Una piedra milenaria puede desvelar el misterio de los etruscos
Un hallazgo permite avanzar en la comprensi¨®n de la lengua de esta civilizaci¨®n
Los etruscos fueron la primera civilizaci¨®n que construy¨® ciudades en Europa occidental, en el siglo VIII antes de nuestra era, y sin su influencia no se puede entender la antigua Roma que, a su vez, explica nuestro presente. Su arte, como los sarc¨®fagos de los esposos o la escultura l'Ombra della sera que inspir¨® a Giacometti, conecta con la sensibilidad contempor¨¢nea como ninguna representaci¨®n art¨ªstica de la antig¨¹edad. Prueba de ello son la cantidad de exposiciones que protagonizan ¡ªhace dos a?os, llegaron a coincidir tres en Francia y dos en Espa?a, todas con piezas de primera fila¡ª. Sin embargo, es una cultura rodeada de misterios: desde el mismo origen de este pueblo, sobre el que los expertos discuten desde los tiempos de Her¨®doto, hasta su lenguaje, del que se ignora m¨¢s de lo que se conoce. Una estela descubierta recientemente en Poggio Colla, en el norte de Italia, puede ayudar a elucidar alguno de estos misterios.
La piedra caliza del siglo VI AC, de 220 kilos, formaba parte de un templo y fue descubierta el pasado mes de abril, aunque los primeros resultados acaban de ser anunciados en un congreso en Florencia y ser¨¢n publicados este mes en la revista Etruscan Studies. Contiene la tercera inscripci¨®n etrusca m¨¢s larga que se conoce, pero su importancia radica sobre todo en el contexto: la inmensa mayor¨ªa de las estelas de esta cultura que han sobrevivido son funerarias, salvo las l¨¢minas de Pyrgi que permitieron avanzar mucho a los investigadores. Sin embargo, en este caso es votiva. Al cambiar el entorno, cambian las palabras.
"La estela es muy importante por diferentes motivos", explica el arque¨®logo Gregory Warden, profesor em¨¦rito de la Southern Methodist University of Dalles y presidente del Franklin College en Lugano, codirector de la excavaci¨®n en la que se encontr¨®. "Una inscripci¨®n como esta nos proporcionar¨¢ evidencias importantes sobre el lenguaje etrusco, de hecho ya nos ha ofrecido nuevas palabras. Podemos tardar a?os en descifrarla entera, pero ya nos est¨¢ dando nuevos datos", prosigue Warden. Es muy dif¨ªcil encontrar puntos a los que agarrarse cuando se estudia el etrusco porque es una lengua no indoeuropea y que est¨¢ relacionada con el lemnio, un idioma anterior al griego que se hablaba en la isla de Lemnos, en el Egeo oriental. Se conoce su alfabeto y se entiende el funcionamiento de su gram¨¢tica, pero muchos significados escapan todav¨ªa a los investigadores.
Puede parecer un hallazgo menor ¡ªuna piedra milenaria, unas cuantas palabras que se tardar¨¢n a?os en conocer y que no superan seguramente los 120 caracteres¡ª, pero ha revolucionado el mundo de la etruscolog¨ªa: en arqueolog¨ªa la mayor¨ªa de los descubrimientos importantes son as¨ª, peque?as piezas que permiten completar un puzzle mucho m¨¢s grande. La tumba de Tutankam¨®n se descubri¨® una vez y las pel¨ªculas de Indiana Jones son eso, pel¨ªculas. "Es un hallazgo excepcional que nos permitir¨¢ avanzar en nuestro conocimiento del lenguaje, la historia, literatura y creencias de esta cultura", explica Jean Macintosh Turfa, conservadora en el Museo de Arqueolog¨ªa de la Universidad de Pennsylvania ¡ªque alberga una de las grandes colecciones etruscas de EEUU¡ª y coordinadora entre otros vol¨²menes de The Etruscan World, que no ha participado en el descubrimiento, pero se muestra entusiasmada.
"En arqueolog¨ªa el contexto lo es todo", se?ala por su parte el profesor Warden. "Es la primera vez que un objeto de tal magnitud est¨¢ tan documentado. Sabemos d¨®nde y c¨®mo estaba instalado. Y la inscripci¨®n menciona al dios Tinia y la diosa Uni y corrobora que el santuario estaba dedicado a una divinidad femenina, tal vez conectada con la fertilidad". La investigadores tienen por delante a?os de trabajo en la piedra de Poggio Colla hasta que consigan primero restaurar un objeto que ha pasado 2.500 a?os bajo tierra y luego descifrar su contenido. Jean Macintosh Turfa agrega: "Existen tan pocas inscripciones largas, por eso estamos seguros de que esta pieza nos va a proporcionar muchos datos. Sin embargo, es muy blanda y delicada, con lo que los investigadores tienen que tomar muchas precauciones para limpiarla". Como ocurre desde hace cientos de a?os, el misterio de los etruscos se resiste a ser revelado.
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