Una burla sobre los evang¨¦licos que nos indujo a error
La edici¨®n digital de EL PA?S public¨® el pasado 5 de septiembre, en la secci¨®n Internacional, una columna de opini¨®n que, por su titular -?Los hombres que cocinan pueden acabar gais?- , y por la persona que la firmaba, -Juan Arias, Defensor del Lector de este diario entre 1994 y 1996-, despert¨® el inter¨¦s de los lectores. La columna, sin embargo, se basaba en lo publicado en una p¨¢gina de Facebook sat¨ªrica, de ah¨ª que esta Defensora se vea obligada a informar del caso.
El art¨ªculo de Juan Arias, comenzaba as¨ª: Las iglesias evang¨¦licas, que tienen obsesi¨®n con la homosexualidad, ahora afirman que los hombres que cocinan pueden ¡®enfermarse y convertirse en gais¡¯. As¨ª acaba de proclamarlo la Iglesia Evang¨¦lica Pentecostal Renacimiento de Chile en su cuenta de Facebook.
A partir de este dato, el autor arremet¨ªa contra las opiniones supuestamente medievales de dichas iglesias, sin despegarse demasiado de la sombra que proyectaba la absurda frase reproducida en el titular. Lo cierto es que tal afirmaci¨®n procede de una cuenta de Facebook sat¨ªrica, como comprobar¨¢ cualquiera que entre en ella, en la que se hacen las m¨¢s estramb¨®ticas afirmaciones, atribuy¨¦ndolas a la arriba citada iglesia evang¨¦lica. Un detalle que no ha sido advertido por varios periodistas que, como Arias, han ido cayendo en los ¨²ltimos meses, en el error de tom¨¢rsela en serio.
Nada m¨¢s aparecer la columna de Juan Arias en la web de EL PA?S, recib¨ª una carta de Pedro Tarquis, portavoz de la Alianza Evang¨¦lica Espa?ola y director de Protestante Digital, principal diario espa?ol evang¨¦lico, vinculado a la misma, en la que me comunicaba su asombro ante el texto publicado.
Le escribo por el art¨ªculo de Juan Arias sobre los evang¨¦licos.
Por un lado, en el aprecio que les tengo como medio, les aviso que su art¨ªculo se fundamenta en una falsificaci¨®n.
Por otro, le escribo porque este tipo de divulgaciones adem¨¢s de no ser correctas, da?an la imagen de un colectivo que se aleja totalmente de la caricatura que el se?or Arias pretende.
En el mensaje, y para probar su afirmaci¨®n, el se?or Tarquis me adjuntaba varios enlaces, uno de ellos, al art¨ªculo de la publicaci¨®n que dirige en el que se denunciaba la columna publicada por el se?or Arias; protestantedigital.com/sociedad/40216/El_diario_El_Pais_publica_un_hoax_antievangelico_como_cierto
En su carta, Tarquis a?ade:
Al flagrante error en la fuente utilizada, a?ade Juan Arias varias ideas que son cuando menos arbitrarias.
En primer lugar, habla de las ideas medievales de los evang¨¦licos, cuando fue la Reforma protestante uno de los factores esenciales para la aparici¨®n de la sociedad moderna en todas sus dimensiones: pol¨ªtica, industrial, cient¨ªfica, y de derechos humanos. Precisamente aquellos pa¨ªses que se cerraron al cristianismo de la Reforma fueron (y son) los menos avanzados.
En segundo lugar pone al papa Francisco como modelo de modernidad en la postura cat¨®lica con las personas con relaciones homosexuales, cuando la Iglesia cat¨®lica ha expulsado a todos los sacerdotes que han hecho confesi¨®n p¨²blica de mantener esta actividad, o aprobarla como correcta dentro del catolicismo.
En tercer lugar, ataca a los cristianos evang¨¦licos por su trato a la mujer, cuando el movimiento feminista original surgi¨® en EE.UU. (como la lucha contra el racismo) de la mano de iglesias evang¨¦licas.
Pero adem¨¢s, desde hace a?os hay pastoras evang¨¦licas (incluso obispas anglicanas) mientras en nada considera Arias el ostracismo de la mujer y de las monjas en especial en el catolicismo (por poner un ejemplo).
Juan Arias, actualmente colaborador de este diario en Brasil, me ha enviado el siguiente mensaje:
Por lo que se refiere a la noticia de que dicha Iglesia Evang¨¦lica Pentecostal de Chile hiciera las declaraciones sobre la posibilidad de que los hombres que cocinan puedan convertirse en gais, la vi por primera vez en el Facebook de mi compa?ero Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ª Font.
