La otra cara de Andr¨¦s Iniesta
LLEVA M?S DE media vida en Barcelona y no ha perdido el acento manchego de la tierra donde naci¨® y empez¨® a jugar al bal¨®n. A colar goles. Porque Andr¨¦s Iniesta a¨²n habla en casa de ¡°colar goles¡± y no de marcarlos. Acaba de publicar el libro La jugada de mi vida. Memorias, donde desanda su camino, en compa?¨ªa de m¨¢s de cien voces. Cien testimonios que le acompa?aron en la senda y que ahora, en el volumen editado por Malpaso, le ayudan a volver sobre los cap¨ªtulos de una vida que tiene de todo. ¡°De bueno y de malo¡±, seg¨²n recuerda Iniesta, el hombre que remat¨® en Johanesburgo un bal¨®n contra Holanda para convertir a la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol en campeona del mundo en 2010 y que, apenas unos meses antes, viv¨ªa en el vac¨ªo que solo abren los miedos. Iniesta es un futbolista que no deja indiferente, humanizado por su origen, su destino y su verdad.
¡°No s¨¦ de d¨®nde saca esa tranquilidad, porque por dentro es como yo. Por fuera pausada, fr¨ªa, pero por dentro somos un volc¨¢n¡±.
Mari, su madre.
Sentado en una de las salas del plat¨® de televisi¨®n de la ciudad deportiva Joan Gamper, en Sant Joan Desp¨ª, Andr¨¦s atiende los consejos del estilista de la sesi¨®n de fotos sin un mal gesto. Se cambia de ropa con la misma naturalidad con la que se zafa en un campo de f¨²tbol del acoso y la presi¨®n de los rivales. No es coqueto, dice, pero asegura que prefiere ponerse cosas que no atenten contra el sentido com¨²n ¨C¡°que los que me vean no piensen: ¡®?Pero d¨®nde va ese?¡±¨C y se r¨ªe al decirlo. Aunque camina con molestias en una rodilla, parece de buen humor y se divierte durante una ma?ana entre flases y preguntas y risas.
Puede que su felicidad tenga que ver con la publicaci¨®n del libro que acaba de presentar. ¡°Ha quedado bonito, ?no?¡±, pregunta con el volumen en la mano, 351 p¨¢ginas en las que cuenta el c¨®mo y el porqu¨¦ es quien es y como es, lo que sinti¨® de ni?o en Albacete, de adolescente forzando los tiempos en Barcelona, cuando tuvo que crecer a golpe de ausencias, y c¨®mo se gan¨® el cielo de los campeones con el hist¨®rico gol en la final de Sud¨¢frica. Y lo que siente ahora, siendo padre, recuperando a los suyos: a su progenitor, Jos¨¦ Antonio, al que en el pueblo conocen como Dani por su parecido con el exjugador del Athletic; a Mari, su madre; a Maribel, su hermana¡ A los que tuvo que dejar un d¨ªa cuando se fue persiguiendo un sue?o, hoy transformado en goles y regates y en una finca, el Carril de Iniesta, donde vendimiaba a sueldo su familia y de donde ahora salen las uvas para las Bodegas Iniesta, de cuyos vinos est¨¢ tan orgulloso.
Este mes se cumplen 20 a?os desde que puso sus pies en La Masia, pero es casual que la publicaci¨®n de sus memorias coincida con la fecha: Iniesta, que las ha escrito con la colaboraci¨®n de Ramon Besa y Marcos L¨®pez, lleva trabajando en ellas cuatros a?os. A Iniesta le dio m¨¢s patadas la vida que el f¨²tbol. Y aunque se qued¨® vac¨ªo y perdi¨® un hijo, parece m¨¢s lleno de vida que nunca. De eso habl¨® cuando se termin¨® la sesi¨®n de fotos, despu¨¦s de atender cuatro llamadas y beberse un botell¨ªn de agua.
¡°con las redes sociales, hoy es dif¨ªcil no conocernos. La gran mayor¨ªa de los futbolistas son lo que veis. Es dif¨ªcil enga?ar a la gente, impostar¡±.
¡°Si crees que me conoces por lo que te han contado de m¨ª, es que no me conoces¡±, dice en sus memorias. ?Necesitaba que le conocieran de verdad? No. No era una necesidad, era una ilusi¨®n. Solo me apetec¨ªa. El libro era algo que un d¨ªa sent¨ª que me gustar¨ªa tener y por eso llam¨¦ a Marcos y pens¨¦ en Ramon, porque cre¨ª que ten¨ªa cosas que contar y ellos me ayudaron. Ten¨ªa el anhelo de contar experiencias positivas, muchas buenas y otras malas, porque hab¨ªa recorrido un camino con mucha gente y ha quedado este libro que permite entender un poco mejor qui¨¦n soy. Solo no soy nadie. Soy como soy y soy lo que soy gracias a much¨ªsima gente. Entiendo la vida acompa?ado de las personas con las que he ido andando el camino. Por eso en este libro sale tanta gente. Si no fuera as¨ª, hubi¨¦ramos hecho otra cosa.
