El caso Delta y el fallo inform¨¢tico de las aerol¨ªneas
La compa?¨ªa a¨¦rea acepta el modelo espa?ol: vacaciones con caos y confusi¨®n
Cualquier fallo, aunque sea de baja intensidad, puede provocar en los mercados peque?os cataclismos con un gran n¨²mero de afectados. El caso de Delta Airlines informa claramente a los soci¨®logos y economistas de que las actividades que requieren log¨ªsticas altamente sofisticadas ¡ªpor ejemplo, las l¨ªneas a¨¦reas¡ª son propensas a sufrir microapocalipsis terror¨ªficos, aunque, por el momento, reversibles. Un apag¨®n el¨¦ctrico en la sede de la compa?¨ªa en Atlanta (Georgia), sede tambi¨¦n de Coca-Cola ¡ª?recuerdan la sarc¨¢stica definici¨®n de James Cagney en One, Two, Three de Wilder: ¡°Atlanta es como Siberia, pero con discriminaci¨®n racial¡±¡ª, provoc¨® un colapso en el sistema inform¨¢tico de la compa?¨ªa. Durante seis horas de blackout se suspendieron 3.300 vuelos (sobre un total de 5.000 diarios), la facturaci¨®n qued¨® paralizada, el ictus inform¨¢tico bloque¨® la web y decenas de miles de pasajeros se quedaron en tierra. Es el modelo espa?ol: vacaciones con caos y confusi¨®n.
Delta, consciente de que opera en un mercado sensible a la calidad del servicio y a los precios, compensar¨¢ a los damnificados. Una manera elegante de soslayar la reclamaci¨®n legal y demostrar preocupaci¨®n por sus clientes. Pero la incertidumbre no est¨¢ en las indemnizaciones, sino en la inquietante repetici¨®n de los fallos log¨ªsticos e inform¨¢ticos. Durante los ¨²ltimos meses, persistentes y misteriosos, se han repetido los colapsos. En mayo del a?o pasado, hubo que suspender el control del tr¨¢fico a¨¦reo regional en el corredor Washington-Nueva York por un virus inform¨¢tico. En julio, Southwest, una l¨ªnea de bajo coste, cancel¨® m¨¢s de mil vuelos por un fallo inform¨¢tico. Dos meses despu¨¦s, American Airlines suspendi¨® operaciones en Chicago, Miami y Dallas por la misma raz¨®n. En marzo, All Nippon Airways sufri¨® un bloqueo de su red y tuvo que suspender m¨¢s de un centenar de vuelos. En mayo de este a?o se bloque¨® el sistema de radar de la aviaci¨®n civil en Suecia; resultado, tr¨¢fico detenido durante horas.
Caben varias explicaciones para esta epidemia. La m¨¢s racional, sosa y probable es que las compa?¨ªas a¨¦reas se gastan poco dinero en mejorar y asegurar su log¨ªstica digital. Mal hecho, porque de esa log¨ªstica depende la continuidad en el negocio y la seguridad de los viajeros. Dicen las estad¨ªsticas que invierten poco m¨¢s del 2,5% de sus ingresos en seguridad digital; pero esa cantidad tiene que aumentar significativamente, porque crece la probabilidad de ataques ciberterroristas y el clima se vuelve imprevisible. Woody Allen se identificar¨ªa m¨¢s con la explicaci¨®n neur¨®tica: la red inform¨¢tica est¨¢ cobrando conciencia, se siente superior a los humanos y lanza ataques preliminares para destruir a la humanidad. En l¨ªnea con la Skynet de Terminator. Allen tiende a suponer que hay poca distancia entre la inteligencia humana y el umbral de conciencia de red neuronal global.
La tercera ser¨ªa la preferida de Bart Simpson: los extraterrestres (o sea, los que han enviado a Trump) controlan la red y ensayan la destrucci¨®n de la econom¨ªa mundial. Pronto sabremos qui¨¦n tiene raz¨®n.
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