?Felices fiestas de la Merc¨¨!
Desde el m¨¢s discriminado de los barrios hasta las residencias m¨¢s privilegiadas, toda la gente de Barcelona cabe en Barcelona
Moltes merc¨¨s, alcaldessa.
Bona tarda, bonsoir, buenas tardes y felices fiestas de la Merc¨¨ a todas las autoridades, a toda la gente sin autoridad y a todos los desautorizados en general.
Y felices fiestas de la Merc¨¨ a Barcelona, que este pasado diciembre ha sido nombrada por la UNESCO Ciudad de la literatura.
Y por tanto felices fiestas de la Merc¨¨ a las mujeres y a los hombres que se rascan el bolsillo y por eso leen libros de bolsillo, y que todav¨ªa leen peri¨®dicos de papel y revistas con grapas, cuentos de hadas, enciclopedias ilustradas, c¨®mics de superh¨¦roes y novelas gr¨¢ficas, cartas de los bancos, fanzines, flyers de antros clandestinos, folletos y prospectos, fasc¨ªculos coleccionables, panfletos redentores, op¨²sculos eruditos y mamotretos de amigos (¨¦stos son los peores).
Que escriben por encargo o sin que nadie se lo pida, que publican lo que escriben o que se lo guardan para s¨ª mismos, que luchan por publicar, y sienten que es una encerrona que no tiene salida, que traducen inmersos en el ritmo del teclado, que corrigen con las yemas de los dedos manchadas de tinta, que maquetan como los gatos, con un rat¨®n en la mano.
Que editan en las mesas de los restaurantes y cuando eligen a la carta se refieren a la carta de despido, que van a la oficina del agente literario con gabardina de agente secreto, que cuando imprimen causan muy buena impresi¨®n, que encuadernan, que distribuyen... y reparten en todos los sentidos.
Que leen en sus casas y en las bibliotecas p¨²blicas y se pasean el d¨ªa de Sant Jordi, que retransmiten por Twitter todas las presentaciones, que salen en las fotos de todos los premios literarios, que compran y venden libros en las librer¨ªas, en las papeler¨ªas, en ferias y mercadillos, en las estaciones de tren y en los aeropuertos.
Que guardan retratos de Mary Santpere y de Cassen, y que coleccionan novelitas de kiosco.
Y felices fiestas de la Merc¨¨ a las escritoras y escritores que tuvieron que renunciar a su identidad para poder publicar esas novelas populares. Que fueron obligadas y obligados a prescindir de su nombre verdadero, y entonces se llamaron para la literatura nacida de Barcelona:
A las mujeres y a los hombres que se rascan el bolsillo y por eso leen libros de bolsillo, y que todav¨ªa leen peri¨®dicos de papel y revistas con grapas
Curtis Garland, Silver Kane, Frank Caudett, Peter Debry, Marcus Sidereo, Clark Carrados, Ralph Barby, Lou Carrigan, Mortimer Cody (estos dos son hermanos)...
Nombres de gente de nuestra ciudad.
Y felices fiestas de la Merc¨¨ a las escritoras que no s¨®lo fueron obligadas a renunciar a su propio nombre sino que adem¨¢s fueron condenadas a ocultar su condici¨®n de mujer, pues encima ten¨ªan que ponerse seud¨®nimos masculinos. Eran escritoras de g¨¦nero en todos los sentidos.
Mujeres de Barcelona que escrib¨ªan novelas de ciencia ficci¨®n. Como Maria Vict¨°ria Rodoreda, que naci¨® en el Bergued¨¤, pero esto no importa porque cuando lo hizo era muy peque?a.
Maria Vict¨°ria Rodoreda..., que firm¨® sus novelas de fantaciencia, del Oeste, de espionaje y de terror empleando un mont¨®n de seud¨®nimos, un mont¨®n de firmas, todo..., excepto su propio nombre.
Y felices fiestas de la Merc¨¨ a las mujeres de Barcelona, como Purita Campos, que estudi¨® en la Llotja y dibuj¨® las historietas m¨¢s le¨ªdas en todo nuestro mundo, y por eso su serie se titulaba Esther y su mundo.
Felices fiestas a toda la gente de Barcelona que ha entregado lo mejor de s¨ª misma, dando todo lo que amaba y todo lo que sab¨ªa hacer para que los kioscos rebosaran de aventuras, para que en la vida hubiese un lugar donde poder sentarse a leer un rato.
