El chocolate rosa con vino que arrasa en Estados Unidos
Tras el helado de vino y el chocolate con bacon incorporado, la nueva tendencia 'foodie' en Los ?ngeles es el cacao con rosado. Su f¨®rmula ha enfadado a los m¨¢s puristas, pero triunfa en ventas
Hace unos meses tuve una conversaci¨®n telef¨®nica muy divertida con Ana Etchenique, Vicepresidenta en Confederaci¨®n de Consumidores y Usuarios (CECU), en materia de chocolate. Adem¨¢s del monopolio de determinadas empresas del sector, ella pensaba que la crisis del cacao procede en gran parte del consumo masivo que se ha generado en los ¨²ltimos a?os por parte de China. El gigante asi¨¢tico est¨¢ fagocitando el chocolate con un ansia tan viva que podr¨ªan terminar con las existencias de cacao antes que con la capa de ozono. Esto, posiblemente, ha llevado a que el mundo occidental modifique las diferentes legislaciones para poder vender productos dudosamente sanos pero publicitariamente muy apetitosos. Lo ¨²ltimo: un chocolate de vino rosado. Muy tremendo todo.
Chocolate y vino, ?maridaje perfecto?
No nos bastaba con que el helado de vino haya sido una de las tendencias del verano en EE UU. En Los ?ngeles, esa ciudad nortearmericana donde o comes maravillas o te indigestas con basura no apta para todos los bolsillos, se acaban de inventar una nueva delicatessen mezclando dos b¨¢sicos entre los b¨¢sicos del buen gusto: el vino y el chocolate. El maridaje entre el chocolate y el vino es fabuloso, pr¨¢cticamente perfecto; ?por qu¨¦ no inventar algo que nos permita matar dos p¨¢jaros de un tiro? Y claro, se les fue de las manos, pero ?para bien o para mal?
El padre de la criatura es una de las casas de chocolates con m¨¢s solera de Los ?ngeles; Compart¨¦s, un artesano chocolatero que desde 1950 lleva endulzando a lo m¨¢s granado de la ciudad californiana. Con el empleo de chocolate, en teor¨ªa sudamericano y de primer¨ªsima calidad, elaboran una creaci¨®n de chocolate fundido con vino rosado franc¨¦s y cristalizado con una especie de az¨²car hecha con p¨¦talos de rosa. El resultado es una tableta de color rosa chicle tan pasteloso y tan Barbie que, hasta la mism¨ªsima Angelyne?lo podr¨ªa usar como combustible para pasear su Corvette por Hollywood Boulevard. Pero el caso es que est¨¢ muy rico y se est¨¢ vendiendo a porrillo.
La idea, al parecer, ya era un tanto pol¨¦mica porque Sugarfina?,otra empresa estadounidense, hab¨ªa sacado al principio del verano unos ositos de gominola tambi¨¦n de vino rosado. Vamos, s¨²per novedoso, teniendo en cuenta que en Europa ya hemos hecho gominolas y helados con todo lo imaginable. Pero el caso es que se han forrado, y todo el mundo quiere un pedazo del pastel; porque cuando se pone algo de moda hay que aprovechar el fil¨®n. Claro que lo que igual no apetece tanto es el precio; una tableta del chocolate de vino rosado cuesta nada m¨¢s y nada menos que 9,95$ (8,97€). Obviamente un chocolate bueno hay que pagarlo, pero es que adem¨¢s, todo lo que tenga que ver con vino franc¨¦s, tambi¨¦n es sin¨®nimo de que te vaya a costar un ri?¨®n, aunque sea del mont¨®n. Eso es axioma fundamental del marketing aqu¨ª y en Saturno.
Como todo vale, poco tardaron en sacar el primer chocolate con bacon incorporado
Con el chocolate no todo vale
Lo que es cierto es que, el chocolate siempre ha sido objeto de infinidad de guarrindongadas, en algunas ocasiones con final feliz pero en otras muchas con final apocal¨ªptico. No podemos echar la culpa a los estadounidenses de todo esto; posiblemente el encarecimiento de la materia prima es lo que hace a los maestros reposteros agudizar el ingenio para poder mantener un consumo. Baja la calidad pero no la creatividad porque, insisto, el que quiere calidad la tiene que buscar y pagar un precio justo por ella.
Como todo vale, poco tardaron algunas empresas como Vosges en sacar el primer chocolate con bacon incorporado. Porque todo el mundo sabe que el bacon y el chocolate son dos sabores que casan perfectamente, vamos. Tanto es as¨ª, que la empresa en cuesti¨®n ofrece un brunch con semejante aberraci¨®n, acompa?ado por un Fitz Ritter espumoso por la friolera de 55$. Teniendo en cuenta que se puede encontrar ese vino alem¨¢n por internet en plataformas fabulosas como Uvinum.es por 8 veces menos ese precio, y que el bacon es una materia prima barata donde las haya, ?de donde sacan material para inflar as¨ª el precio? El chocolate debe ser de una pureza impresionante; de una calidad tan sumamente alta que ha sido necesario mezclarlo con bacon. Alucinante.
Cambiando de tercio, todo el que ha ido a Jap¨®n ha tenido que probar el Kit Kat de wasabi, un b¨¢sico entre los b¨¢sicos. Y aunque parezca mentira, independientemente de la calidad del chocolate, el resultado es bien positivo. El sabor al paladar es fresco y divertido. Tanto es as¨ª que, algunas de esas primeras marcas que tanto se anuncian por televisi¨®n, han decidido coger el testigo. Y si pensabais que ahora que nos quieren meter con embudo los bichos en la dieta no iban a aparecer empresas que hicieran chocolate con insectos, est¨¢is bien equivocados. No ten¨¦is m¨¢s que visitar la web de Hotlix y hacer vuestro pedido de barquillos de chocolate con hormigas negras. Eso, siempre y cuando os recuper¨¦is del shock cuando descubr¨¢is lo que hacen con escorpiones.
Visto lo visto, con un panorama as¨ª igual va siendo hora de que empecemos a comer un poco m¨¢s de fruta. Lo que est¨¢ claro es que, los chocolates industriales pueden regalarnos sensaciones divertidas, pero nada m¨¢s. Pero ?sucede lo mismo con los chocolates de primer¨ªsima calidad? ?A¨²n piensan determinadas empresas chocolateras que los consumidores somos tan ingenuos? Que cada uno coma lo que quiera y pague lo que pueda, pero recordad: en materia de chocolate, la calidad se paga siempre.
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