VHS: DEP

Se acaba julio. Se nos muere una parte del verano, ese que tanto ansiamos que llegara y que ahora muchos desean finiquitar por culpa de las noches insomnes y pegajosas. Se acaba julio y se escapan la mitad del calor, los d¨ªas largu¨ªsimos, las terrazas medio llenas en las ciudades y medio vac¨ªas en las playas para cambiar las tornas. Se acaba julio y muere un pedacito de nuestra infancia y nuestra memoria: se dejan de fabricar v¨ªdeos, aparatos de VHS.

?Cu¨¢ntas estanter¨ªas quedar¨¢n vac¨ªas en cu¨¢ntas casas? M¨¢s que vac¨ªas, hu¨¦rfanas. Que no se fabriquen no significa que todos se extingan y desaparezcan en un suspiro, obviamente, como si esto fuera The Leftovers. Pero es el principio del fin. Aunque hoy nos parezca de locos (como nos lo hubiera parecido hace 15 a?os si nos dicen que adi¨®s cintas), tambi¨¦n se marchar¨¢n los DVD, los CD, todo aparato f¨ªsico. Quedaremos nosotros, solos con nuestros pendrives. Que se ir¨¢n. Nosotros y la nube. Nosotros en las nubes.

El fin del formato f¨ªsico quiz¨¢ sea c¨®modo (y l¨®gico: la ¨²ltima empresa que fabrica VHS vendi¨® 75.000 en un a?o). Pero sin objetos, sin algunos chismes a los que amar, la vida pierde fuerza, sentido, color. En el recuerdo, aquellas videotecas enteras tan ordenadas. Buscar esa peli, envolverla, regal¨¢rsela a la persona con quien la viste por primera vez. Comprarle a tu hijo, tu sobrino, tu ahijado una, tu favorita, El Rey Le¨®n o Eduardo Manostijeras, para ver c¨®mo la desempaqueta y la mete en la ranura. La chapa o el p¨®ster (el m¨ªo de Titanic rondar¨¢ por ah¨ª, doblado en un caj¨®n) que regalaban al comprarlo. Chismes, s¨ª. Chismes que no conocer¨¢n los ni?os de hoy en su nube.