A la gente que ha hecho tebeos y revistas de historietas, y a los kiosqueros y a las kiosqueras que las han colgado con pinzas de la ropa, porque la lectura se tend¨ªa en los kioscos, y por eso Italo Calvino dec¨ªa que hab¨ªa que leer tendido.
Barcelona es la ciudad de los kioscos y la ciudad de las revistas.
El kiosco ha sido la memoria del pueblo, el kiosco ha sido la librer¨ªa del pobre, el kiosco ha tenido pegada a su chapa la autenticidad de la calle
Ahora, los pocos kioscos que han sobrevivido al cambio clim¨¢tico (el ¨²nico cambio real que se ha producido en los ¨²ltimos tiempos) van cayendo uno a uno. Ahora, los kioscos de las Ramblas apenas venden revistas, ni peri¨®dicos, ni mucho menos libros; no muestran lo que dice la ciudad, sino que ense?an una imagen tronada de la ciudad dentro de un llavero, o decorando un cenicero. Les llaman recuerdos, pero son lo primero que se olvida en las papeleras de los hoteles.
El kiosco ha sido la memoria del pueblo, el kiosco ha sido la librer¨ªa del pobre, el kiosco ha tenido pegada a su chapa la autenticidad de la calle.
Felices fiestas de la Merc¨¨ al kiosco de plaza Castilla con Tallers, que mantuvo hasta que pudo el toldo con el logotipo de El Papus frente al edificio donde estaba la revista. En su toldo verde con flecos, como de alfombra voladora, hab¨ªa grabada una escena de esa historia bestia y sangrante de Barcelona.
Aquellos dibujantes sat¨ªricos, Iv¨¢, J¨¢, Usero, l'Avi, ?scar, Gin..., el equipo de El Papus haciendo humor pol¨ªtico y neurast¨¦nico a todo trapo y la bomba que les puso la ultraderecha y que se llev¨® la vida de un conserje. Dejadnos re¨ªr en paz.
Barcelona, la ciudad de los kioscos y de los papeles pasajeros:
l'Esquella de la Torratxa, El Be Negre, Mirador, Cairo, Star,Por Favor, Ajoblanco, El Viejo Topo, Mientras Tanto, Serra d'Or,Fotogramas, Casablanca, L'Aven?, Destino, Camp de l'Arpa,El Ciervo, Quimera, Archipi¨¦lago, Barrab¨¢s,Vibraciones, Rockdelux,Ruta 66 - Popular 1,Tretzevents, Cavall Fort, Mata Ratos,Lily, Mortadelo, T¨ªo Vivo, Din Dan,Tele/Estel, Karma 7, Butifarra!, Intervi¨², Makoki, Cimoc, Creepy, Vampus, El Jueves, Super Pop..., Pulgarcito.
Felices fiestas al Gordito Relleno, que sal¨ªa en el Pulgarcito. El Gordito Relleno representaba al buenazo metepatas. Otra manera de ser barcelon¨¦s.
Y felices fiestas de la Merc¨¨ a su creador, el barcelon¨¦s Josep Pe?arroya, que naci¨® en Forcall, Castell¨®n.
Pe?arroya muri¨® hace muchos a?os; pero se le pueden dejar unas flores o unos l¨¢pices de colores en el cementerio de Sant Andreu. Sobre la l¨¢pida tiene grabado el famoso recuadro con que firmaba sus p¨¢ginas, y tambi¨¦n hay una inscripci¨®n que dice: ¡°Josep Pe?arroya, Ninotaire¡±.
La cultura popular en Bruguera nac¨ªa de la explotaci¨®n del trabajo y de la felicidad de la lectura. Como toda la cultura popular
Felices fiestas de la Merc¨¨ a los ninotaires y dibujantes, a los hombres y mujeres que entintaron historietas, las colorearon y las rotularon dej¨¢ndose la vista a cambio de un sueldo miserable, gente de Barcelona creando cultura popular.
Por ejemplo, la cultura popular de Bruguera, que recorri¨® la ciudad, y la bola del mundo entera, abordo de las furgonetas de reparto que bajaban por las laderas del Coll desde lo alto del barrio de Gr¨¤cia, donde ten¨ªa su sede.
La factor¨ªa Bruguera, buque insignia de la cultura popular barcelonesa, y buque insignia de la explotaci¨®n del hombre por el hombre y de la lucha del creador por defender sus derechos de autor.
La cultura popular en Bruguera nac¨ªa de la explotaci¨®n del trabajo y de la felicidad de la lectura. Como toda la cultura popular.
