Las alpargatas m¨¢s lujosas se hacen en Espa?a
Las marcas espa?olas llegan a las mejores firmas y tiendas de moda internacionales gracias a su modo de renovar el cl¨¢sico zapato
Un encuentro fortuito en una feria de Par¨ªs subi¨® la humilde alpargata a una pasarela de moda por primera vez. Ocurri¨® a principios de los a?os setenta, cuando el matrimonio espa?ol Isabel y Lorenzo Casta?er, productores de este tipo de calzado, decidieron hacer realidad el ins¨®lito encargo de Yves Saint Laurent: unas alpargatas con cu?a: ¡°Mi padre, que era un echado para adelante, acept¨®. Fue la necesidad del hambriento. Al cabo de 10 d¨ªas ya ten¨ªa la muestra. Este fue el despegue de la alpargata¡±, relata Antonio Casta?er, actual consejero delegado de la firma y sexta generaci¨®n de la familia al frente de esta.
L¨ªderes no solo en cantidad sino tambi¨¦n en visibilidad y reconocimiento, Casta?er supo encontrar una oportunidad en una situaci¨®n de crisis: muchos payeses abandonaron el campo para buscar trabajo en la ciudad y substituyeron su sencillo calzado de esparto por un zapato con suela. Casi 40 a?os despu¨¦s, en Par¨ªs se recorre el camino inverso y muchos se apuntan a la esencia r¨²stica de la alpargata de yute en una especie de a?oranza hacia tiempos y ritmos pasados. Actualmente, adem¨¢s de su colecci¨®n propia, el 30% del volumen de negocio de Casta?er se basa en crear alpargatas para grandes marcas de lujo que incorporan el cl¨¢sico zapato en sofisticadas interpretaciones a la ¨²ltima moda.
Si habitualmente su est¨¦tica campestre la hab¨ªa relegado al ¨¢mbito del ocio con los patrones m¨¢s cl¨¢sicos, actualmente la riqueza de suelas y empeines es sorprendentemente rica. En 2011, Karl Lagerfeld traslad¨® el famoso sal¨®n bi-color de Chanel a la alpargata plana de toda la vida y le cosi¨® al empeine el logotipo de la firma en un modelo que sigue comercializado hoy en multitud de tonos y versiones. En 2012, Valentino interpret¨® ese mismo modelo plano con un delicado tejido de encaje, convirti¨¦ndolos inmediatamente en un objeto de deseo. Desde entonces, tanto las marcas de lujo como las de pret-¨¤-porter y moda r¨¢pida han ido incrementando la presencia de este famoso invento espa?ol. Su poder de seducci¨®n es alt¨ªsimo. Antonio Casta?er ve en esta atracci¨®n ¡°una vuelta a lo natural, a lo hecho a mano, a lo Mediterr¨¢neo¡±. En 2016 triunfa la alpargata de cintas y el lujo se rinde a sus encantos: ?scar de la Renta la llen¨® de pedrer¨ªa, Altuzarra le a?adi¨® tac¨®n al modelo m¨¢s cl¨¢sico y Delpozo la imagin¨® puntiaguda y con plataforma.
Naguisa, una joven firma de calzado de Barcelona especializada en renovar las tradicionales cosidas a mano, se anticip¨® a este furor cuando en 2012 empez¨® a comercializar su alpargata m¨¢s vendida: SOC, un modelo que emulaba el tradicional de seis cintas en colores inesperados. ¡°Hace ocho a?os empezamos a detectar una tendencia al alza hacia lo aut¨®ctono, la sostenibilidad y los materiales m¨¢s naturales¡±, explica Claudia P¨¦rez Polo, la dise?adora industrial que junto al arquitecto Pablo Izquierdo L¨®pez mont¨® esta firma que hoy exporta el 70% de su producci¨®n a m¨¢s de 25 pa¨ªses. Sus dise?os, algunos de ellos plagiados hasta la saciedad, se venden, por ejemplo, en la famosa cadena de tiendas Anthropologie de Estados Unidos.
¡°Cuando empezamos, la verdad es que yo nunca me hab¨ªa puesto unas alpargatas¡±, confiesa P¨¦rez. Con la intenci¨®n de atraer al p¨²blico m¨¢s joven, Naguisa supo aprovechar la tradici¨®n y el saber hacer local para construir un negocio con proyecci¨®n internacional. No est¨¢n solos, Paloma Barcel¨®, Lika Mimika y Prism son otras firmas de alpargatas de lujo que han logrado llegar a las mejores tiendas de moda del mundo gracias a renovar el saber hacer y la tradici¨®n alpargatera espa?ola con una imagen cuidada y un dise?o puntero.
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