Medusas y medusos
Aunque Mar Flores y Eduardo Velasco no sean pareja del verano, ella est¨¢ en la mejor compa?¨ªa posible: la de un abogado
Estoy ilusionado con las fotos de Mar Flores en un barco junto a una de mis personas favoritas, Eduardo Velasco. Ambos han aclarado que son solo amigos y amantes del mar desde hace tiempo, pero en el panorama social estamos acostumbrados a ver amistades que se transforman en amor en el momento m¨¢s inesperado. Y a ver c¨®mo el amor se transforma en fotos y las fotos en dinero. Pero este no es el caso, ni tampoco es la primera vez que Eduardo se embarca con se?oras o se?ores. Un verano, hace a?os, la revista Coure nos sorprend¨ªa a mi marido y a m¨ª con unas fotograf¨ªas donde yo reaccionaba a mi manera, aparatosa, ante la aparici¨®n amenazadora de una medusa bajo la escalerilla de un barco virilmente tripulado por nuestro querido Velasco. Despu¨¦s, me sent¨ª mal conmigo mismo y mi histrionismo y llam¨¦ a Eduardo para ofrecerle una disculpa y charlar un poco m¨¢s. ¡°Me han dicho muchos amigos que Rub¨¦n y yo hacemos mejor pareja¡±, fue su encantadora respuesta. ?No hay nada como la gallard¨ªa espa?ola! Aunque no sean pareja del verano, Mar est¨¢ en la mejor compa?¨ªa posible: la de un abogado.
Mar Flores, sol y relax en Ibiza en compa?¨ªa de un buen amigohttps://t.co/8IxiPoIVqB pic.twitter.com/I1eAJGmOVX
— Diez Minutos (@diezminutos_es) July 14, 2016
Vivimos unos meses en los que todo son miedos y estrategias. Finalmente, Mariano Rajoy ha seducido a Albert Rivera, o al menos Albert se ha subido al barco de Mariano. Con la madurez, tanto Eduardo como Mariano realizan conquistas y faenas que probablemente no imaginaban cuando eran j¨®venes licenciados.
A m¨ª no me vendr¨ªa mal una tercera elecci¨®n, porque en el Consulado espa?ol en Miami la funcionaria se equivoc¨® con mi direcci¨®n postal (vivo en un n¨²mero 1.000 y ella puso 7.000, tan tranquila). Cuando advirtieron su error y mi decepci¨®n trataron de tranquilizarme dici¨¦ndome que ¡°nunca se sabe cu¨¢ndo puede haber elecciones otra vez¡±. Al menos me devolver¨ªa la confianza en nuestras representaciones diplom¨¢ticas. D¨ªas antes de la segunda convocatoria, al salir del bufete de mis abogados, vi un cartel de Alberto Garz¨®n en el suelo y me acerqu¨¦ a retirarlo, pero descubr¨ª a una vecina observ¨¢ndome con muy mal gesto. ¡°Tiene unos ojos muy bonitos y con esas pesta?as que Annie Leibovitz ya dijo en el a?o 92 que solo las ten¨ªan los espa?oles¡±, intent¨¦ explicarle, pero los ojos de mi vecina me hicieron desistir y dej¨¦ a Garz¨®n, tan cuchi y de izquierdas, all¨ª en el suelo.
El signo de nuestros tiempos, todo nos alarma o vigila, pero no nos movemos de delante del m¨®vil. Mar Flores y Eduardo Velasco podr¨ªan ser un peque?o culebr¨®n, una culebrilla, pero antes queda mucho suspense en el de Alba Carrillo y Feliciano L¨®pez. ¡°Tenemos que hablar de Alba¡±, me exigi¨® una adorada amiga por mensaje. ¡°S¨ª, mi amor, pero antes tenemos que hablar de Feliciano¡±. Conoc¨ª a Feliciano mientras visitaba mi gimnasio en Madrid, precisamente en compa?¨ªa de Eduardo, y comprob¨¦ con aplomo que su belleza es considerable. Alba insin¨²a en todas sus apariciones que Feliciano no tiene mano izquierda para evitar que su atractivo le saque de peligros. Casi sin nombrarla nos ha hecho recordar el complicado romance de Feliciano con Mar¨ªa Jos¨¦ Su¨¢rez, que termin¨® tan mal que ella se transform¨® en dise?adora de moda flamenca, lo que provoc¨® un terremoto en las pasarelas sevillanas. En un debate reciente sobre si Feliciano es bueno o malo, alguien sugiri¨® que en el momento en que estall¨® la crisis con Alba el tenista empez¨® a ganar en torneos importantes, como el Open de Madrid y luego los dobles en Roland Garros. Un atleta de ¨¦lite es una persona que est¨¢ primordialmente casado con ese instante de triunfo que lleva a?os de entrenamiento conseguir. Alba ratifica que le apoyaba en todo, pero a lo mejor no supo ver que este a?o los torneos eran lo m¨¢s importante y Feliciano tampoco supo trasladarle esa importancia. De eso se ocup¨®, m¨¢s tarde, la madre del deportista.
En las parejas, a veces, la comunicaci¨®n se vuelve un laberinto. Pero afortunadamente Alba ha encontrado un pretendiente en Telecinco, algo similar en importancia a los torneos de su ex. Telecinco no le ha ofrecido una raqueta sino un micr¨®fono en un programa de debate donde ella ser¨¢ un importante reclamo. Alba aporta contenido y tambi¨¦n a su mam¨¢, que parece una especie de entrenadora de ¨¦lite de c¨®mo encajar cada entrega del culebr¨®n de su ni?a. Curiosamente, una de las compa?eras de Alba Carrillo ser¨¢ Roc¨ªo Carrasco, que la mira desde la experiencia y la tranquilidad que le da organizar su boda con Fidel Albiac despu¨¦s de 16 a?os juntos. Roci¨ªto deber¨ªa liderar su propio programa de televisi¨®n donde aconsejarnos a todos. A Mar Flores, a Mariano Rajoy, a Eduardo Velasco y a m¨ª mismo para que deje de gritar por las medusas y los medusos.
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