Lois Pati?o, el chico de oro del 'Novo Cinema Galego'

Gallego de pura cepa, Lois Pati?o es hijo de pintores abstractos ¡ªAnt¨®n Pati?o y Menchu Lamas¡ª que, cuando empezaron a trabajar con galer¨ªas madrile?as, se mudaron a la capital, pero sin descolgarse nunca de Vigo. Este cineasta y videoartista de 33 a?os pasa all¨ª el verano, y recorre con su furgoneta de surfero la apabullante geograf¨ªa de su regi¨®n. La misma que retrat¨® en Costa da Morte, su pasaporte al Olimpo de los cineastas de culto cuando el sacrosanto Festival de Locarno, en 2013, le otorg¨® el premio al Mejor Director Emergente de la secci¨®n Cineastas del Presente. Asimismo, Pati?o forma parte junto a ?liver Laxe, Eloy Enciso y Alberto Gracia, entre otros, del llamado Novo Cinema Galego, generaci¨®n que comparte una inquieta concepci¨®n del audiovisual, m¨¢s l¨ªrica, arriesgada, libre y apegada a su tierra.

El peque?o Lois creci¨® en un ambiente creativo y tuvo de modelos vitales a amigos de la familia, mientras los domingos correteaba entre la piernas de alg¨²n ministro de cultura socialista y de comisarios art¨ªsticos en las exposiciones que visitaba con sus padres. Ya con bigote, estudi¨® Psicolog¨ªa, por las ma?anas, en la Complutense de Madrid, mientras en una escuela privada del centro, por las tardes, se entregaba al celuloide para luego hacerlo en la New York Film Academy de Manhattan, donde residi¨® un a?o: "Yo lo que realmente quer¨ªa era irme all¨ª con un amigo que estudiaba dise?o gr¨¢fico", recuerda divertido. Tambi¨¦n, aprovechando un Erasmus en Berl¨ªn, tom¨® cursos de videoinstalaci¨®n.

De ah¨ª salt¨® a la Universidad Pompeu Fabra, matriculado en documental de creaci¨®n. En Barcelona estudi¨® un a?o Filosof¨ªa, otro campo que le interesaba, pero menos que el cine, en lo que se estaba volcando cada d¨ªa m¨¢s: "Hac¨ªa trabajos de campo de psicolog¨ªa con retratos de personas asociales y enfermos mentales, explorando su misterio: qu¨¦ le pasaba a esa gente; luego deriv¨¦ hacia el del paisaje, ese espacio vivo, con los movimientos de la naturaleza, la relaci¨®n del ser humano con el entorno y la exploraci¨®n de nuevos lenguajes visuales", recuerda desde una terraza de Malasa?a, a pocos metros de su piso, que pronto cerrar¨¢ para viajar a su terru?o: "Galicia me seduce, con su cultura poblada de leyendas animistas, esos bosques y ese mar violento: una naturaleza extrema y exuberante que contribuye a generar mitos", afirma.

Esa especial sensibilidad hacia el paisaje aparece ya en Monta?a en sombra, su primer cortometraje, de 2012, Premio Especial del jurado en Clermont-Ferrand, el top de los cert¨¢menes del formato corto. Al a?o siguiente nacer¨ªa Costa da Morte y "se precipit¨® todo", sonr¨ªe Pati?o: "Desde entonces hay un antes y un despu¨¦s, tanto en la recepci¨®n de mi trabajo como en la facilidad para realizar las siguientes pel¨ªculas. Aunque hay que pelearlo todo mucho, el curriculum ayuda bastante en el acceso a la subvenciones".

En Locarno, Lois pudo conocer a Peter Hutton, recientemente fallecido, a quien admiraba profundamente. Tambi¨¦n se ha perdido en la noche con directores tan contracorriente como Lisandro Alonso (Jauja), y fue invitado por el mejicano Carlos Reygadas (Luz silenciosa) a su casa. "Yo trato de reinventarme en cada pel¨ªcula, como hace Jos¨¦ Luis Guer¨ªn, que no se agarra a un modo de trabajo ¨²nico, generando nuevas metodolog¨ªas. He trabajado mucho con la distancia y ahora exploro m¨¢s la inmovilidad, siempre con el paisaje como protagonista". Eso se demuestra en Noche sin distancia, su ¨²ltimo cortometraje, habitado por elementos espectrales que ahora atraen la atenci¨®n de este sensible artista, pues en su siguiente largometraje, Tempo vertical, que se rodar¨¢ en 2017, aparecer¨¢n tambi¨¦n figuras est¨¢ticas y tendr¨¢ una m¨ªnima estructura de ficci¨®n "que me permite trabajar a distintos niveles: lo contemplativo, lo conceptual y lo narrativo".

Pati?o expone este a?o en Annecy la v¨ªdeo instalaci¨®n El cuerpo vac¨ªo; y en Jap¨®n, la pieza de videoarte Estratos de la imagen ¡ª"una catarata de colores, casi pict¨®rica", la describe¡ª, que ya estuvo en el Macba. Tambi¨¦n ha aceptado la invitaci¨®n a dar clases y ha ejercido como profesor en el centro DA2 de Salamanca (donde se expone parte de su obra hasta el 18 de septiembre) y en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, con un taller de cine documental: "Intento abrir los ojos a mis alumnos mostr¨¢ndoles obras de todo tipo, para que descubran nuevos mensajes: el arte est¨¢ en la innovaci¨®n, en tratar de ampliar las capacidades expresivas de tu medio, donde hay mucho por explorar, porque el cine es muy joven, con unas posibilidades que no sabemos todav¨ªa hasta d¨®nde pueden llegar". A este viajero ¡ªque no turista¡ª incansable, el tiempo se le queda corto: "Me parece muy tr¨¢gico que tengamos solo una vida, por eso viajar te permite hacer trampas, como las pel¨ªculas: con ellas tratas de no morir, dejando algo con lo que te identifiques".

?liver Laxe, un gallego del Atlas

?liver Laxe, de 34 a?os, vive en Marrakech rodeado de 25 animales, entre b¨²hos, gallinas, canarios y gatos. En T¨¢nger rod¨® su opera prima, Todos v¨®s sodes capit¨¢ns, que en Cannes 2010 se llev¨® el premio FIPRESCI, y en la cordillera del Atlas el segundo, el western metaf¨ªsico Mimosas. Preguntado por qu¨¦ cree que hay tanto talento gallego, responde: "Es azar, coincidimos personas cercanas que hemos comprendido que, para que resista este cine fr¨¢gil y con alma, hay que ayudarse unos a otros".