?Tiene la sensaci¨®n de que por muy conocidos que sean los futbolistas, los famosos en general, no son como el resto los ve? Habr¨¢ de todo. A d¨ªa de hoy, tal y como est¨¢ el mundo, con las redes sociales, es dif¨ªcil no conocernos. La gran mayor¨ªa de los jugadores somos lo que veis. Luego cada uno tiene su mirada particular, claro. Cada cual, con sus ojos, adivina una realidad, eso es cierto, pero en verdad, es dif¨ªcil enga?ar a la gente, impostar. Yo al menos soy bastante transparente. Pero prefer¨ªa explicar qui¨¦n soy de verdad a trav¨¦s, sobre todo, de los que me han acompa?ado en el trayecto.
¡°Dej¨¦ de ser ni?o a los 12 a?os¡±, afirma. O al menos madur¨¦ m¨¢s r¨¢pido de lo normal. A veces la cosecha se precipita¡ No es algo que solo me haya ocurrido a m¨ª. Otros pasan por algo parecido en circunstancias m¨¢s duras.
¡°No tuve hijo¡±, asegura su madre al recordar que se fue a vivir lejos del pueblo cuando era solo un cr¨ªo. Suena duro. S¨ª, se hace duro escuchar esa afirmaci¨®n, pero m¨¢s lo fue vivir ese periodo como madre y yo como hijo. Espero y deseo que esos a?os perdidos los hayamos recuperado con el tiempo. Yo he puesto de mi parte en devolverlo. No es que me sienta en deuda con mi familia, pero es una etapa que no vuelve. Siempre tuve madre, eso s¨ª te lo puedo asegurar. No viv¨ªamos juntos, pero siempre estuvo a mi lado. Tuvimos que poner mucho de nuestra parte para sentirnos cerca. Piensa que no es como ahora, que los chavales tienen m¨®vil. Antes hab¨ªa una cabina en La Masia y para de contar.
¡°Andr¨¦s tiene ¨¢ngel. En el campo es un l¨ªder natural¡±. Xavi Hern¨¢ndez.
Su madre cuenta que despu¨¦s de 16 a?os visitando al mismo dermat¨®logo, no sab¨ªa que atend¨ªa a la madre del capit¨¢n del Barcelona. Seguramente demuestra un poco c¨®mo somos. Es cierto que disfrutamos de ciertos privilegios, claro, pero hay puntos que no hemos perdido. La humildad debe ser uno; la discreci¨®n, otro. Mi madre es como es, no va por la vida de: ¡°Hola, soy la madre de Iniesta¡±. La doctora se dio cuenta porque tambi¨¦n me trata a m¨ª y un d¨ªa le dijo: ¡°Yo tengo un paciente que se llama Iniesta Luj¨¢n, ?no tendr¨¢ nada que ver con usted?¡±. Y ella: ¡°Pues s¨ª, es mi hijo¡±. Pero si no hubiera sucedido as¨ª, mi madre no le hubiera dicho nada.
Se fue de Fuentealbilla porque quer¨ªa ser futbolista, ?consciente de lo que le esperaba? No hasta qu¨¦ punto, seguramente. Ya en el viaje no hac¨ªa m¨¢s que llorar. Pero aunque parezca incre¨ªble, la decisi¨®n fue m¨ªa. Nadie me empuj¨® a tomarla. Si no hubiera querido ir, no hubiera ido. Era un deseo. Quer¨ªa ser futbolista de primera divisi¨®n y pens¨¦ que ese era el medio m¨¢s r¨¢pido y seguro. A m¨ª me han superado las expectativas. Solo quer¨ªa ser futbolista. Por m¨ª y por mi padre.
Pues ha terminado siendo un h¨¦roe. No era mi intenci¨®n. Y no me veo en ese papel, no creo que encaje.
Su padre era alba?il y usted quer¨ªa bajarle del andamio. Despu¨¦s, cuando llegaron los millones, ?nunca tuvo que bajarlo de ninguna nube? ?A mi padre? Para nada, siempre con los pies en el suelo, en la tierra, de donde venimos. Mire, somos lo que somos, sin m¨¢s. Hay cosas que van en la piel. Somos una familia muy normal, a veces hay gente que nos dice que demasiado. Pero as¨ª eran los abuelos, humildes. As¨ª son mis padres. Y as¨ª soy yo.
