Cooperaci¨®n internacional, un asunto de vida o muerte
Si queremos evitar la cat¨¢strofe en c¨¢mara lenta que implica el aumento de la resistencia a los medicamentos, nuestros l¨ªderes deben comenzar a actuar ya mismo
La incertidumbre generada por el reciente voto en el Reino Unido a favor de abandonar la Uni¨®n Europea ¡ªque conmocion¨® los mercados mundiales¡ª ha estado dominando los titulares. Pero mientras nos preparamos para enfrentar nuevos desaf¨ªos pol¨ªticos, no debemos perder de vista los retos que ya tenemos, especialmente los relacionados con la salud en el mundo, como el aumento de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que no distingue por desempe?o econ¨®mico ni estabilidad pol¨ªtica.
Se estima que actualmente 700.000 personas pierden la vida cada a?o por infecciones resistentes a los medicamentos. Para 2050 este n¨²mero podr¨ªa escalar hasta los 10 millones por a?o, con una incidencia acumulada sobre el PIB mundial de 90.000 millones de euros.
Para evitar ese resultado, el Informe sobre la RAM que dirijo public¨® el pasado mayo su estrategia para combatir esas infecciones, presentando propuestas que garanticen el desarrollo de los nuevos antibi¨®ticos necesarios y el uso m¨¢s eficiente de los existentes en seres humanos y en la agricultura. De las diez grandes intervenciones que propusimos, cuatro son especialmente importantes:
- Lanzar una campa?a mundial, ajustada a las distintas regiones, para mejorar la conciencia p¨²blica sobre la RAM.
- Ocuparnos del fracaso de los mercados para desarrollar nuevos antibi¨®ticos, introduciendo recompensas de importes fijos por el ingreso al mercado para los desarrolladores de nuevos medicamentos exitosos, garantizando simult¨¢neamente el acceso a ellas en todo el mundo.
- Lograr avances en la innovaci¨®n y mejorar el uso de la tecnolog¨ªa para diagn¨®sticos que apoye un uso m¨¢s eficiente de los antibi¨®ticos.
- Implementar metas a nivel de pa¨ªs centradas en la reducci¨®n del uso innecesario de los antibi¨®ticos en la agricultura y los seres humanos.
Ahora que el informe final est¨¢ completo, el estudio continuar¨¢ con los fundamentos internacionales para pasar a la acci¨®n directamente con los l¨ªderes pol¨ªticos. Por ejemplo, como presidente del Informe, debat¨ª recientemente sobre nuestras recomendaciones en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra y con los responsables de la elaboraci¨®n de pol¨ªticas de las Naciones Unidas y Estados Unidos en Nueva York y Washington DC.
Los esfuerzos en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos deben ser parte de estrategias de desarrollo econ¨®mico m¨¢s amplias, incluida la implementaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
En estos debates, destac¨® la creciente conciencia de los responsables respecto de las pol¨ªticas frente a los peligros que supone la RAM. Hace apenas dos a?os, habitualmente el tema de las infecciones resistentes a los medicamentos generaba preguntas como: "?Qu¨¦ es la RAM?" o "?por qu¨¦ un Ministro de Finanzas debe ocuparse de una crisis de salud?" Pocos entend¨ªan la escala y la naturaleza multifac¨¦tica del desaf¨ªo y la necesidad de un enfoque integral. Me hice ese tipo de preguntas cuando el primer ministro brit¨¢nico David Cameron me pidi¨® que dirigiera el Informe sobre la RAM.
La situaci¨®n ha cambiado considerablemente desde entonces. Los responsables de las pol¨ªticas en pa¨ªses con sistemas econ¨®micos y pol¨ªticos muy diversos se est¨¢n involucrando en este problema y algunos pa¨ªses ya est¨¢n tomando medidas para solucionarlo. Todo esto nos da esperanza para creer que 2016 puede ser el a?o en que comiencen los verdaderos cambios.
