La quimera de los eurobonos
Si Espa?a quiere la mutualizaci¨®n de la deuda debe demostrar que va a ceder soberan¨ªa
En Espa?a, pa¨ªs de escasos consensos, hay uno muy claro: los problemas de la Eurozona se arreglan con la mutualizaci¨®n de la deuda. Tanto el Gobierno del PP, como el PSOE y Ciudadanos, e incluso Podemos est¨¢n a favor de los Eurobonos. La mayor¨ªa de analistas y comentaristas coinciden. El aliciente es obvio. Espa?a tiene una deuda p¨²blica y exterior neta de cerca del 100% del PIB. Es comprensible que est¨¦ deseando emitir deuda p¨²blica conjuntamente con Alemania, que tiene una posici¨®n de acreedor neto del 50% del PIB.
La l¨®gica a favor de mutualizar la deuda es aplastante. La media de la deuda de la zona euro estar¨ªa en un 90% del PIB, por debajo de la estadounidense, que en 2015 se qued¨® en un 104%. Al tratarse de un emisor de deuda m¨¢s fiable, el tipo de inter¨¦s medio que pagar¨ªa la Eurozona estar¨ªa muy por debajo del que pagaban pa¨ªses como Portugal, Espa?a e Italia antes de que Draghi empezase a intervenir en los mercados, y el que van a pagar cuando deje de hacerlo. Por otra parte, Alemania y los otros socios acreedores pagar¨ªan solamente un tipo algo m¨¢s alto ya que el mayor volumen y liquidez del nuevo mercado de deuda p¨²blica de la zona euro competir¨ªa con el de EEUU, y eso atraer¨ªa a muchos inversores internacionales.
Pol¨ªticamente el mensaje para el resto del mundo ser¨ªa rotundo. Los 19 pa¨ªses de la Eurozona demostrar¨ªan que son una uni¨®n de estados con un destino com¨²n. Justamente, el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Garc¨ªa-Margallo, cree que el shock del Brexit es el momento ideal para tomar esta decisi¨®n. Frente a la ola de populismo euroesc¨¦ptico que viene de las islas brit¨¢nicas y los pa¨ªses del este (y que amenaza con contagiar a Holanda y Francia), el n¨²cleo duro de la UE, que no es otro que la Eurozona, tiene que dar un salto cualitativo en la integraci¨®n y cimentar la irreversibilidad del euro. Solo as¨ª se despejar¨¢ la incertidumbre que pesa sobre los agentes econ¨®micos y que contrae la inversi¨®n y reduce el crecimiento y el empleo.
Lamentablemente, esta proposici¨®n no es atractiva para los pa¨ªses acreedores del norte de la uni¨®n. Y en pol¨ªtica, lo importante es convencer al otro, m¨¢s aun si es tu socio. En Espa?a tenemos que aceptar que es pr¨¢cticamente imposible mutualizar la deuda sin mutualizar los ingresos. El mensaje de Berl¨ªn ha sido consistente en este sentido: no se pueden centralizar los riesgos si no se centraliza el control. ?Qu¨¦ quiere decir esto? Que la emisi¨®n conjunta de deuda supone la mancomunizaci¨®n de los riesgos. Alguien tiene que hacerse responsable de la devoluci¨®n de esa deuda. Y, ?qu¨¦ pasa si Italia no es capaz de recaudar su parte? ?Qui¨¦n va a poner la diferencia? ?El alem¨¢n? ?El holand¨¦s? ?Los 18 socios restantes? ?Qu¨¦ incentivos perversos estar¨ªamos creando?
Algunos contestar¨¢n, pero si ya tenemos eurobonos. El mecanismo europeo de estabilidad (MEDE) ya emite bonos conjuntos. S¨ª, pero no. Lo hace de una manera estrictamente limitada, y bajo el control de los parlamentos de pa¨ªses acreedores como Finlandia y Alemania. Eso no es m¨¢s que un parche intergubernamental y su legitimidad a la hora de imponer reformas a trav¨¦s de la troika es altamente cuestionable. Una uni¨®n fiscal, con un presupuesto federal que suponga alrededor del 7% del PIB de la Eurozona ¨Calgo necesario para lograr la irreversibilidad del euro¨C no se puede construir solo sobre una pata. Si hay emisi¨®n mancomunada de deuda tiene que haber tambi¨¦n recaudaci¨®n conjunta.
Es por eso que una uni¨®n fiscal no puede funcionar sin una uni¨®n pol¨ªtica. El control y el uso del presupuesto federal tienen que estar en manos de un parlamento y un ejecutivo democr¨¢ticamente legitimados, y eso implicar¨ªa necesariamente una cesi¨®n voluntaria de soberan¨ªa como no se ha visto en la historia moderna. La pregunta por lo tanto es: ?Estamos en Espa?a preparados para pagar impuestos y aceptar inspectores de hacienda de la Eurozona? Los que piden Eurobonos deber¨ªan contestar afirmativamente a esta pregunta. Lo dem¨¢s es una quimera.
Si el gobierno espa?ol, sobre un consenso nacional previo, desea la mutualizaci¨®n de la deuda, tiene que demostrarle a los pa¨ªses acreedores del norte que va en serio con la cesi¨®n de soberan¨ªa. Y la mejor manera de hacerlo es convencer a los l¨ªderes de Francia e Italia puesto que estos tambi¨¦n piden constantemente eurobonos pero cuando se les habla de ceder soberan¨ªa r¨¢pidamente se hacen los suecos.
Miguel Otero Iglesias es Investigador Principal del Real Instituto Elcano
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