¨ª Gassiot. Barcelona.