Tres pasos
El futuro de la biolog¨ªa plantea graves problemas ¨¦ticos
![ADN](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5LBGHJHIXEW2PNUE6CGXETTPNA.jpg?auth=e18c3b70f200892fc35db5eafede033fef2a54dbed9d3b3c488635ad54011c3f&width=414)
Cr¨¦anme: por m¨¢s que lo intenten, les va a resultar muy dif¨ªcil encontrar un cient¨ªfico que no est¨¦ emocionado con una tecnolog¨ªa llamada CRISPR (olv¨ªdese del significado de las siglas, no ayuda en nada). Sus dos principales creadoras han recibido el premio Princesa de Asturias, y viajar¨¢n a Estocolmo cualquier a?o de estos. La t¨¦cnica sirve para a?adir, suprimir o rectificar genes, y hace su trabajo con tal eficacia y simplicidad, y a tal precio de ganga, que ha puesto la edici¨®n del genoma humano al alcance de cualquier laboratorio del ramo, incluidos los financiados con cicater¨ªa mediterr¨¢nea, y no hablemos ya de los del mundo desarrollado. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢?
La mejor forma de hacer futurismo es asomarse a la calle, porque el futuro siempre est¨¢ camuflado en el presente para quien sabe mirar. Y el presente es China, que iniciar¨¢ el primer ensayo cl¨ªnico basado en CRISPR el mes que viene, como informaba anteayer este peri¨®dico. Este ensayo, como otro norteamericano que le seguir¨¢ pronto, pretende modificar el ADN de las c¨¦lulas defensivas de los pacientes para que ataquen al c¨¢ncer que les est¨¢ matando. Este es el primer paso del futuro, y no suscita un gran conflicto ¨¦tico.
El segundo paso es m¨¢s controvertido, porque afecta a una cuesti¨®n que hemos cre¨ªdo sagrada hasta ahora: alterar la genuina esencia de nuestra naturaleza, el genoma humano, y alterarlo no en el mero cuerpo de un paciente, sino en su l¨ªnea germinal ¡ªlas c¨¦lulas sexuales y sus precursoras¡ª y, por tanto, en los hijos, nietos y toda la descendencia futura del individuo tratado con CRISPR. Esto son palabras mayores, y prohibidas en casi todas partes donde la embriolog¨ªa est¨¢ regulada. Pero es muy probable que esos bloqueos legales se vayan disipando, porque CRISPR es una de las pocas esperanzas reales de curar las 3.000 ¡°enfermedades raras¡± que, pese a su infrecuencia individual, afligen en conjunto a millones de personas en todo el mundo. Es dif¨ªcil encontrar un argumento moral contra el tratamiento de una enfermedad horrible o mortal. China no ha encontrado ninguno, por cierto, y ya ha empezado a experimentar con embriones humanos modificados.
Y esto nos lleva al tercer paso del futuro, que es donde est¨¢ la chicha de verdad. La mayor¨ªa de la gente aceptar¨ªa manipular el genoma humano para curar enfermedades, pero no para mejorar normalidades, como por ejemplo crear una estirpe con una inteligencia sobrehumana (por poner un ejemplo tonto). Pero la frontera no solo es difusa, sino tambi¨¦n cuestionable. ?Qui¨¦n se opondr¨¢ a curar la estupidez?
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