Nombramiento disparatado
Espa?a debe estar representada con profesionalidad y ejemplaridad si quiere desmarcarse de la sombra de la corrupci¨®n
Editoriales anteriores
El viernes por la noche, minutos despu¨¦s de fracasar el voto de investidura de Mariano Rajoy, el Gobierno hizo p¨²blica la designaci¨®n de Jos¨¦ Manuel Soria como candidato a director ejecutivo del Banco Mundial. Se trata de una acci¨®n que contradice sus compromisos de regeneraci¨®n y que prueba su nula sensibilidad en temas relacionados con la ¨¦tica pol¨ªtica. Soria, que tuvo que dejar la cartera de Industria tras verse salpicado por los papeles de Panam¨¢, es la peor tarjeta de presentaci¨®n de un Gobierno y de un partido que quieren convencer a los espa?oles y a la comunidad internacional de que hay un punto de inflexi¨®n en su lucha contra la corrupci¨®n.
Mientras con una mano Rajoy acept¨® las condiciones de Albert Rivera, incluido un ¡°endurecimiento del r¨¦gimen de incompatibilidades tras su cese¡± y una exclusi¨®n de los imputados por corrupci¨®n, con la otra estaba preparando el destino de un exministro que, si bien no est¨¢ encausado, se vio obligado a dimitir despu¨¦s de las incoherencias que demostr¨® tras aparecer en los papeles de Panam¨¢. Las razones que sirvieron para desalojarle hace cinco meses est¨¢n vigentes. El PP ha hecho adem¨¢s algo a lo que nos tiene por desgracia acostumbrados: justificar su decisi¨®n como si le sobraran razones obvias y el cuestionamiento fuera ex¨®tico o malintencionado.
Hubo un momento en que Espa?a estaba dignamente representada en los foros internacionales, pero la decadencia que empez¨® con el plant¨®n de Rodrigo Rato al FMI o la tardanza de Magdalena ?lvarez en abandonar el BEI tras verse salpicada por el caso ERE no se enmienda con un exministro manchado por los papeles de Panam¨¢. Espa?a debe recuperar la presencia que merece, m¨¢s a¨²n en este momento de debilidad ahondada por la ausencia internacional de Rajoy. Y debe estar representada con profesionalidad y ejemplaridad si quiere desmarcarse de la sombra de la corrupci¨®n que con raz¨®n nos persigue.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.