Una duquesa de 19 a?os y una pelea por 41 t¨ªtulos nobiliarios
La muerte de Marco de Hohenlohe abre una lucha familiar entre los Medinaceli
La muerte en Sevilla el 19 de agosto de Marco de Hohenlohe-Langenburg y Medina dos a?os despu¨¦s de convertirse en el XIX duque de Medinaceli, con Grandeza de Espa?a, se produjo sin que se hubiera aclarado la sucesi¨®n de los otros 41 t¨ªtulos nobiliarios que ostentaba su abuela y antecesora, Victoria Eugenia Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, fallecida hace tres a?os a los 96. La pugna entre las dos ramas de una de las familias m¨¢s aristocr¨¢ticas por estos reconocimientos se disputa al margen de la fundaci¨®n que preserva el rico patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico de la casa ducal, una de las m¨¢s antiguas del pa¨ªs poseedora de 14 monumentos nacionales.
Al frente del patronato est¨¢ desde hace a?os Ignacio de Medina y Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, el m¨¢s peque?o (69 a?os) de los cuatro hijos de la anterior duquesa y el ¨²nico que ha sobrevivido a su madre. La presidencia en la instituci¨®n del duque de Segorbe, conocido arquitecto sevillano, se ha mantenido incluso durante la etapa de su sobrino Marco de Hohenlohe como duque de Medinaceli, heredero del t¨ªtulo tras la desaparici¨®n de su abuela porque era el hijo mayor de la primog¨¦nita de la duquesa, Ana de Medina y Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, que muri¨® en marzo de 2012.
El t¨ªtulo de Medinaceli nunca ha estado en cuesti¨®n y la futura duquesa ser¨¢ Victoria de Hohenlohe-Langenburg, la mayor de los dos hijos del fallecido duque. La joven de 19 a?os, nacida en la provincia de M¨¢laga y criada en M¨²nich, donde vive su madre, reside ahora en Madrid donde estudia en el Instituto de Empresa. Comparte piso con dos compa?eras. Poco expuesta al foco medi¨¢tico, una persona de su entorno la define como ¡°una chica moderna y preparada¡±. Esperar¨¢ los meses de rigor que manda la tradici¨®n para reclamar un ducado que naci¨® con los infantes de La Cerda, nietos de Alfonso X el Sabio, en el siglo XIII.
La discreta pugna familiar, a la que las partes intentan quitar hierro, se centra en los otros 41 reconocimientos nobiliarios de la duquesa. Marco de Hohenlohe reclam¨® en octubre de 2014 diez de ellos con Grandeza de Espa?a, incluido el de duque de Tarifa, en este caso, para su hermano Pablo, que es presidente adjunto de la fundaci¨®n. Ignacio de Medina, por su parte, reivindic¨® meses m¨¢s tarde otros 20 (11 condados, cinco marquesados y cuatro vizcondados). El Ministerio de Justicia confirma que hay un procedimiento para resolver la sucesi¨®n de 41 t¨ªtulos de Medinaceli porque existe m¨¢s de un interesado.
El proceso es largo y, adem¨¢s de un periodo de alegaciones, se requieren informes de la Diputaci¨®n Permanente de la Grandeza de Espa?a y del Consejo de Estado antes de que el ministro de turno resuelva el conflicto.
Tanto el duque de Segorbe como la rama de los Hohenlohe, arist¨®cratas de origen alem¨¢n creadores de la Marbella de lujo, rechazan roces y desvinculan el asunto de los t¨ªtulos de la fundaci¨®n y del patrimonio que gestiona. Los reconocimientos nobiliarios no tienen privilegios legales y son meramente simb¨®licos. Pablo de Hohenlohe trabaja codo con codo con su t¨ªo y en el patronato de la instituci¨®n cultural est¨¢n presentes todos los nietos de la fallecida duquesa.
Algunas de las joyas de la casa nobiliaria est¨¢n abiertas al p¨²blico, como la Casa de Pilatos, de Sevilla, sede de la fundaci¨®n. Tambi¨¦n se pueden visitar el Hospital Tavera (Toledo); el Pazo de Oca, en La Estrada (Pontevedra); y la Capilla de El Salvador, en ?beda (Ja¨¦n). En la instituci¨®n no se vislumbran cambios, ni siquiera cuando Victoria de Hohenlohe, se convierta en la XX duquesa de Medinaceli.
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