Empleo: bien, pero no suficiente

El mercado laboral sigue dando buenas noticias a corto plazo y menos buenas a medio y largo plazo. Durante el segundo trimestre del a?o, la encuesta de poblaci¨®n activa (EPA) indica que se crearon m¨¢s de 271.000 empleos, que la tasa de paro se ha situado en m¨ªnimos desde 2008 (20%) y que el n¨²mero de parados ha bajado hasta 4.574.700. Es una evoluci¨®n coherente con la tasa de crecimiento conocida.

El problema es que esto no es suficiente; vale para un periodo de transici¨®n al final del cual haya expectativa de m¨¢s empleo estable en sectores productivos que no sean la hosteler¨ªa, el turismo o la construcci¨®n. Se trata de que el crecimiento de los pr¨®ximos cinco a?os no est¨¦ concentrado, como antes de la recesi¨®n, en los sectores mencionados; se trata de aumentar la inversi¨®n, el n¨²mero de empresas y el empleo en sectores m¨¢s resistentes a la crisis, y se trata de elevar la productividad.

Pero nada de esto se aprecia como preocupaci¨®n prioritaria. El debate est¨¢ enquistado en la macroeconom¨ªa del ajuste ¡ªes un requerimiento inmediato¡ª, sin dedicar un solo minuto a la reforma del patr¨®n de crecimiento que necesita la econom¨ªa. Si eso tranquiliza a Rajoy y Guindos, es casi seguro que durante los pr¨®ximos trimestres seguir¨¢ cayendo el paro y aumentando el empleo; pero como eso no garantiza la recuperaci¨®n de las rentas, la estabilidad financiera seguir¨¢ siendo precaria, la demanda de consumo seguir¨¢ siendo insuficiente y la inversi¨®n no repuntar¨¢ en los mercados con mayor valor a?adido.

Es inevitable comparar la evoluci¨®n laboral con los mediocres resultados de las empresas cotizadas. En esa relaci¨®n se perciben los l¨ªmites de esta etapa de crecimiento que vivimos. La econom¨ªa necesita un shock de demanda; un Gobierno en funciones no est¨¢ en condiciones de aplicarlo y un Gobierno estable tendr¨¢ que pelearlo en Bruselas. En esas estamos.