Felices fiestas de la Merc¨¨ a las guionistas y escritoras, y a los guionistas y escritores, como por ejemplo V¨ªctor Mora, que fue el padre del Capit¨¢n Trueno, de Jabato, del Corsario de Hierro.
Antifranquista, comunista, exiliado, escritor, traductor, y toda esas cosas que sabe hacer la gente de Barcelona.
Felices fiestas a Escobar. Digo a Josep Escobar, que se cri¨® en Granollers, y digo a Manolo Escobar, que se cri¨® en Las Norias de Daza (un barrio de El Ejido); pero esto ¨²ltimo no importa, porque, cuando lo hicieron, ambos eran muy peque?os. Hay muchas formas de ser de Barcelona, y cada Escobar lo es a su manera.
Manolo Escobar lleg¨® sin nada del pueblo y se hizo multimillonario cantando villancicos y pasodobles, y tiene ahora, en el barrio de la Salut, en Badalona, en la misma calle donde vivi¨®, una estatua de tama?o natural (el tama?o natural es al tama?o lo que el yogur natural al yogur).
Por su parte, Josep Escobar lleg¨® sin nada de una guerra y de sus c¨¢rceles, y tambi¨¦n se hizo millonario, pero de lectores. Dibuj¨®, entre otros personajes, a Zipi y Zape, a Petra y a Carpanta, el pobre m¨¢s hambriento del mundo, y no tiene ninguna estatua pero s¨ª que le dedicaron una calle... en Granollers.
En Barcelona, Josep Escobar vivi¨® en el barrio de Sant Gervasi, cerca de la parroquia de los santos Gervasio y Protasio, y por eso el amigo de Carpanta se llama Protasio. Tambi¨¦n hubiera estado bien que Carpanta se llamara Gervasio.
V¨ªctor Mora: antifranquista, comunista, exiliado, escritor, traductor, y toda esas cosas que sabe hacer la gente de Barcelona
Felices fiestas de la Merc¨¨ a la familia Cebolleta. Saldr¨¢n de los tebeos de Barcelona un mont¨®n de palabras que todo el mundo va a utilizar. Saldr¨¢n de Bruguera expresiones tan conocidas como: ¡°contar batallitas igual que el abuelo Cebolleta¡±, que es lo que hac¨ªa ese personaje de V¨¢zquez.
Manuel V¨¢zquez, que, como su propio nombre indica, naci¨® en Madrid, pero esto no importa porque cuando lo hizo era muy peque?o. Sin el gran V¨¢zquez nos hubi¨¦ramos perdido en Barcelona ser legendarios en la parte canalla de los tebeos.
Bueno, luego vinieron los del V¨ªbora. Nadie como ellos dibuj¨® y cont¨® la dureza de la Barcelona de los a?os ochenta. Al final, acabaron haciendo de cartelistas por toda la ciudad. ?Ojo! Que no he dicho carteristas. Me refiero a que acabaron dibujando los carteles de las fiestas de la Merc¨¨. El cartelismo es uno de los m¨¢s bellos oficios del mundo.
Felices fiestas a la palabra tebeo en persona, que naci¨® en un taller litogr¨¢fico de la calle de Enric Granados. El a?o que viene se cumplir¨¢ el primer centenario de este gran acontecimiento.
Y por supuesto, feliz Merc¨¨ para la se?ora Rosa Segura, vecina del Guinard¨®, que fue secretaria de redacci¨®n de la revista TBO y que con mucho esfuerzo se autoedit¨® un libro con sus recuerdos, la memoria de aquellos dibujantes, de sus lectores, y de los suscriptores que llamaban a la redacci¨®n. Despu¨¦s, una peque?a editorial de aqu¨ª se lo rescat¨®, y lo public¨® con m¨¢s medios y mayor distribuci¨®n. As¨ª es la gente de Barcelona.
Felices fiestas de la Merc¨¨ a Jos¨¦ Cabrero Arnal, el dibujante que cre¨® Pif, el perro m¨¢s popular del c¨®mic franc¨¦s.
Jos¨¦ Cabrero Arnal naci¨® en Huesca, y de joven tambi¨¦n fue vecino del Guinard¨®... hasta que estall¨® la guerra.
Entonces defendi¨® a la Rep¨²blica, pero perdi¨®, tuvo que huir y se convirti¨® en un refugiado, luego lo encerraron en el campo de exterminio de Mauthausen, y all¨ª sobrevivi¨® dibujando caricaturas pornogr¨¢ficas para sus guardianes nazis y cuando le liberaron pas¨® el resto de su vida en el exilio. Dibujar es algo muy serio.