Y despu¨¦s de tanto por lo que pasaron sus padres y su hermana, va usted, marca en Johanesburgo y ninguno de los tres ve el gol. ?Eso qu¨¦ demuestra? Que somos un poco sufridores, ?no? No lo pueden remediar. Si un partido va apretado, mi padre se va y no lo ve acabar. Y un partido importante de semis?de Champions, por ejemplo, directamente no lo ve. Y a veces le dices, vamos a disfrutar un poco, ?no? ?Ya toca! Pero es irremediable, cada uno lo siente a su manera. Y en mi familia somos as¨ª.
¡°LA CABEZA ES MUY DELICADA Y HAY QUE ESTAR PREPARADO PARA TODO. LOS PSIQUIATRAS EST?N PARA CUANDO LOS NECESITAS¡±.
Dice que una de las cosas que m¨¢s a?oraba en La Masia era a su hermana. A cambio, encontr¨® a un singular hermano. Sorprende a muchos saber de su relaci¨®n con un tipo tan aparentemente distinto a usted como el portero V¨ªctor Vald¨¦s. Afortunadamente, a la hermana la sigo teniendo. Pero la ech¨¦ de menos, claro. Y en cuanto a lo de La Masia, bueno, coincides con gente con tus mismas ilusiones, que sufre como t¨², que te entiende. Conoc¨ª a V¨ªctor y s¨ª, es como un hermano para m¨ª. Aunque sorprende porque, claro, le ves a ¨¦l y me ves a m¨ª¡ [Se carcajea]. V¨ªctor es leal, est¨¢ siempre pendiente. Es alguien al que siempre llevo dentro.
Dijo el entrenador Aitor Karanka que al escucharle hablar bien de Vald¨¦s, uno entiende que V¨ªctor no puede ser mal tipo. ?Usted no tiene enemigos? Alguno habr¨¢. No le conozco, pero seguro que alguien se tendr¨¢ por mi enemigo.
¡°Nos parecemos m¨¢s en lo de hablar poco. ?l suele estar en un rinc¨®n del vestuario y yo en el otro. Nos cruzamos, nos reconocemos, nos juntamos. Con una mirada ya sabemos. No hace falta m¨¢s. En el campo me gusta tenerlo cerca. Sobre todo cuando el partido se pone raro, duro. Entonces le digo: ¡®Acercate, ven¨ª. Ponte a mi lado¡¯. Y agarra al equipo, lo maneja, me busca y me la da¡±.?Leo Messi.
Van Bommel, aquel centrocampista holand¨¦s que primero le rob¨® la titularidad en la final de la Champions en Par¨ªs, luego le cosi¨® a patadas en la del Mundial en Johanesburgo. No pretendo caerle bien a todo el mundo, de verdad. Y seguro que encontrar¨¢s a alguien al que le caer¨¦ mal, que no le guste como soy. Eso forma parte de la vida. He intentado ser muy respetuoso con todo el mundo. Por eso cuando le he dicho a Marcos o a Ram¨®n para el libro: ¡°Me gustar¨ªa que hablarais con este¡±, siempre han encontrado predisposici¨®n a atenderlos. Tengo la sensaci¨®n de que si he llegado hasta aqu¨ª es gracias a mucha gente. Solo no ser¨ªa nada.
Usted toc¨® el cielo al ganar un Mundial, pero descubri¨® el vac¨ªo, toc¨® fondo¡ S¨ª, una sensaci¨®n dif¨ªcil de explicar. Hay momentos en los que bajas, te quedas sin nada y hay que volver a cargar.
¡°La cabeza es muy fr¨¢gil¡±, dice. S¨ª, es muy delicada y hay que estar preparado para todo. Y¡ s¨ª, es muy fr¨¢gil. De golpe no sabes bien por qu¨¦¡
A la gente le da mucha verg¨¹enza reconocer que va al psiquiatra o al psic¨®logo. No es su caso. Para eso est¨¢n, ?no? Para ayudar cuando los necesitas. Supongo que es porque no lo quieres ver. Yo llegu¨¦ a un momento que necesitaba ayuda y la tuve; hubo d¨ªas en que ve¨ªa que no sal¨ªa, que me hund¨ªa en mi propia persona. Y tuve gente que me ayud¨®, gente muy valiosa. Es muy duro tener la sensaci¨®n de que no eres t¨². Era una persona f¨ªsica, pero por dentro no era nada, no era yo. T¨² ves una persona, pero por dentro no sabes qu¨¦ hay. Y cuando me ve¨ªas a m¨ª, por dentro no era yo. Es dif¨ªcil de explicar hasta que no lo sientes. F¨ªsicamente era yo, yo iba a entrenar, pero por dentro era vac¨ªo, inseguridad, la nada. No era feliz.
¡°Con Andr¨¦s tengo una relaci¨®n de hermano. Ni m¨¢s ni menos. Es mi hermano. Podemos pasar un mes sin hablarnos, pero el v¨ªnculo no cambia. Quienes me conocen bien, y ¨¦l es uno de ellos, saben que no necesito un contacto continuo con mi gente, con mis amigos. Andr¨¦s tambi¨¦n es as¨ª, tambi¨¦n necesita su espacio. Y los dos respetamos ese espacio¡±.?V¨ªctor Vald¨¦s.
