La humorista con la cabeza rapada que ha puesto en jaque al patriarcado
Hablamos con Patricia Sornosa, la c¨®mica que ha hecho del feminismo materia prima para sus desternillantes mon¨®logos, incluso actuando delante del Opus Dei
¡°En cuestiones como feminismo, la comedia espa?ola es EE UU hace 30 a?os¡±, se preguntaba en su cuenta de Twitter, de esa forma ret¨®rica que da el prescindir de interrogantes, el director de cine Nacho Vigalondo. Si trasladamos esta reflexi¨®n a alguien que conoce de primera mano dicha industria, ocurre lo siguiente: ¡°La comedia en nuestro pa¨ªs todav¨ªa es un reducto machista. Est¨¢ producida y manejada por hombres, a pesar de que la mayor parte del p¨²blico lo forman mujeres. En ese sentido, la din¨¢mica que se ha creado es muy extra?a, porque hemos asistido de forma masiva a espect¨¢culos en los que no se nos dejaba en buen lugar, ni se nos entend¨ªa, ni se nos ten¨ªa en cuenta la mayor parte de veces. Afortunadamente, todo eso est¨¢ cambiando¡±, contesta Patricia Sornosa (Manises, 1977). Ella, junto a otros activos como Isa Calder¨®n o Soy Una Pringada, es una de las impulsoras de ese cambio.?
"Primero me cort¨¦ el pelo y luego se me ocurri¨® el chiste. Pero cuando se me ocurri¨®, vi lo mucho que hab¨ªa merecido la pena raparme"
Patricia, reciente fichaje de Comedy Central que lleva semanas en boca de todos, nos atiende por tel¨¦fono; probablemente sin calzado alguno. ¡°Mi madre odia verme descalza¡±, confiesa. ¡°No nos dejaba ir sin zapatos por casa, y es por eso que en mis actuaciones, cuando hace buen tiempo, salgo con los pies desnudos. Es una forma de ir a por todas, sin pensar en complacer a nadie¡±. Para tampoco contentar a nadie en invierno, Sornosa se calza entonces unas botas militares que, sumadas a su cabeza rapada, le aportan una est¨¦tica agresiva con la que epatar al p¨²blico.
¡°Mi carrera empez¨® a cambiar cuando me rap¨¦ la cabeza¡±, asegura. ¡°Cuando salgo al escenario, ir pelada al cero crea unos segundos de desconcierto en el p¨²blico que tengo que aprovechar bien¡±. Y lo hace: en la apertura de su espect¨¢culo, excusa su aspecto aduciendo haber conocido a un chico con preferencia por las mujeres rasuradas. ¡°Primero me cort¨¦ el pelo y luego se me ocurri¨® el chiste. Pero cuando se me ocurri¨®, vi lo mucho que hab¨ªa merecido la pena raparme¡±, bromea.
Continente de impacto a parte, es el contenido de los mon¨®logos que defiende Sornosa lo que ha hecho de esta humorista una de las m¨¢s estimulantes en la escena de stand-up nacional.??¡°El feminismo es parte importante de mi discurso, s¨ª, pero no hay que perder de vista que mi principal objetivo es hacer re¨ªr¡±, recuerda, del mismo modo que reconoce no ser capaz de cumplir siempre su pretensi¨®n ¨²ltima. ¡°He actuado muchas veces con el p¨²blico en contra¡±, a?ade. ¡°Me contrataron, por ejemplo, para actuar en una fiesta privada donde la mitad del p¨²blico era del Opus. Ese d¨ªa me fue como el culo, pero tambi¨¦n me ha ido mal en ambientes supuestamente progresistas, donde he tenido alguna enganchada¡±, lamenta. ¡°La gente est¨¢ en su derecho de interrumpirme y decir lo que ella quiera, por supuesto. Pero si tienes algo que decir, yo me esperar¨ªa a tener un escenario, un micro y un foco delante¡±.
Ese palco de legitimidad (escenario, micro, foco) es algo que nuestra entrevistada anhelaba desde que descubri¨® al monologuista George Carlin. ¡°Me flipa. Cuando lo vi por primera vez fue como, ?en serio se puede hacer esto? Descubrir gente como ¨¦l o como Bill Hicks fue todo un shock para m¨ª¡±. Trazar una l¨ªnea recta desde el incendiario Hicks hasta Patricia Sornosa es, de hecho, relativamente sencillo: el mayor rasgo de ambos monologuistas no deja de ser la posici¨®n log¨ªstica perfecta desde la que ser, a la vez, c¨¢usticos y comprometidos. ¡°El humorista ha de ponerse siempre del lado del d¨¦bil, porque de lo contrario, los chistes, por ejemplo, racistas o machistas, son despreciables¡±, opina sin ambages.
¡°Meterte con el d¨¦bil no te va a cerrar ninguna puerta. ?Qu¨¦ puerta te va a cerrar? Si los d¨¦biles no tienen puerta con la que invitarte a entrar a ning¨²n sitio¡±. Esta pasi¨®n por las trincheras la corrobora, si es que a¨²n fuera necesario a estas alturas, 'Ni noble, ni buena, ni sagrada: Bankia', pieza dramat¨²rgica en la que Sornosa interpreta uno de los papeles principales.?
No son pocos los resortes que esta humorista tantea en sus trabajos; nadie podr¨ªa sospechar que, sin embargo, el que iba a saltar con m¨¢s virulencia ser¨ªa tan fr¨ªvolo. ¡°El vapeo ha mejorado mi vida. Piensa antes de hablar, est¨²pida mujer¡±, podemos leer en uno de los comentarios a este v¨ªdeo de Sornosa, l¨ªnea arriba, l¨ªnea abajo de otros como ¡°cuando mueras a causa de un enfisema pulmonar, haremos una vapeparty en tu honor¡± o ¡°peladita cancerosa¡±. Si este slang-vapeo, vapeparty- os resulta ajeno, felicidades: no form¨¢is parte de la nutrida comunidad de usuarios del cigarrillo electr¨®nico. ¡°De todas mis bromas, nunca pens¨¦ que la que iba a resultar m¨¢s ofensiva ser¨ªa la de los vapeadores¡±, reconoce. ¡°Me han llegado a amenazar de muerte, y mis padres incluso quer¨ªan que denunciara, pero, ?c¨®mo le cuentas esa historia a la polic¨ªa sin hacer el rid¨ªculo? Me acojon¨¦ un poco, la verdad¡±, zanja, ¡°pero, ?qu¨¦ me van a hacer? Quiero decir: son fumadores de cigarrillos electr¨®nicos¡±.
¡°Cuando mueras a causa de un enfisema pulmonar, haremos una 'vapeparty' en tu honor¡±
¡°No s¨¦ por qu¨¦ alguien ha de ofenderse por una de mis opiniones¡±, responde, cuando es preguntada por los cacareados l¨ªmites del humor. ¡°Yo solo soy una idiota con un micro¡±, aduce, quitando hierro a las sensibilidades heridas por sus mon¨®logos. De todas formas, negamos la mayor: ni idiota, ni un micro, pues ahora mismo son legi¨®n los canales, salas y comisarios culturales interesados por el trabajo de Patricia Sornosa. Ya s¨®lo le queda poner de rodillas tambi¨¦n a la prensa de derechas, de la que nos disfrazamos para preguntarle: en el caso de alcanzarse la utop¨ªa feminista (igualdad, ya saben), ?no temes quedarte sin trabajo? ¡°En ning¨²n caso, porque siempre encontrar¨ªa situaciones injustas por las que seguir luchando¡±, termina. ¡°Ojal¨¢ me quedara sin trabajo por eso¡±.
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