Felices fiestas a la Familia Ulises. Una familia de abuela y perro, y con coche para ir de veraneo. Siempre gente de Barcelona. Pero es que Barcelona est¨¢ hecha de su gente.
Y felices fiestas a su creador el dibujante menorqu¨ªn Marino Benejam.
Sin el gran V¨¢zquez nos hubi¨¦ramos perdido en Barcelona ser legendarios en la parte canalla de los tebeos
Y, no faltar¨ªa m¨¢s, feliz Merc¨¨ al se?or Josep Maria Blanco, que continu¨® dibujando la Familia Ulises cuando se retir¨® Benejam, y que nunca quiso firmarla por respeto a su maestro. Este a?o Blanco, ha cumplido los 90, y fue galardonado con el Gran Premio del Sal¨® del C¨°mic.
Blanco con su bigote blanco, de antiguo se?or de Barcelona.
Barcelona lo ha sido todo: desierto y Avenida de la Luz, rosa de fuego y llanto de pasi¨®n, la piel fr¨ªa y la piel quemada.
Toda Barcelona est¨¢ metida en sus tebeos. Nos la han mostrado sus repartidores de furgoneta como Manol¨®n conductor de cami¨®n, creaci¨®n del dibujante Raf, otro se?or de Barcelona, del barrio de Gr¨¤cia, de la calle Encarnaci¨®.
Los periodistas de Barcelona est¨¢n en el rep¨®rter Tribulete de Cifr¨¦ padre, y los se?ores con gafas y sombrero est¨¢n en los dibujos de Cifr¨¦ hijo, y las se?oras de negro en do?a Urraca de Jorge, y los se?ores de negro en las aventuras de Ot el bruixot de Picanyol, y sus guardias urbanos en las vi?etas de Coll, y sus terrados en las vi?etas de Ib¨¢?ez, y sus bares populares en la taberna gal¨¢ctica de Be¨¤, y los cu?ados holgazanes y los solterones de mucho porte en Segura, y las chicas modernas con tocadiscos en Nadal, que ha muerto este a?o, y las poller¨ªas y huever¨ªas, en el sentido raro de la palabra, en Anarcoma de Nazario, y el mogoll¨®n de la gente en las multitudes de Opisso.
Gente de Barcelona busc¨¢ndose la vida y meti¨¦ndose en l¨ªos, porque a la ciudad se viene a eso y no a estarse quieto. Podremos estar parados, pero nunca quietos.
Barcelona lo ha sido todo: desierto y Avenida de la Luz, rosa de fuego y llanto de pasi¨®n, la piel fr¨ªa y la piel quemada.
Y si no, que le pregunten al inquieto Onofre Bouvila por qu¨¦ vino a la ciudad de los prodigios.
Barcelona es una ciudad escrita con la caligraf¨ªa de los sue?os, con las letras que salen del humo de las f¨¢bricas, tallada con diamante en cada una de sus plazas sobre las que vuelan los p¨¢jaros de Bangkok. En cada pensi¨®n de la ciudad, un Sinatra ha derramado whisky sobre su amigo muerto.
Felices fiestas de la Merc¨¨ a la Barcelona con garras de astrac¨¢n. A los reyes olvidados en la primera memoria. A los bardos en sus taifas. Barcelona inmersa para siempre en el tiempo de las cerezas, en las baladas del dulce Jim. Por todas las calles de Barcelona se ha bailado la conga que lleva al triunfo. Barcelona, ciudad de caballitos y de mam¨ªferos.
Barcelona es la ciudad de los libros. Los libros reclamando su derecho eterno a la lectura en los puestos del mercado de Sant Antoni o amontonados en el suelo de los Encants.
Barcelona es una ciudad donde las editoriales nunca mueren. Como la vieja Montaner i Simon, cuya sede acab¨® convertida en sede de la Fundaci¨® T¨¤pies igual que un rayo que no cesa.
Barcelona, acantilado de la edici¨®n contra el que van a romper generaciones de lectores, oleada a oleada.
Leer en Barcelona es de pobres. Los salones de lectura en las noches de Barcelona, la tele encendida mientras los compa?eros del metal afinaban su heavy metal en los barrios, y los compa?eros de la madera nos contemplaban desde la otra acera de Via Laietana. Barcelona layetana, pa¨ªs de los lacetas con un zoo de papel infantil en el coraz¨®n del barrio chino.