Acostumbrado a que aqu¨ª en Brasil los pastores evang¨¦licos consideren la homosexualidad una enfermedad que debe ser curada y que puede contagiar, sobre lo que se ha escrito mucho, la noticia de Chile no me pareci¨® inveros¨ªmil.
Fui a ver en Internet y encontr¨¦ una serie de publicaciones sobre dicha declaraci¨®n sin que ninguna hablara de que se trataba de una broma.
Tanto es as¨ª que el pastor evang¨¦lico Elias Ram¨ªrez, emiti¨® una nota en la que en vez de condenar la noticia como falsa, pide perd¨®n y hace la siguiente declaraci¨®n:
¡®Amigos, entendemos una sincera disculpa y una cristiana mejilla a quienes han 'interpretado"' nuestra posici¨®n en relaci¨®n a la homosexualidad. Nosotros, al igual que Dios, no aprobamos la uni¨®n carnal ni marital entre personas del mismo sexo. Basamos nuestra fe y creencias en la Palabra de Dios, la cual claramente muestra el gesto y postura del Alt¨ªsimo creador en relaci¨®n al gesto de perversi¨®n y depravaci¨®n en que viven todos los seres que pecan contra natura¡¯.
Si, a pesar de no haberlo explicitado las publicaciones que trataron el tema, la noticia hab¨ªa sido creada por una red humor¨ªstica, siento no haberlo descubierto. El hecho es que ni el pastor Ram¨ªrez lo sab¨ªa ya que pide perd¨®n por haber sido ¡®mal interpretado en relaci¨®n a nuestra posici¨®n a la Homosexualidad¡¯.
Por lo que se refiere a mis afirmaciones sobre ciertas posturas conservadoras de las Iglesias Evang¨¦licas, ya he escrito muchas veces sobre ello y son de mi propia responsabilidad. Y me ratifico en que en los Evangelios no existe ni una palabra ni de Jes¨²s ni de los cuatro evangelistas sobre el tema de la homosexualidad y que las preocupaciones de Jes¨²s eran otras, como afirmo en mi art¨ªculo.
Siempre que me refiero a las Iglesias Evang¨¦licas para hacer alguna cr¨ªtica, queda claro que me refiero a sus m¨¢ximos responsables, ya que sobre la fe de los fieles, por lo menos aqu¨ª en Brasil, que suelen ser los m¨¢s pobres, siempre he demostrado el mayor aprecio y respeto y he criticado a la Iglesia Cat¨®lica que aqu¨ª en Brasil se ha convertido en buena parte en la religi¨®n de las clases medias, con olvido de los m¨¢s necesitados a los que hoy asiste con mayor empe?o la Iglesia Evang¨¦lica.
Creo que en este caso se confunden dos cuestiones bien distintas. La primera y fundamental es que hemos atribuido a una iglesia evang¨¦lica chilena una afirmaci¨®n que figura, en realidad, en una cuenta sat¨ªrica de Facebook que la suplanta. Entiendo las explicaciones de Juan Arias respecto a la dificultad de apreciar la burla, sin embargo, antes de publicar una noticia que afirma algo tan rid¨ªculo como que cocinar estimula la homosexualidad, creo que era exigible una investigaci¨®n m¨¢s amplia del tema y de la cuenta de Facebook en cuesti¨®n. En la duda, debiera haber intentado contrastar la informaci¨®n con las iglesias evang¨¦licas chilenas. Al contrario que Arias, yo no interpreto la nota del pastor El¨ªas Ram¨ªrez como una disculpa por la absurdez recogida por algunos medios de comunicaci¨®n. Me parece m¨¢s bien una nota resignada de una instituci¨®n quiz¨¢ acostumbrada ya a este tipo de burlas.
Otra cuesti¨®n distinta ¨Cpor m¨¢s que se enrede en la misma historia, confundi¨¦ndola- es que la condena de la homosexualidad que hacen las iglesias evang¨¦licas (compartida, por cierto, por la Iglesia Cat¨®lica), suscite cr¨ªticas. Arias tiene todo el derecho a sumarse a quienes consideran cuando menos anacr¨®nica dicha condena. Pero debe hacerlo bas¨¢ndose en afirmaciones aut¨¦nticas de los evang¨¦licos, no en burdas falsificaciones.
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