La amenaza del miedo
El yihadismo ganar¨¢ si Europa rompe los consensos y gira al extremismo
![François Hollande habla con oficiales de policía en el lugar donde fue asesinado un sacerdote.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZSG7SR4CHUUG5ZY6Q6S67RBSWE.jpg?auth=a7c067f1b16aeae89f28354872ff8fc8b516562906b43b25b3ccf82ccfff2efe&width=414)
Los golpes terroristas de los ¨²ltimos d¨ªas y semanas en suelo europeo suponen un salto cualitativo que no se puede minimizar. El yihadismo se ha cebado en diferentes puntos de la Tierra ¡ªBagdad, Kabul, Mogadiscio¡ª, pero la novedad es que ya afecta a Alemania y mantiene una tensi¨®n sostenida en Francia, pa¨ªses decisivos en Europa y con elecciones previstas el a?o que viene. Por eso las democracias no deben caer en la tentaci¨®n de la explotaci¨®n pol¨ªtica de los atentados. Ni el Estado Isl¨¢mico ni Al Qaeda ¡ªsi es que son los ¨²ltimos responsables de la estrategia criminal¡ª tienen capacidad para desestabilizar a Europa, a menos que el continente rompa sus consensos y se vea instrumentalizado por partidos extremistas.
Editoriales anteriores
Francia lleva ocho meses en estado de excepci¨®n y su Parlamento se ha visto obligado a prorrogarlo por otros seis. En ese contexto, y dada la existencia de un fuerte movimiento de extrema derecha, es incalculable la siembra de terror que supone el asesinato de un sacerdote octogenario en la iglesia de un pueblo normando. No solo por la psicosis de inseguridad que alimenta, sino por la perversidad del ataque ¡ªinmediatamente condenado desde otras confesiones, la musulmana la primera¡ª a un templo cat¨®lico.
La sociedad resiste contra el terror m¨¢s de lo que parece, como lo demostr¨® la espa?ola en tiempos pasados. Pero esta oleada crea un clima de miedo en el coraz¨®n de Europa al inundar cualquier sitio, desde un festival de m¨²sica en una peque?a ciudad de Baviera a un tren o al habitualmente calmado Paseo de los Ingleses de Niza. Y hay que descartar que se trate solo de venganzas por la guerra contra el Estado Isl¨¢mico, dado que atacan tanto a Francia, que sostiene una intervenci¨®n militar contra el califato, como a Alemania, alejada de los escenarios b¨¦licos de Oriente Pr¨®ximo, y donde todo indica que el objetivo consiste en reavivar el rechazo a la generosa acogida de Angela Merkel a los refugiados. Las cr¨ªticas a la canciller y la movilizaci¨®n militar exigida por el l¨ªder de Baviera son muestras de la recuperaci¨®n pol¨ªtica provocada por el catalizador de los atentados.
Es verdad que las explicaciones a los ¨²ltimos ataques resultan claramente insatisfactorias. Identificar y neutralizar a los millares de europeos que combaten junto al Estado Isl¨¢mico es el objetivo de todos los servicios de seguridad. Sin embargo, la inteligencia criminal que gu¨ªa a los yihadistas utiliza ahora a individuos fuera del radar de los servicios antiterroristas ¡ªsalvo uno de los asaltantes de la iglesia de ayer¡ª. Por eso no hay que dar por buena la sencilla explicaci¨®n habitual de la radicalizaci¨®n expr¨¦s. Es imposible reducir la ofensiva criminal de los ¨²ltimos d¨ªas a la obra de unos dementes o de simples delincuentes que se han visto atrapados en las redes de la propaganda yihadista.
Nadie debe enga?arse: el aumento de graves actos de violencia resquebraja la confianza de la sociedad y puede acentuar la ruptura de consensos democr¨¢ticos b¨¢sicos. Los riesgos, tan cercanos, invitan a sacar a Espa?a, con la mayor urgencia, de la zona de provisionalidad pol¨ªtica en la que se ha instalado su dirigencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.