Unos veraneantes ayudan a unas ballenas varadas a regresar al mar

Un grupo de ba?istas que se encontraban en la playa Las Coloradas, en Lanzarote, han ayudado este jueves a unos cet¨¢ceos que se hab¨ªan quedado atrapados en la arena para volver al mar. "Hab¨ªa demasiada actividad en la superficie, creo que por ignorancia se atrajo a las ballenas a la costa", cuenta Natasha Maksymanko, jefa del centro de Buceo de Marina Rubicon. La bah¨ªa en la que se encuentra la playa forma un semic¨ªrculo en el que suelen navegar varios tipos de embarcaciones. En uno de sus extremos se encuentra el Museo Atl¨¢ntico, una galer¨ªa acu¨¢tica donde hay en estas fechas m¨²ltiples bancos de peces. "Yo no soy bi¨®loga, pero quiz¨¢s los calderones vinieron a comer con sus cr¨ªas y se quedaron atrapados por puro miedo ante los catamaranes con m¨²sica, los barcos de buceo y la gente ba?¨¢ndose al lado", opina Maksymanko.

Otras veces hab¨ªan visto a estas ballenas piloto, tambi¨¦n conocidas como calderones, cerca de la costa. La geograf¨ªa volc¨¢nica de las islas goza de unas fosas marinas muy profundas por donde pasan los cet¨¢ceos, muy cerca de la actividad del hombre. Pero nunca se hab¨ªan visto en la playa. Cuando el equipo de buceo vio tan cerca a los turistas de los animales, decidieron actuar y pedirles que ayudasen a meter de nuevo a los cet¨¢ceos a la profundidad del mar. "Empec¨¦ a gritar a la gente para que los empujaran para adentro. Llev¨¦ a una cr¨ªa muy peque?a entre mis brazos, pero otros pesaban demasiado y aunque no se les deba agarrar de las aletas porque se les hace da?o, pens¨¦ que era mejor que se recuperaran en el mar que se murieran en la playa", relata Maksymanko.

Una vez que los cet¨¢ceos volvieron mar adentro gracias a los turistas, un grupo de apneistas los sigui¨® para que no volvieran a desorientarse. "Cerca hab¨ªa un barco de buceo que se apart¨® cuando se dieron cuenta de la situaci¨®n. Pero muchas embarcaciones, al ver a estos animales salvajes, se acercan demasiado y los asustan y desorientan con el ruido de sus motores. Los cet¨¢ceos deben observarse de lejos para evitar situaciones as¨ª", afirma la jefa del centro de buceo. Por suerte para este grupo de calderones, la historia acab¨® con final feliz.