El protagonista de ¡®Narcos¡¯ quiere la legalizaci¨®n de las drogas

Se abre la puerta de una sala del hotel madrile?o Villa Magna y en el centro se encuentra solo y sentado de espaldas un hombre vestido de negro. Wagner Moura (Bahia, Brasil, 40 a?os) se levanta, se gira ajust¨¢ndose su americana y saluda en espa?ol. Es uno de los actores m¨¢s conocidos de Brasil y ha venido a promocionar la segunda temporada de Narcos, la serie de Netflix en la que interpreta al narcotraficante colombiano Pablo Escobar. Est¨¢ cansado del viaje, pero es simp¨¢tico a rabiar y cuenta c¨®mo desde ni?o supo que quer¨ªa contar historias. No sab¨ªa cu¨¢l ser¨ªa su medio para lograrlo, pero investig¨® con todos los que tuvo a su alcance.

¡°Comenc¨¦ a estudiar teatro a los 15 y despu¨¦s me licenci¨¦ en periodismo en Bah¨ªa¡±, cuenta. Con este bagaje acad¨¦mico poco le cost¨® documentarse para el papel de Escobar. ¡°He visto todos sus v¨ªdeos, he le¨ªdo todo cuanto se ha escrito sobre ¨¦l y me fui a aprender espa?ol a su ciudad, Medell¨ªn, donde todo el mundo me dec¨ªa que le conoci¨®¡±, explica ri¨¦ndose. Pero no contact¨® con su familia porque no quer¨ªa tener ning¨²n tipo de responsabilidad. ¡°Todo lo que estudi¨¦ sobre ¨¦l fue para tirarlo a la basura y crear mi propia versi¨®n de Pablo¡±, informa. ¡°Lo importante es la manera en la que uno mira al personaje¡±.

La adicci¨®n a las drogas es gigante y hay que tratarla como un problema de salud, no como un asunto policial. Hay m¨¢s gente muriendo por balazos que de sobredosis. Es una batalla err¨®nea

Despu¨¦s de dos a?os en la piel de Escobar cuenta que admira ¡°su coraje¡±. Y lo explica: ¡°No ten¨ªa miedo a nada. Era un guerrero, del mal, pero un guerrero que pele¨® hasta la muerte. En la segunda temporada vamos a ver a un Pablo perseguido. El Escobar poderoso ya no existe y ahora tiene que lidiar con otras emociones mientras trata de proteger a su familia. Admiro esa contradicci¨®n de un personaje tan cruel: pod¨ªa ser un fr¨ªo asesino, pero a la vez era tierno con su familia, delicado con las personas que le importaban¡±.

A la hora de hablar de narcotr¨¢fico, Wagner aboga por la legalizaci¨®n. ¡°La guerra contra las drogas es una pol¨ªtica que viene de Estados Unidos. Pero los tiroteos no suceden en Nueva York ni en Los ?ngeles o Boston, sino en M¨¦xico, en Brasil, en Colombia, en Bolivia y en los dem¨¢s pa¨ªses que producen y exportan drogas. Esa guerra es un fracaso porque s¨®lo existe para que mueran j¨®venes de barrios pobres de estos pa¨ªses. La adicci¨®n a las drogas es gigante y hay que tratarla como un problema de salud, no como un asunto policial. Hay m¨¢s gente muriendo por balazos que de sobredosis. Es una batalla err¨®nea¡±.

Moura no considera, sin embargo, que tenga un compromiso social por ser actor. ¡°Existe mucha presi¨®n para que los artistas nos comprometamos. Me gusta la pol¨ªtica como ciudadano, aunque soy consciente de que al ser conocido en Brasil tiene repercusi¨®n lo que pueda decir. Y prefiero aparecer en una revista hablando de drogas que posar con un perro en mi jard¨ªn¡±.

De su familia, su mujer y tres hijos, prefiere callar. ¡°Lo primero es la privacidad. Por eso me molesta cuando presionan a un actor homosexual para que diga que es gay. Si para esa persona es importante decirlo, que lo haga. Si no, no¡±. De lo que s¨ª habla es de su proyecto inmediato como director. ¡°Es una pel¨ªcula sobre Carlos Marighella, guerrillero brasile?o durante la dictadura militar que ha sido olvidado. En Brasil, una ley de amnist¨ªa perdon¨® a los militares que torturaron y mataron. No est¨¢ prohibido hablar de esa ¨¦poca, pero no se hace. S¨¦ que en Espa?a tambi¨¦n pas¨® con Franco y creo que hay que tener memoria, es una relaci¨®n saludable con el pasado¡±.

Escobar no ten¨ªa miedo a nada. Era un guerrero, del mal, pero un guerrero que pele¨® hasta la muerte

Hablando de pasado, su primera incursi¨®n en el cine fue con Pen¨¦lope Cruz. ¡°S¨ª, en Woman on top. Qu¨¦ horror. Es mal¨ªsima. Yo era un actor de teatro y me llevaron a R¨ªo, donde se estaba rodando. No me gust¨® la experiencia. Pen¨¦lope no era la estrella que es ahora, pero ya la hab¨ªa visto en Jam¨®n, jam¨®n¡±. Wagner se pone de pie sonriendo mientras le viene a la memoria algo: ¡°Qu¨¦ bueno¡­ Woman on top¡­ Qu¨¦ recuerdos¡±. Y camina hacia la habitaci¨®n donde da comienzo la sesi¨®n de fotos.