?Puede Pok¨¦mon GO transformar nuestros espacios p¨²blicos?
Seguramente hemos o¨ªdo hablar del fen¨®meno Pok¨¦mon GO, el juego de realidad aumentada que consiste en encontrar y capturar a peque?os monstruos ex¨®ticos a trav¨¦s de un dispositivo m¨®vil. Con muchos m¨¢s usuarios diarios activos que Snapchat, Instagram o WhatsApp, este juego ha llamado la atenci¨®n de los m¨¢s curiosos al ser un entretenimiento distinto a lo visto hasta el momento.
Desde su lanzamiento, ha habido m¨²ltiples reacciones tanto positivas como negativas por parte de los gobiernos, organizaciones, urbanistas, arquitectos... Muchas cr¨ªticas y preocupaciones acerca de los peligros del juego, la falta de interacci¨®n con el mundo real, la necesidad de detener la mirada de los dispositivos m¨®viles, la seguridad¡ por s¨®lo nombrar unos pocos.
Sin embargo, el juego tambi¨¦n aporta grandes beneficios sociales, de salud e incluso culturales. Millones de personas en todo el mundo ya han recorrido miles de kil¨®metros para cazar estas criaturas ya sea a pie, en bicicleta, en coche o en transporte p¨²blico. De hecho, hay la posibilidad de ejecutar una aplicaci¨®n llamada Pok¨¦Fit antes de empezar a jugar, la cual controla autom¨¢ticamente la distancia recorrida y los pasos dados, registrando todos los datos en un mapa que muestra la ruta, se contabilizan las calor¨ªas quemadas en la actividad y se guarda un hist¨®rico de cada 'salida', con su fecha y duraci¨®n.
Desde este punto de vista, se podr¨ªa considerar que el juego aporta grandes beneficios de salud tanto f¨ªsica como mental, impulsando a la vez la interacci¨®n con otros usuarios, aunque puede ponerse en duda la alteraci¨®n de la superficialidad en estas relaciones y la banalizaci¨®n de las relaciones sociales e interpersonales¡
Pero, ?qu¨¦ papel ¡®juega¡¯ el espacio p¨²blico?
Tal como Patrick Lynch menciona en un art¨ªculo de ArchDaily, el juego ofrece a los usuarios un mayor aprecio por el espacio p¨²blico y los monumentos arquitect¨®nicos e hist¨®ricos de la ciudad. Un ejemplo de ello es el el caso del National Mall de Washington DC, donde el servicio nacional de parques anim¨® a sus guarda-parques a conocer un poco m¨¢s sobre los monumentos hist¨®ricos del lugar para as¨ª poder nutrir a los jugadores de conocimiento mientras les indican la localizaci¨®n de Pok¨¦mon.
Para Lynch, un espacio p¨²blico es exitoso cuando es f¨¢cilmente accesible y abierto; pero asegura que a diferencia de las plazas tradicionales, cuyo desarrollo es a menudo dictado por motivos hist¨®ricos o econ¨®micos, el ¨¦xito de un espacio Pok¨¦mon es totalmente democr¨¢tico.
El urbanismo, de hecho, siempre ha sido un elemento esencial en los juegos urbanos virtuales, predominando unos edificios m¨¢s que otros ya sea con vol¨²menes de distintos tama?os, formas, colores¡ La diferencia es que ahora, la jerarqu¨ªa de los edificios de los antiguos juegos de m¨®vil y ordenador se ha superpuesto en el espacio p¨²blico real, lo que permite cuestionar si la forma en que nuestros barrios se organizan refleja la jerarqu¨ªa que est¨¢n destinados a tener.
A d¨ªa de hoy, la tecnolog¨ªa nos da una forma de mapear c¨®mo las personas est¨¢n usando los espacios p¨²blicos y por cu¨¢nto tiempo; y como resultado, nos permite cuestionar el dise?o del espacio p¨²blico actual. De hecho, el juego ya tiene la capacidad de reconocer la diferencia entre un edificio p¨²blico y privado; y quiz¨¢ en un futuro, se le atribuir¨¢n nuevas funciones a diferentes tipos de espacios.
El fen¨®meno que se est¨¢ viendo en el mundo es que los museos, parques y grandes almacenes se han convertido en puntos de acceso de Pok¨¦mon, siendo m¨¢s capaces de acomodar m¨²ltiples usos de los que anteriormente se podr¨ªa haber imaginado. En las galer¨ªas de arte, por ejemplo, es perfectamente posible apreciar el arte y tener un monstruo virtual pasando de lado a lado de la sala -siempre y cuando la actividad no anime a algo que es la ant¨ªtesis de la funci¨®n regular de ese lugar.
Pok¨¦mon GO es sin duda el primero de los muchos juegos de realidad aumentada que afectar¨¢n el funcionamiento de los espacios p¨²blicos del mundo real. Pero la verdadera innovaci¨®n urbana no es la realidad aumentada sino el mapa generado por los usuarios, donde el espacio p¨²blico est¨¢ siendo tratado con mucha cura.
Grandes espacios p¨²blicos responden y se adaptan a las necesidades y deseos de las comunidades cambiantes, y esto incluye la evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa y los cambios resultantes en los comportamientos y tendencias sociales. La tecnolog¨ªa ha creado nuevas formas de unir a las personas con su entorno; ahora bien, tambi¨¦n puede influir en nuevas maneras de ocupar el espacio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.