Mortal Luis Miguel

Luis Miguel fue un dios. El dios del pecho m¨¢s bronceado de Iberoam¨¦rica, el del pelo alocado y traje impecable, el dios de las mujeres m¨¢s guapas y de las suites de lujo, el de la mejor mesa en un restaurante, el dios de los dientes blancos y sonrisa perversa. El creador del latin lover, el rey de la m¨²sica latina. Y como una deidad que era, se le identific¨® con el sol. Pero Luis Miguel Gallego Basteri, para sorpresa de sus fieles m¨¢s devotas, es a sus 46 a?os un mortal m¨¢s. Y como tal, se ha aparecido esta semana en un restaurante de Los ?ngeles con su novia belga, despu¨¦s de meses de misterio.?

Vestidos los dos de negro y con una sonrisa de oreja a oreja, miraban por primera vez en mucho tiempo a las c¨¢maras. Despu¨¦s de que la prensa mexicana e internacional haya escrito todo sobre el fin de su carrera, ¨¦l muestra los dientes. Pero la mala racha sigue persiguiendo al Sol de M¨¦xico.

Luis Miguel es un hombre cansado, capaz de cantar solo 20 minutos en un concierto y huir; de cancelar el resto y dar explicaciones incoherentes. Un artista maduro que ya no se desabrocha nunca m¨¢s el bot¨®n de la camisa hasta el ombligo, que no consigue salir como antes en la foto, ni por su lado derecho. Un artista que hace 10 a?os que no saca un solo ¨¦xito, que lleva seis sin producir un disco y que ha roto relaciones con los recintos m¨¢s importantes de M¨¦xico y Estados Unidos. ?l, que se coron¨® como el primer latino en llenar el Madison Square Garden de Nueva York con 23 a?os.

Luis Miguel hizo tanto en tan poco tiempo y tan joven, que ha podido vivir hasta hace un a?o con la tranquilidad que le dejaron sus rentas. Plantaba a sus admiradores y segu¨ªan agotando las entradas, culpaba al clima para cancelar un concierto y los m¨¢s aguerridos lo entend¨ªan sin pesta?ear. La fe ciega de sus feligreses parec¨ªa no tener l¨ªmites, pero los ten¨ªa.

El 9 de febrero de 2015 en M¨¦rida, Yucat¨¢n, El Sol se apag¨® y no ha logrado remontar desde entonces. Despu¨¦s de una hora de espera y de los abucheos del p¨²blico, tuvo que presentarse el organizador del evento para zanjar el asunto: "El artista simple y sencillamente se meti¨® a su cuarto, pidi¨® botellas de alcohol y est¨¢ emborrach¨¢ndose. Por eso es que no se present¨® y esa es la verdad. No sabemos si va a venir, no ha tenido ni la decencia de cancelar".

Aquel fue el comienzo del peor periodo de Luis Miguel. Pero nadie cre¨ªa que fuera a ocurrir lo que sucedi¨® despu¨¦s. El Sol?traicion¨® a uno de los recintos m¨¢s emblem¨¢ticos del pa¨ªs, y lo hizo dos veces. Gerardo Estrada, director del Auditorio Nacional de M¨¦xico, recuerda el vergonzoso momento que sufri¨® la noche del 19 de noviembre del a?o pasado:?"Cuando estaba bajando las escaleras de mi despacho para ver el show en vivo me top¨¦ con que Luis Miguel se estaba yendo. Ya ten¨ªa la camioneta preparada en la puerta. Me qued¨¦ en shock".

Ese fue el primer golpe bajo a una instituci¨®n que, seg¨²n cuenta el coordinador, siempre hab¨ªa confiado en ¨¦l. En marzo y abril de este a?o lo volvieron a intentar con cuatro fechas nuevas. Pero Luismi volvi¨® a dejar plantado al recinto que lo encumbr¨® batiendo r¨¦cords de asistencia. El Sol ya no podr¨¢ pisar el imponente escenario si su empresa no corre con todos los riesgos, aseguran desde el Auditorio.?

Despu¨¦s de siete a?os sin ofrecer una entrevista, los seguidores del artista pudieron verlo en un encuentro prefabricado por sus productores para una cadena argentina. La ¨²nica respuesta contundente lleg¨® cuando reconoci¨® finalmente que estaba enfermo de un o¨ªdo. Un Luis Miguel m¨¢s naranja que bronceado justific¨® su retiro "temporal" por los niveles de decibelios que ha tenido que soportar a lo largo de su carrera.?

Comenz¨® con 11 a?os, en 1981, de la mano de su padre, un cantante espa?ol desconocido en su tierra apodado Luisito Rey (Luis Gallego S¨¢nchez). Y desde entonces se code¨® con la flor y nata del famoseo de la ¨¦poca. Su carrera dio un brinco definitivo cuando uno de los personajes m¨¢s turbios de la historia mexicana, el jefe de la Polic¨ªa de la Ciudad de M¨¦xico, Arturo El Negro Durazo, financi¨® su primer ¨¢lbum que lo bautizar¨ªa para siempre como El Sol. Durazo fue acusado a?os m¨¢s tarde de contrabando, acopio de armas y abuso de autoridad.

Despu¨¦s de a?os con documentaci¨®n falsa, que supuestamente le hab¨ªa proporcionado el propio Durazo, Luis Miguel se convirti¨® en mexicano. ?l no hab¨ªa nacido en Veracruz, como se?alaban sus papeles, sino en Puerto Rico el 19 de abril de 1970. Para tapar el esc¨¢ndalo, el presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (gobern¨® de 1988 a 1994), quien se confesaba fan del cantante, le dio sin pre¨¢mbulos la nacionalidad.

Con un padre conflictivo ¡ªseg¨²n reconoci¨® en diferentes entrevistas¡ª y la desaparici¨®n de su madre italiana, que nunca lleg¨® a superar, Luis Miguel sali¨® adelante. Se convirti¨® en el dios que todos quisieron que fuera. Pero en una entrevista para una cadena mexicana confes¨®: "Fue un sue?o que comenz¨® cuando era muy peque?o, que se llev¨® por delante mi infancia y muchas cosas, no sabr¨ªa decir si ha merecido la pena".

"Cuando canto en vivo es cuando siento realmente que estoy acompa?ado. Despu¨¦s?regreso a la soledad de la que me he tenido que acostumbrar y que ya necesito", revelaba un Luis Miguel cansado en su ¨¦poca m¨¢s dorada. En medio de su retiro, muchos se preguntan si podr¨¢ regresar a los escenarios, esta vez sin bajar de las alturas. Como el com¨²n de los mortales.