?Para no despertar? No. Mi experiencia no fue esa. A lo largo de la vida estoy convencido de que todos pasamos por momentos as¨ª, unos m¨¢s y otros menos. Hay que aceptar que no est¨¢s bien, que no disfrutas, que no eres t¨². Est¨¢s con la gente, pero la mente no te deja estar. La sensaci¨®n es de inseguridad total.
?A qu¨¦ tiene miedo ahora? Tengo los propios de padre, a las cosas b¨¢sicas. Que los cr¨ªos tengan salud, que la familia est¨¦ bien, esas cosas. Soy muy b¨¢sico.
?Y aburrido? No, no me considero aburrido. De puertas adentro, con los m¨¢s cercanos no soy aburrido. Bueno, en rueda de prensa igual s¨ª, pero con mi gente no creo que sea aburrido. Pesado, tozudo y mani¨¢tico s¨ª, pero no creo que sea aburrido. A mi manera, claro.
?Usted marc¨® el gol del Mundial por cabezota? Igual. Si no fuera cabezota no me hubiera curado de la lesi¨®n. Quer¨ªa jugar el Mundial y lo consegu¨ª. Soy muy tenaz. Soy muy cuadriculado. Y obediente. Sobre todo, muy tenaz.
?Llorabas mucho? No. No recuerdo llorar. Hab¨ªa d¨ªas que solo quer¨ªa irme a dormir, para descansar.
¡°Andr¨¦s es lo que se ve, es transparente. Lo que no se ve, lo sufre por dentro. Se lo come todo, todo. Es algo que le viene de familia. Sobre todo de mi abuela materna¡±.?Maribel, su hermana.
Alguien le compar¨® con la vid, que da frutos de piedra y arcilla. Usted saca un pase de donde no hay, rodeado de siete rivales, sali¨® adelante en La Masia entre l¨¢grimas¡ Puede ser, no es mala la comparaci¨®n. Tengo valores muy de la tierra, del campo.
Y como padre, ?de qu¨¦ onda va? ?Es m¨¢s f¨¢cil encarar defensas? ?Mucho m¨¢s! Como padre pensaba que ser¨ªa de una manera y soy de otra. Dices: ¡°Cuando tenga hijos har¨¦ esto y lo otro¡±, te crees que lo vas a tener todo controlado y al final, nada. Ser padre es m¨¢s complicado que jugar contra el Madrid. Lo del cl¨¢sico dura 90 minutos, pero, t¨ªo, esto es para toda la vida y nunca sabes si lo est¨¢s haciendo bien. Lo del f¨²tbol lo tienes m¨¢s claro. En casa no dan tregua, pero es divertido.
?Y como marido? No s¨¦, ?pregunta a mi esposa! Creo que soy detallista. La mimo. Creo que soy bastante rom¨¢ntico, ya sabes. Trato de estar muy pendiente de ella. Y ella tambi¨¦n es as¨ª. Me cuida mucho. La conoc¨ª por casualidad y agradezco cada d¨ªa el hecho de haberme encontrado con Anna.
Dice Guardiola que usted juega al f¨²tbol de puntillas. ?En casa con los ni?os pasa de puntillas? No, en casa no te escaqueas, con dos no hay manera. Hay d¨ªas que piensas: ¡°?Pero no se ir¨¢n a dormir nunca?¡± Hombre, con la ni?era todo es paz y tranquilidad, pero el peque?o es que no para, tienes que verlo. ?No para!
?Los rega?a mucho? Menos de lo que deber¨ªa, pero alguna bronca cae. S¨ª, alguna les cae, ya te digo.
¡°Es imposible darle una patada. A menudo, porque no lo pillas. Pero hay ocasiones en que puedes elegir entre arrearle un buen palo, una buena hostia o dejarle ir y al final no le das. Y no le das porque es Andr¨¦s¡±.?Sergio Ramos.
Habla de Andr¨¦s, su hijo nonato, como si lo tuviera muy presente. Es que yo lo vi. Era un feto, pero yo lo vi. La madre no estaba para verlo, pobre, bastante ten¨ªa, pero yo s¨ª. Fue una experiencia dura, pero le siento muy cerca, forma parte de nosotros.
?D¨®nde se imagina en 10 a?os? No hago muchos planes de futuro. Todo cambia en nada. De lo que imaginas a lo que pasa¡, mejor no hacer planes.
?Ha empezado la cosecha en La Anchuela? S¨ª, ayer. Fuentealbilla es un traj¨ªn de tractores. Ya sabe¡ Est¨¢ bonito el pueblo.
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