As¨ª es el quetzal, el ave ¡®punk¡¯
Su cola seduce a hembras de su especie, y a culturas enteras. Sus plumas son manifestaciones poderosas de civilizaciones y de la naturaleza
En las culturas precolombinas, el Quetzalc¨®atl era la deidad protectora del cielo y la tierra. Su figura era representada como una serpiente emplumada, coronada con plumas de quetzal. El serpenteo simbolizaba el dominio de la tierra, el plumaje el dominio del viento. Por eso, para los antiguos mayas y aztecas, el quetzal era el dios del aire. Las plumas de la cola eran veneradas como una alegor¨ªa del crecimiento de las plantas. Adem¨¢s, se usaban como moneda de cambio. Eran muy valiosas y los m¨¢s poderosos las llevaban en sus atuendos. De esta manera, gobernantes y nobles se distingu¨ªan del resto acerc¨¢ndose al dios Quetzalc¨®atl. Uno de los tocados m¨¢s famosos es el penacho atribuido a Moctezuma. Para conseguir las largas plumas iridiscentes, deb¨ªan capturar al ave y despu¨¦s liberarla. Matar a un quetzal era un crimen castigado con pena de muerte.
Encontrar un quetzal no es tarea f¨¢cil. Habitan en bosques h¨²medos cubiertos por una niebla espesa y oscurecidos por un denso dosel. Un ambiente que lo recubre, a¨²n m¨¢s, de enigma y misticismo. De hecho, los conquistadores no lo descubrieron hasta finales del siglo XVIII. Ciegos por el oro, pensaron que su existencia era mera imaginaci¨®n ind¨ªgena. Fue en el 1796, en una expedici¨®n bot¨¢nica financiada por Carlos IV, cuando el naturalista Jos¨¦ Mariano Moci?o captur¨® algunos ejemplares en las selvas chiapanecas. M¨¢s tarde, en 1832, su disc¨ªpulo, el naturalista mexicano Pablo de La Llave, lo describi¨® y nombr¨® por primera vez. Para designar el g¨¦nero us¨® el t¨¦rmino Pharomachrus, del griego antiguo pharos, "manta", y makros, "largo", en referencia al plumaje, y bautiz¨® a la especie como mocinno, rindiendo homenaje a su mentor y descubridor. Actualmente, bajo el nombre de quetzal, se reconoce a todas las especies, tanto del g¨¦nero Pharomachrus como el Euptilotis, que carecen de una cola tan larga.
En ¨¦poca reproductiva, el macho se salta la veda de la timidez cantando y bailando para atraer al sexo opuesto. Seducir con danzas, romances y color significa exponerse a los peligros del bosque
La especie m¨¢s llamativa es, sin duda, Pharomachrus mocinno, en especial, el macho. Su cola es mucho m¨¢s larga que la de la hembra (puede llegar a medir 65 cent¨ªmetros), tambi¨¦n es m¨¢s grande, colorido y brillante, con un pecho rojo y una cresta al m¨¢s puro estilo punk. Aunque es una ave de car¨¢cter discreta y cautelosa, su vestimenta denota lo contrario. Con semejante plumaje, exhibe m¨¢s gallard¨ªa que nadie. Adem¨¢s en ¨¦poca reproductiva, el macho se salta la veda de la timidez cantando y bailando para atraer al sexo opuesto. Seducir con danzas, romances y color significa exponerse a los peligros del bosque; hacerse visible ante competidores y depredadores. Pero los temerarios son atractivos a los ojos de las hembras. Sus parejas sexuales tienen preferencia hacia ellos por ser capaces de sobrevivir a pesar del h¨¢ndicap que les suponen la notoria ornamentaci¨®n. En ¨²ltima instancia, las ventajas son mayores que las desventajas. No se trata de una vana coqueter¨ªa, la atracci¨®n tiene un significado trascendental: los polluelos heredar¨¢n los genes del pintoresco progenitor, aumentando as¨ª su probabilidad de sobrevivir y perpetuarse. Un macho vistoso es el reflejo indirecto de una buena gen¨¦tica, y por lo tanto de una buena descendencia. Una madre debe pensar en sus hijos, ya antes de ser madre. Asimismo son mon¨®gamos y el macho tambi¨¦n cuida de las cr¨ªas. La elecci¨®n es vital, la selecci¨®n sexual.
Hoy en d¨ªa, el quetzal es el ave nacional y la moneda oficial de Guatemala. Los guatemaltecos han heredado su veneraci¨®n de las culturas mesoamericanas. La historia narra que el pr¨ªncipe guerrero Tec¨²n Um¨¢n fue herido de muerte por el conquistador Pedro de Alvarado en 1524. La leyenda cuenta que un quetzal se pos¨® en su sangre y se ti?¨® el pecho de rojo. Otros afirman que el ave dej¨® de cantar despu¨¦s de la conquista espa?ola, pero volver¨¢ hacerlo cuando la tierra sea liberada. Sus colores y plumas ser¨¢n siempre un emblema nacional y cultural, pero m¨¢s all¨¢ de ser un s¨ªmbolo son la clave detr¨¢s del ¨¦xito reproductivo. Lo que a nuestro parecer es majestuoso e ic¨®nico, adquiere otro significado en el mundo salvaje; es el pasaporte hacia la perpetuaci¨®n de los genes. Ni m¨¢s ni menos que el prop¨®sito de la vida.
Oscar Cus¨® (@oscarcuso) es bi¨®logo, director y guionista de documentales de naturaleza, ciencia e historia. Ha trabajado en diferentes series y largometrajes para cadenas como la BBC, National Geographic o TVE.
Historias Naturales es una secci¨®n dedicada a las curiosidades cient¨ªficas de los seres vivos. Una serie de reportajes donde se narran las historias que rodean a la flora y la fauna, desde sus leyendas y lun¨¢ticas concepciones hasta los descubrimientos m¨¢s recientes. Un viaje del mito a la ciencia para descubrir las maravillas del mundo salvaje. El t¨ªtulo de la secci¨®n juega con el plural para convertir la Historia Natural - concepci¨®n cl¨¢sica de Biolog¨ªa - en cuentos, en relatos, en narraciones¡ en Historias Naturales.
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