De pol¨ªticos y santas

Este peri¨®dico ha venido defendiendo, como la opci¨®n m¨¢s viable para romper el actual bloqueo pol¨ªtico, la abstenci¨®n del PSOE, lo que permitir¨ªa la formaci¨®n de un Gobierno del PP. Una posici¨®n que ha dado pie a un gran debate en los canales abiertos por EL PA?S en las redes sociales para recoger las opiniones de los lectores. El domingo 4 de septiembre, tras la fallida investidura de Mariano Rajoy, el peri¨®dico analiz¨® la situaci¨®n creada en el editorial Ni Rajoy ni S¨¢nchez, en el que responsabilizaba a ambos del fracaso y les ped¨ªa que dieran ¡°un paso atr¨¢s¡±. Varios lectores se han dirigido a m¨ª para dejar constancia de su total desacuerdo con este texto.

Mar¨ªa Dolores Garc¨ªa Cotarelo lo explica as¨ª en su largo mensaje: ¡°Rechazo frontalmente la idea de que para que se vaya Rajoy haya que ofrecerle la cabeza de S¨¢nchez en bandeja, plan estupendo en el que el PP trabaja para acabar con el PSOE y que parecen apoyar ahora ustedes con entusiasmo. Desgraciadamente el PSOE lleva a?os en la irrelevancia y no ser¨¢ carg¨¢ndose a Pedro S¨¢nchez como va a salir de ella¡±. Otro lector, ?ngel Machado Cabezas, parte de una frase del texto ¡ª¡°Unas terceras elecciones supondr¨ªan un fraude a la democracia que no debe ser consentido¡±¡ª para se?alar: ¡°De la argumentaci¨®n del editorial se deduce que obligar a un partido (el 2? m¨¢s votado) a tomar una decisi¨®n contraria a algo muy importante que prometi¨® reiterada, clara, contundente y justificadamente en la campa?a electoral como era no colaborar ni por activa ni por pasiva en la formaci¨®n de un Gobierno del PP, no parece antidemocr¨¢tico a pesar de ser un claro fraude a los electores de este partido¡±. Tambi¨¦n he recibido correos de protesta de otros lectores, como Joaqu¨ªn Delgado Cos, Alberto P¨¦rez Garc¨ªa, Fernando Mu?oz o Vicente Herrera Silva.

Ese mismo domingo 4 de septiembre el Papa canoniz¨® a la madre Teresa de Calcuta. EL PA?S inform¨® de ello en una cr¨®nica del corresponsal en Roma, Pablo Ordaz, a la que se sumaron, en la edici¨®n digital, otras dos piezas. Un reportaje de la corresponsal en Nueva Delhi, Ana Gabriela Rojas, y un an¨¢lisis del especialista en religi¨®n del diario, Juan G. Bedoya. Ambos art¨ªculos ¡ªEl lado oscuro de la madre Teresa de Calcuta, y Santos no siempre ejemplares¡ª recog¨ªan las cr¨ªticas que se le han hecho a la fundadora de las Misioneras de la Caridad. Varios lectores han protestado por considerar, como Rosario Polo Guerrero, que la cobertura ha sido ¡°sesgada¡±. Jos¨¦ Mar¨ªa Escandell dice: ¡°Como lector de su peri¨®dico y cat¨®lico que soy, estoy acostumbrado a la manera anticlerical y pol¨¦mica con que presenta EL PA?S las noticias religiosas. Pero yo pensaba que hab¨ªa l¨ªmites. Las noticias que public¨® (¡­) sobre la madre Teresa de Calcuta, sin embargo, han sido la gota que ha colmado el vaso¡±.

Otros lectores, como Paloma Ca¨ªnzos o Carlos F. Barber¨¢, se centran en el texto de Bedoya. Barber¨¢ le reprocha lo siguiente: ¡°Publica un an¨¢lisis sobre la canonizaci¨®n de Teresa de Calcuta y el principal testigo que aporta es Christopher Hitchens, que era, como se sabe, uno de los ateos activistas m¨¢s conocidos. ?Y qu¨¦ va a decir el se?or Hitchens? (¡­). Se dir¨¢ que es una opini¨®n y que como tal aparece, pero la verdad es que esa opini¨®n repetida y siempre negativa cansa un poco¡±.

Los textos de Rojas y Bedoya coincid¨ªan en las cr¨ªticas a la religiosa

Bedoya defiende su an¨¢lisis y cree que la menci¨®n a Hitchens es oportuna. ¡°Vivi¨® junto a Teresa de Calcuta muchas jornadas¡±, se?ala, ¡°y se document¨® de tal manera que hasta el Vaticano crey¨® conveniente escucharlo durante varias horas mediante tres eclesi¨¢sticos enviados extraoficialmente por la pontificia Congregaci¨®n para las Causas de los Santos cuando se inici¨® el proceso de beatificaci¨®n¡±.

Ana Gabriela Rojas consider¨®, seg¨²n me ha explicado, que lo m¨¢s importante era recoger la opini¨®n de los detractores de la nueva santa, menos conocida para los lectores. Lo cierto, sin embargo, es que las cr¨ªticas que menciona son ya conocidas y a ellas se refiere tambi¨¦n Bedoya en su art¨ªculo de opini¨®n. El resultado es que no solo nos repetimos, sino que hemos dejado de informar de otros aspectos novedosos de la canonizaci¨®n, como el enorme eco, popular e institucional, que ha tenido en India.