Gente de Barcelona busc¨¢ndose la vida y meti¨¦ndose en l¨ªos, porque a la ciudad se viene a eso y no a estarse quieto. Podremos estar parados, pero nunca quietos
Felices fiestas de la Merc¨¨ a las piedras de la calle Llibreteria. Barcelona es una ciudad de libros desde el principio de su historia, por eso, en su antiguo casco g¨®tico, una calle lleva el nombre de esta pasi¨®n cong¨¦nita.
Y tambi¨¦n felices fiestas a la calle del Call, en la vieja juder¨ªa, donde estuvo la imprenta de Sebasti¨¤ de Cormellas, que es la que dicen que inspir¨® a Cervantes para escribir el encuentro de don Quijote con el impresor barcelon¨¦s.
Y felices fiestas a los sabios, al profesor Mart¨ª de Riquer afirmando muy serio que no hay m¨¢s cera que la que arde.
Cervantes ardiendo en la noche de la escritura con la frente descansando sobre su mano.
El encuentro entre don Quijote y su impresor tuvo lugar, cuenta Cervantes, cuando paseando por las calles de la ciudad: ¡°alz¨® los ojos don Quijote y vio escrito sobre una puerta, con letras muy grandes: Aqu¨ª se imprimen libros¡±.
Pero ?qu¨¦ explica Cervantes que se encontr¨® el buen hidalgo manchego en dicha imprenta de Barcelona? Pues ?que estaban imprimiendo una edici¨®n pirata de sus andanzas! Siempre ha sido as¨ª. La pirater¨ªa. Los piratas.
Barcelona, ciudad de piratas asaltada desde el aire por un tropel de ondas pirata.
Es una ciudad de libros desde el principio de su historia, por eso, en su antiguo casco g¨®tico, una calle lleva el nombre de esta pasi¨®n cong¨¦nita
Feliz Merc¨¨ a Radio PICA, a Ona Lliure, a La Veu Impertinent de la Verneda, a Radio Bronka, a Contrabanda... Los escritores y los locutores son gente de voz y de palabra. Barcelona, ciudad de cerca de tres millones de voces, que corean ¡°?Van a por nosotros!¡± citando a los cl¨¢sicos polipo¨¦ticos.
Felices fiestas a la voces de la calle y a los altavoces de los cines retumbando en la oscuridad. A la voz inmortal de Constantino Romero vibr¨¢ndonos en el pecho, haci¨¦ndonos sentir como un Clint Eastwood, o como un replicante en la lluvia o como un Darth Vader que va a volver en metro a su galaxia.
Una voz doblada es una voz de reestreno. En Barcelona hemos sido en los barrios carne de reestreno. Constantino Romero, otro se?or de Barcelona, que naci¨® en Albacete, pero esto no importa porque cuando lo hizo era muy peque?o.
Constantino Romero nos fue arrebatado por la ELA, una de las m¨¢s terribles enfermedades. Las llaman enfermedades raras, pero lo raro es la falta de ayudas a quienes las sufren.
La voz de los cines llegando desde el m¨¢s all¨¢ hasta nuestras vidas de sesi¨®n continua. La sesi¨®n continua de vivir en los barrios de Barcelona.
La gente de los bloques, la gente de los t¨²neles, la gente de las plazas. La gente de los barrios construyendo el Estado de bienestar con sus propias manos porque para algo eran mano de obra. Felices fiestas de la Merc¨¨ a todos ellos.
Obreras y obreros, modestos comerciantes, maestros de escuela... Mujeres y hombres convirtiendo un descampado en un ambulatorio con la fuerza de la lucha vecinal, que se enfrentaron a las excavadoras, que cortaron las calles con la misma decisi¨®n con que en verano se corta una barra de helado...
Trabajadoras y trabajadores, la gente de Barcelona que tras agotarse en las cadenas de montaje, en el rugir de las f¨¢bricas..., sacaba fuerzas de su propia pobreza para convertir la vida en democracia. No los olvidamos.
Los solares, las ratas corriendo, los charcos quietos, las v¨ªas del tren, los pol¨ªgonos, la pol¨ªtica clandestina en la trastienda de alguien que tiene una ferreter¨ªa, la camisa gris con el nombre de la f¨¢brica grabado en el bolsillo, el bocadillo en la mano.
Las obreras y los obreros de Barcelona cuando alzaban el pu?o levantaban el bocata porque uno es s¨®lo lo que es. Su manera de andar, su trabajo, su bocadillo. Barcelona, ciudad de tebeos y de f¨¢bricas, ciudad as¨ª de diferentes tipos de bocadillo.
