Estrellas electorales salafistas en Marruecos
Un islamista extraditado por Espa?a en 2003 es cabeza de lista en T¨¢nger para las legislativas
En Marruecos est¨¢n prohibidas las encuestas con vistas a las elecciones legislativas del 7 de octubre, las primeras despu¨¦s de las que se celebraron tras la primavera ¨¢rabede 2011 y que llevaron al poder a los islamistas moderados del PJD (Partido de la Justicia y el Desarrollo). Pero algo deben de intuir los partidos pol¨ªticos sobre el tir¨®n electoral de varios salafistas, antiguos condenados por terrorismo en algunos casos, cuando no dejan de cortejarlos.
Todos los salafistas que concurren a las elecciones han renunciado a la violencia. No obstante, mantienen un discurso muy tradicional en el que a veces promueven el matrimonio de menores. El Partido Istiqlal (PI), el m¨¢s antiguo del pa¨ªs, llevar¨¢ como cabeza de lista en T¨¢nger a Hicham Temsamani Jad, de 46 a?os, un hombre que ejerci¨® como imam en El Portillo (Toledo), que fue extraditado a Marruecos en 2003 por su presunta relaci¨®n con los atentados de Casablanca de ese a?o, donde murieron 41 personas, y que fue absuelto en 2005. El Istiqlal ha integrado en sus listas a otros cuatro salafistas.
El partido del Gobierno, el PJD, uno de los grandes favoritos para ganar las elecciones, llevaba como cabeza de lista en Marraquech al salafista Hamad Qabach. Sin embargo, el delegado del Gobierno en la ciudad vet¨® su candidatura por considerar que Qabach hab¨ªa expresado en varias ocasiones ¡°posiciones contra los principios de la democracia¡± y difundido ideas que apelan al odio y a la violencia.
La incorporaci¨®n de salafistas al plano pol¨ªtico es una estrategia del Estado para ¡°disolver¡± en peque?as dosis a los salafistas m¨¢s ¡°solubles¡±, en diferentes formaciones, seg¨²n explicaba el analista Karim Boukhari en Le360. Pero es un arma de doble filo. ¡°Por un lado a¨ªsla a los salafistas m¨¢s radicales y redime a los moderados¡±, se?ala el columnista, ¡°pero por otro ofrece una exposici¨®n extraordinaria al salafismo¡±. Estas elecciones del 7 de octubre ir¨¢n mostrando c¨®mo evoluciona la operaci¨®n, el trasplante del salafismo desde los m¨¢rgenes de la sociedad a las primeras filas de la pol¨ªtica.
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