Todos los ni?os son nuestros ni?os
La trata y la explotaci¨®n de menores no conocen fronteras
Hace pocos d¨ªas, los medios de comunicaci¨®n informaban del desmantelamiento, por parte de la Guardia Civil, de una red de explotaci¨®n sexual de ni?as en nuestro pa¨ªs. La citada red explotaba a ni?as espa?olas, y los tratantes y proxenetas compart¨ªan con ellas nacionalidad. En los medios suelen publicarse noticias sobre cat¨¢strofes en otros pa¨ªses se?alando si hay alg¨²n espa?ol muerto, como si produjera un cierto alivio que no haya alguien de nuestra nacionalidad entre las decenas de v¨ªctimas de un terremoto, un tsunami o cualquier otra cat¨¢strofe.
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D¨¢ndole la vuelta al argumento, la preocupaci¨®n sobre este caso debiera ser enorme ya que todas las ni?as explotadas son espa?olas.
Uno de los grandes retos que tenemos por delante es entender que el territorio de determinados problemas trasciende fronteras y que las vulneraciones y abusos a los que enfrentan los ni?os est¨¢n presentes en diferentes contextos y pa¨ªses, independientemente del nivel de desarrollo o del entorno econ¨®mico, social y cultural en el que crezcan. La trata y la explotaci¨®n sexual infantil son problemas que merman los derechos humanos y que en el caso de los ni?os traen consigo enormes dificultades para su futuro. El mito de que este tipo de delitos no existe dentro de nuestras fronteras y que si existen solo afectan a extranjeros es falaz y mezquino.
Todos los ni?os son nuestros ni?os. Una vulneraci¨®n de tan terribles consecuencias para la vida de miles de ellos y muy especialmente de las ni?as, requiere de una acci¨®n conjunta y mucho m¨¢s determinante de la comunidad internacional. Los retos de la protecci¨®n de la infancia en un mundo donde 250 millones de ni?os viven en pa¨ªses con conflictos armados requieren de un mayor compromiso en todos los aspectos y muy especialmente en materia de financiaci¨®n para la prevenci¨®n y atenci¨®n a las v¨ªctimas. El conflicto armado en Siria e Irak con la consiguiente crisis de refugiados ha favorecido que las redes de trata se beneficien de la necesidad de tantas personas que precisan asilo y refugio huyendo de la guerra y la persecuci¨®n ¡ªen muchos casos religiosa o pol¨ªtica¡ª. El pasado a?o m¨¢s de 88.000 ni?os no acompa?ados, solos, llegaron a Europa en busca de refugio, 10.000 de ellos estuvieron en paradero desconocido y a¨²n hoy no se sabe cu¨¢ntos siguen en esta situaci¨®n. Probablemente muchos de ellos sean v¨ªctimas de la explotaci¨®n y la trata.
El pasado a?o m¨¢s de 88.000 ni?os no acompa?ados, solos, llegaron a Europa en busca de refugio
Como se?al¨® el escritor mexicano Carlos Fuentes ¡°la crueldad es lo mejor distribuido del mundo¡±. La explotaci¨®n y trata de ni?os es una crueldad convertida en un negocio lucrativo que no conoce fronteras, y que lamentablemente vive en entorno propicio. Es necesario reforzar los mecanismos de protecci¨®n a la infancia con m¨¢s recursos y capacidades.
El pre¨¢mbulo de la Convenci¨®n Internacional de los Derechos del Ni?o se?ala: ¡°(¡) la libertad, la justicia y la paz en el mundo se basan en el reconocimiento de la dignidad intr¨ªnseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, (¡)¡±. Dicen que el papel lo aguanta todo, pero estas palabras son el motivo por el que desde UNICEF trabajamos todos los d¨ªas. Construyamos un mundo m¨¢s justo y digno para todos los ni?os, libre de una crueldad tan execrable como la trata y la explotaci¨®n.
Javier Martos es director ejecutivo de UNICEF Comit¨¦ Espa?ol.
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