La gente de los bloques, la gente de los t¨²neles, la gente de las plazas. La gente de los barrios construyendo el Estado de bienestar con sus propias manos
Felices fiestas a los perros callejeros de Barcelona. A la banda de los Correa, a la banda de los Cadenas. A la Barcelona sin suerte, sin derecho a la suerte. La gente encerrada en el talego de Can Brians, de Cuatre Camins, de Wad-Ras, de la Modelo, a quienes cuando empezaron los recortes de esta maldita crisis lo primero que les recortaron fue la merienda que les daban y encima les subieron los precios del economato.
La rabia de Barcelona, el rock and roll, el punk de ?ltimo Resorte, Desechables, Sentido Com¨²n, Frenop¨¤ticss, Desperdicis Cl¨ªnics, l'Odi Social...
Felices fiestas de la Merc¨¨ a las chavalas y los chavales que se despellejaron vivos para que Barcelona fuese tambi¨¦n una ciudad punk, y ahora el punk es un reclamo para exposiciones, y ellos viven (los que a¨²n quedan) a la sombra de una historia, la suya propia, de la que se les ha expulsado. Ya no les dejan ni tocar en la calle.
El rock and roll de los barrios. La pe?a de los barrios de Barcelona escuchando a la Banda Trapera del R¨ªo a toda casta?a.
Los bloques verdes, las tres chimeneas, la planta asf¨¢ltica del Verdum, paisajes de civilizaciones desaparecidas que nunca van a estar entre esos recuerdos de la ciudad que se venden en las Ramblas, pero que no hay manera de olvidar, no olvidamos porque ser¨ªa traicionar a quienes se jugaron la vida en la calle, en el trabajo, en las huelgas, y la perdieron.
La calle de Manuel Fern¨¢ndez M¨¢rquez, que atraviesa todo el litoral de Sant Adri¨¤ de Bes¨°s frente a la f¨¢brica donde fue asesinado por el franquismo. El Llobregat. El Bes¨°s. La Barcelona de los r¨ªos y la Barcelona de los Rius. Otra saga.
Las obreras y los obreros de Barcelona cuando alzaban el pu?o levantaban el bocata porque uno es s¨®lo lo que es
Por mucho que ahora quieran desmantelar estos paisajes de la memoria obrera, la gente de Barcelona no se va a dejar desposeer del derecho a ser de Barcelona cada cual a su manera.
Desde el m¨¢s discriminado de los barrios hasta las residencias m¨¢s privilegiadas, toda la gente de Barcelona cabe en Barcelona.
Felices fiestas de la Merc¨¨ a la gente de Barcelona que quiere serlo pero no la dejan y la segregan y la hacinan en un Centro de Internamiento de Extranjeros, y a quienes en vez de alfombra en casa tienen manta en la calle.
Toda la gente de Barcelona cabe en los barrios de Barcelona. Los barrios de Barcelona desfilando al son de la rumba catalana de Gato P¨¦rez, que naci¨® en Buenos Aires, pero esto no importa porque cuando lo hizo era muy peque?o.
Los barrios de Barcelona tocando las palmas y se?al¨¢ndose a s¨ª mismos cuando los nombra el Gato en el estribillo de su Rumba de Barcelona, que dice as¨ª:
¡°Somorrostro, Bon Pastor,
Hostafrancs, la Guineueta,
Sans, Carmelo, Guinard¨®,
Poble Sec, Barceloneta.
Meridiana, Hospitalet,
Sant Adri¨¤, Verdum, Roquetes,
Valle Hebr¨®n, Les Corts, Sagrera,
Horta, Coll, Trinitat Vella.
Camp de l'Arpa, Montju?c,
Born, la Mina i Sant Andreu,
el Morrot per all¨¤ Can Tunis,
Zona Franca i Poblenou,
Santa Eul¨¤lia, Casc Antic,
Clot, el port i la Verneda.
I Gr¨¤cia rei de tots els barris, de la festa i del sabor¡±.
No se dej¨® ni un barrio el Gato..., y si se lo dej¨® est¨¢ ahora mismo aqu¨ª. As¨ª que s¨®lo me falta despedir el preg¨®n diciendo:
Barceloneses del mundo, ?un¨ªos! Visca la festa major!
Javier P¨¦rez And¨²jar es escritor.
Texto del preg¨®n de la Merc¨¨.
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