?Est¨¢ el mundo en crisis?
En los a?os venideros, aunque no se llegue nunca a una guerra total, los estallidos de violencia se reproducir¨¢n
?Est¨¢ el mundo en crisis? La guerra civil siria contin¨²a haciendo estragos. El voto a favor del Brexit conmocion¨® al mundo. Los vecinos de Rusia est¨¢n nerviosos. Turqu¨ªa y Brasil, agitados. En Venezuela, la desintegraci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica se va agravando. Los problemas no escasean, pero en los titulares se exageran los m¨¢s importantes peligros que corre el mundo. En el mar del China Meridional las tensiones no desatar¨¢n un conflicto militar grave. Hace tiempo que China anda a la gre?a con Vietnam, Filipinas, Malasia y otros vecinos por sus fronteras mar¨ªtimas. A comienzos del verano, la reputaci¨®n de China sufri¨® un golpe cuando un tribunal de arbitraje internacional fall¨® a favor de Filipinas, desestimando las reivindicaciones territoriales chinas en el mar de la China Meridional.
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Como cab¨ªa esperar, la reacci¨®n de Pek¨ªn fue beligerante. Su escalada naval en la zona contin¨²a y ha llegado a los titulares gracias a las maniobras conjuntas con Rusia. Pese a todo, el riesgo de conflicto grave contin¨²a siendo escaso. El presidente chino, Xi Jinping, se mostrar¨¢ inflexible en defensa del orgullo nacional, con el fin de mantener, hasta donde sea posible, a la opini¨®n p¨²blica y al ej¨¦rcito de su parte, ahora que est¨¢ acometiendo reformas econ¨®micas de calado. Adem¨¢s, los vecinos de China tampoco quieren conflictos. Dependen en diferentes grados de las inversiones de China y del acceso a sus mercados y, desde el punto de vista de la seguridad, deben mantener con Estados Unidos unas buenas relaciones que garanticen que la influencia china siga siendo positiva.
Por otra parte, tampoco la nueva tanda de acusaciones y amenazas que se lanzan altos cargos de Mosc¨² y Kiev conducir¨¢ a una oleada de violencia entre Rusia y Ucrania. En las ¨²ltimas semanas se han registrado nuevos enfrentamientos espor¨¢dicos en Ucrania oriental y el Gobierno ruso ha acusado a las tropas ucranianas de infiltrarse en el norte de Crimea para cometer actos terroristas. Ucrania rechaza esas acusaciones y acusa a Rusia de inventarse conspiraciones que le den un pretexto para desestabilizar a¨²n m¨¢s a Ucrania.
A los dos Gobiernos les beneficia que haya un pico de tensi¨®n. Rusia da cobertura a sus propias amenazas en v¨ªsperas de las conversaciones que, entre bambalinas, mantendr¨¢ con los l¨ªderes europeos durante la pr¨®xima reuni¨®n del G20 en China y arroja todav¨ªa m¨¢s dudas sobre la fiabilidad de Ucrania como socio europeo, en un momento en el que econ¨®mica y pol¨ªticamente este pa¨ªs ha comenzado a estabilizarse.
A Ucrania le beneficia la atenci¨®n, porque sirve para recordarle a los dirigentes europeos que el pa¨ªs sigue necesitando amigos, en un momento en el que su atenci¨®n est¨¢ en el Brexit, lo que ocurre en Turqu¨ªa y las elecciones venideras. Por fortuna, ni Rusia ni Ucrania tienen inter¨¦s en un conflicto abierto. Rusia no quiere una guerra, porque invadir Ucrania le saldr¨ªa muy caro y supondr¨ªa un gran riesgo con pocos beneficios tangibles. Ucrania tampoco quiere una guerra con Rusia, porque sabe que no podr¨ªa ganarla. En consecuencia, ambos bandos seguir¨¢n lanz¨¢ndose acusaciones y llenando titulares. De vez en cuando habr¨¢ estallidos de violencia de baja intensidad. Pero, por ahora, est¨¢ muy claro hasta d¨®nde pueden llegar los combates.
?Trump? es tremendamente impopular entre las mujeres, casi todas las minor¨ªas y los blancos con formaci¨®n universitaria
Por ¨²ltimo, los votantes estadounidenses no elegir¨¢n presidente a Donald Trump. La nominaci¨®n para la candidatura republicana solo se bas¨® en la obtenci¨®n del apoyo de un n¨²mero suficiente de votantes republicanos corrientes, enfadados con los cambios sociales y econ¨®micos que se est¨¢n produciendo en EE UU. El mensaje de Trump no lleg¨® a reportarle ni 14 millones de esos votos. Pero para alcanzar la presidencia es preciso atraerse a un sector mucho m¨¢s amplio de un electorado muy diverso. Para derrotar a Hillary Clinton necesitar¨ªa recibir entre 65 y 70 millones de votos, pero Trump sigue siendo tremendamente impopular entre las mujeres, casi todas las minor¨ªas y los blancos con formaci¨®n universitaria. Tambi¨¦n se pueden evaluar las posibilidades de Trump centr¨¢ndose en estados clave.
Las elecciones presidenciales de EE UU no se deciden en funci¨®n del total de votos emitidos a nivel nacional, sino que se rigen por un sistema basado en ?colegios electorales?, que garantiza al candidato que se impone en cada Estado un determinado n¨²mero de votos electorales relacionados con la poblaci¨®n de esa circunscripci¨®n. Dejando de lado las particularidades del sistema, est¨¢ claro que, para ganar las elecciones, Trump deber¨ªa imponerse en tres Estados clave: Florida, Ohio y Pensilvania. Por el momento, las encuestas indican que en los tres va a la zaga.
A largo plazo, todas estas cuestiones conllevan elementos que no debemos perder de vista. El riesgo de colisi¨®n accidental en el mar de China Meridional basta para mantener en alerta a las armadas y la inquietud de los vecinos de China seguir¨¢ aumentando, ya que, a la larga, el poder econ¨®mico y militar de este pa¨ªs no dejar¨¢ de extenderse. En el futuro inmediato, la pugna entre Rusia y Ucrania no tendr¨¢ una soluci¨®n duradera ni aceptable para ambos bandos. En los a?os venideros, aunque no se llegue nunca a una guerra total, los estallidos de violencia se reproducir¨¢n.
Trump no puede ganar, pero su nacionalismo xen¨®fobo sobrevivir¨¢, quiz¨¢ a trav¨¦s de alguna nueva cadena televisiva que pueda lanzar. Sin embargo, por ahora, los miedos que esos asuntos desatan son exagerados. Y eso es bueno para un mundo con tantos otros problemas a los que hacer frente.
Ian Bremmer es presidente del Eurasia Group y autor de Superpower: Three Choices for America¡¯s Role in the World. Se le puede seguir en Twitter @ianbremmer.
Traducci¨®n de Jes¨²s Cu¨¦llar Menezo.
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