Pero la esperanza es una cosa y la acci¨®n, otra. Aunque las reuniones de alto nivel y los discursos sobre la RAM transmiten el mensaje correcto, no significan nada si no logramos traducir el impulso actual en acciones concretas, comenzando con las reuniones del G20 y la ONU en septiembre de este a?o. Y aunque mis ¨²ltimas conversaciones sugieren la probabilidad de que se logren acuerdos en ambos encuentros, no hay garant¨ªa de que su escala sea acorde al problema.
En el G20, el acuerdo necesario debiera centrarse en desarrollar un mecanismo mundial para revigorizar el mercado de nuevos antibi¨®ticos, que sean asequibles y accesibles en todo el mundo, y se usen de la manera m¨¢s eficiente posible. En la ONU, la meta debiera orientarse a hacer realidad el mantra "acceso, no exceso", con un acuerdo para reducir el uso innecesario de antibi¨®ticos en la agricultura y encabezar una campa?a mundial de concienciaci¨®n. Tambi¨¦n es fundamental aumentar el financiamiento para la investigaci¨®n y el desarrollo de nuevos antibi¨®ticos y diagn¨®sticos para combatir la RAM.
Sin un recordatorio constante, el mundo podr¨ªa distraerse para detener el aumento de las infecciones resistentes a los medicamentos
Resulta crucial que los acuerdos sean efectivos. Los pa¨ªses deben fijar sus propios objetivos para que se ajusten a sus circunstancias y necesidades espec¨ªficas, pero debe haber cl¨¢usulas que garanticen que todos cumplan lo que les corresponde. Para empezar, los esfuerzos en la lucha contra la RAM deben ser parte de estrategias de desarrollo econ¨®mico m¨¢s amplias, incluida la implementaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Adem¨¢s, se deben medir los avances, no solo para responsabilizar a las personas a cargo de desarrollar las pol¨ªticas, a las empresas y a los sistemas de salud, sino tambi¨¦n para que otros puedan emular sus ¨¦xitos. A tal fin, es posible que necesitemos nuevos indicadores para calcular el impacto de la RAM. Aunque esto suena t¨¦cnico (y lo es), la realidad es que los cient¨ªficos m¨¢s importantes dedicados a la resistencia creen que consensuar indicadores comunes podr¨ªa cambiar la forma en que los pa¨ªses fijan sus metas y mejorar nuestra capacidad para medir los avances en los pr¨®ximos a?os.
Finalmente, para reflejar los cambios en las prioridades pol¨ªticas y las personalidades, necesitamos un adalid constante en la lucha contra la RAM. Por ejemplo, se podr¨ªa nombrar un enviado de la ONU para la RAM, que contin¨²e con la justificaci¨®n internacional para atender a este tema e impulse a los pa¨ªses a cumplir sus metas. Sin un recordatorio constante de la necesidad de ocuparse de la resistencia a los antimicrobianos ¡ªsin mencionar la transparencia en cuanto a los avances¡ª el mundo podr¨ªa distraerse y perder una ventana de oportunidad que se est¨¢ cerrando r¨¢pidamente para lograr los cambios necesarios para detener el aumento de las infecciones resistentes a los medicamentos.
Durante los ¨²ltimos dos a?os, los gobiernos, la industria y los organismos internacionales han logrado avances importantes contra la amenaza de la RAM, pero ahora deben tomarse las decisiones realmente dif¨ªciles. Si queremos evitar la cat¨¢strofe en c¨¢mara lenta que implica el aumento de la RAM, nuestros l¨ªderes deben comenzar a actuar ya mismo. Sabemos qu¨¦ tenemos que hacer, ahora hay que poner manos a la obra.
Jim O'Neill, expresidente de Goldman Sachs Asset Management, es secretario de Comercio del Tesoro del Reino Unido, profesor honorario de econom¨ªa en la Universidad de Manchester, investigador invitado del grupo de expertos Bruegel, y presidente del Review on Antimicrobial Resistance.
Traducci¨®n al espa?ol por Leopoldo Gurman.Copyright: Project Syndicate, 2016. www.project-syndicate.org
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