Seguridad para la Europa post-Brexit
En tiempos de incertidumbre, apostemos por las fortalezas colectivas y no por debilidades
La nueva Estrategia Global de Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad de la Uni¨®n Europea, que se ha hecho esperar m¨¢s de una d¨¦cada, ha visto por fin la luz y se erige en piedra de toque del proyecto europeo. La fecha de su anuncio ¨Cinmediatamente despu¨¦s del voto del Reino Unido a favor de salir de la UE¨C podr¨ªa simbolizar su irrelevancia o, por el contrario, marcar el renacer del proyecto europeo.
La estrategia, elaborada por la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Pol¨ªtica de Seguridad, Federica Mogherini, marca unas l¨ªneas directrices coherentes, est¨¢ dotada de la flexibilidad necesaria para la adopci¨®n de pol¨ªticas concretas, y establece un equilibrio adecuado entre realismo y ambici¨®n, al reconocer las limitaciones de la UE y poner de relieve las mejoras pendientes.
El planteamiento de la estrategia queda patente desde la primera frase: ¡°Necesitamos una Europa m¨¢s fuerte¡±. Supone un viraje con respecto a la filosof¨ªa de la estrategia anterior, publicada en 2003 y conocida por su muy criticada frase de apertura: ¡°Europa no ha sido nunca tan pr¨®spera, tan segura ni tan libre¡±.
Concretamente, la estrategia pone de manifiesto la importancia del inagotable soft power de la UE ¨Csin rehuir posibles futuras ampliaciones¨C, al tiempo que reconoce que el poder blando por s¨ª solo no basta para garantizar la seguridad. Adem¨¢s, impl¨ªcitamente establece la hoja de ruta acertada sobre el enfoque de la UE hacia el mundo. Formula una visi¨®n mucho m¨¢s precisa para la resoluci¨®n de los desaf¨ªos regionales que para los retos globales. El mensaje es cristalino: antes de desempe?ar un papel de calado global, la UE debe aunar fuerzas y actuar unida hacia sus vecinos.
Se trata as¨ª de un marco intelectual ambicioso y realista, pero que carece de virtualidad propia. Para asegurar que la estrategia alcanza todo su potencial es preciso que los l¨ªderes europeos, en palabras de Mogherini, se ¡°concierten¡±. Y, por el momento, las se?ales no son halag¨¹e?as.
¡°Brexit¡±, que provoca turbulencias en los mercados globales y plantea serias dudas sobre el futuro de la Uni¨®n, ha eclipsado la presentaci¨®n de la estrategia de seguridad, que apenas merece una menci¨®n en las conclusiones del Consejo Europeo del pasado 28 de junio. Es m¨¢s, en lugar de inspirar la en¨¦rgica respuesta tan necesaria hoy entre los dirigentes de los 27 Estados Miembro (excluido el Reino Unido), el refer¨¦ndum brit¨¢nico ha actuado de catalizador de intereses pol¨ªticos nacionales, cuando no de puras ambiciones personales.
Esta estrechez de miras, al acentuar la sensaci¨®n de impotencia e ineptitud de la UE, debilita su imagen en el mundo, e incluso ante los Estados miembro. Si no cambia esta percepci¨®n, Brexit podr¨ªa suponer, como los pesimistas auguran, el declive definitivo de la UE. Si, por el contrario, los l¨ªderes de la UE se crecen ante el desaf¨ªo que la salida del RU supone y unen fuerzas para aguantar el temporal y llevar a la pr¨¢ctica el plan esbozado en la Estrategia Global, la UE podr¨ªa resurgir fortalecida de este episodio convulso.
En tiempos de incertidumbre, Europa debe decidir c¨®mo enfrentarse a los retos existenciales que la asolan. Lo razonable pasa por apostar por las fortalezas colectivas y paliar las debilidades. Lo opuesto ¨Cla desbandada que los brit¨¢nicos podr¨ªan simbolizar¨C ser¨ªa una temeridad. Pero el enfoque m¨¢s peligroso ¨Caqu¨¦l que conllevar¨ªa un mayor grado de conflictividad e inseguridad¨C consistir¨ªa en seguir fingiendo que existe una uni¨®n mientras cada cual va a lo suyo.
Los dirigentes de la UE han dejado escapar una oportunidad excepcional. As¨ª, el ¨²ltimo Consejo Europeo podr¨ªa haber iniciado la reflexi¨®n necesaria sobre qu¨¦ futuro queremos para la UE. Que la nueva estrategia de seguridad simbolice el comienzo de un nuevo cap¨ªtulo para Europa o, por el contrario, el testamento de un proyecto en su lecho de muerte, depender¨¢ de si los dirigentes europeos son capaces de superar su estrechez de miras y concertarse en el dise?o de un futuro com¨²n. Las primeras reacciones no son prometedoras.
Ana Palacio,exministra de Asuntos Exteriores de Espa?a y exvicepresidenta primera del Banco Mundial, es miembro del Consejo de Estado de Espa?a.
? Project Syndicate, 2016.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.