Todo lo que he aprendido comiendo de la basura (Cap¨ªtulo final)
En Europa se tira un total de 179 kilos por persona al a?o y solo el 20,5% de los supermercados entregan los alimentos que van a desechar a ONG. ?Es realmente una utop¨ªa no desperdiciar la comida?
VIERNES
Al pasar por un Rodilla del centro de Madrid, entro a preguntar si me guardar¨ªan las sobras de hoy para esta noche. Me dicen que no hay sobras. ?C¨®mo? ?No os sobra comida? ¡°No, aqu¨ª hacemos las cosas seg¨²n la demanda. No se tira nada¡± me responde un veintea?ero guap¨ªsimo. Una compa?era suya interviene y me pregunta si necesito comida. Le digo que s¨®lo quiero desperdicios, que no quiero ocasionar gastos, sino aprovechar alimentos. Me dice que si quiero, ella me ¡°saca¡± un par de s¨¢ndwiches para que coma. Pero que es bajo su responsabilidad, como cosa suya. Me enternece que la gente sea tan maja y siento ganas de abrazarla, pero le digo que no, que s¨®lo quiero basura. A estas alturas estoy acostumbrada a que me miren raro. Reiteran que aqu¨ª no se genera basura alimentaria.
En Europa el 42%, de los alimentos acaban en el contenedor
Ya en casa me pongo en contacto con Rodilla. Me dicen que me llaman en un rato. Veo en Facebook que una amiga se queja:
¡°Que en un restaurante con men¨² buffet no te quieran dar para llevar lo que te sobre de los 5 platos que te puedes pedir y, lo peor, te quieran penalizar con 2€ por plato que no te comas y al pedir la carta de reclamaci¨®n te obliguen a irte, literal, es lo que te va a pasar si vas al Sumo Japanese Fusion Food que han abierto hace poco en Gran V¨ªa. Lo mejor, mi amiga a cuadros dici¨¦ndole a la se?ora de la mesa de al lado que nos estaban echando. Ver para creer¡±
Pienso que es un error no dejar que la gente se lleve sus propias sobras; pero tambi¨¦n estoy a favor de penalizar el hecho de tirar comida. Y no estamos lo suficientemente concienciados todav¨ªa. Tal vez fuera necesario implantar de forma normativa una multa simb¨®lica por tirar comida.
Tal vez fuera necesario implantar de forma normativa una multa simb¨®lica por tirar comida
Me llama por tel¨¦fono ?ngel Fern¨¢ndez, director de desarrollo de negocio y marketing del grupo Rodilla. Su discurso concuerda con lo que me han contado los trabajadores. Me explica que tienen un sistema de elaboraci¨®n artesanal, que garantiza una gesti¨®n eficaz sin desperdiciar productos. Al final del d¨ªa -me dice- no queda nada preparado y s¨®lo se funciona bajo petici¨®n. Ya sea un croissant o un s¨¢ndwich, se prepara al momento. Tambi¨¦n me explica que ¡°lo que sobra, que puede ser el 0,5%, se dona a comedores sociales de Madrid, con los que llegamos a un acuerdo en su d¨ªa: los productos se refrigeran y los responsables de los comedores se pasan por nuestras tiendas, firman un documento y se les da estas sobras, pero es muy poco. Y tambi¨¦n firmamos un acuerdo con el Banco de Alimentos a quien aportamos materias primas con caducidad pr¨®xima. No podemos hacer m¨¢s. Pero de verdad que esto desde hace mucho es una prioridad para nosotros. Una gesti¨®n eficaz, nos interesa a todos: No queremos desperdiciar comida, y queremos aprovechar al m¨¢ximo nuestros recursos¡±.
Por la noche recojo basura de un Carrefour del centro. Hay un chico con un candado al cuello y un acento raro. Me dice que viene de Barcelona -aunque es evidente que tampoco es de all¨ª-, y que se quedar¨¢ aqu¨ª unos d¨ªas. Me cuenta que en Barcelona los supermercados no sacan la basura fuera, y me pregunta en qu¨¦ m¨¢s sitios y a qu¨¦ horas debe ir a por comida. Se va cargado de productos. Le ofrezco una bolsa de tela que llevo siempre en el bolso. Me dice que no hace falta, que est¨¢ viviendo ah¨ª cerca. (Estamos en la zona de Arg¨¹elles, Madrid). Se va con un mont¨®n de alimentos entre los brazos. Se me ha olvidado preguntarle de d¨®nde es. Me siento ya una experta del freeganismo.
S?BADO
Nunca he tenido la nevera tan llena. Tengo sushi, jud¨ªas, salmorejo, guacamole, pizza, pan de pasas, muffins¡ Muchas cosas oficialmente caducadas, pero t¨¦cnicamente comestibles. Desayuno y como con productos de primeras calidades, a los que no estoy muy acostumbrada.
Una medida infalible es el calor: cocinar, fre¨ªr, cocer o calentar, elimina cualquier peligro
No temo que me sienten mal. Tal y como me ense?aron Paula y Paloma, la caducidad de los alimentos es un mero tr¨¢mite legal. Ellas me explicaron: ¡°En realidad estamos muy pendientes de la caducidad y el consumo preferente, que son conceptos diferentes y que sin embargo se dan como iguales para incentivar el consumo. Por otro lado, Paula ha hecho un estudio sobre bacterias, y nos ha explicado c¨®mo tomar ciertas medidas. Por lo pronto, una medida infalible es el calor: cocinar, fre¨ªr, cocer o calentar, elimina cualquier peligro. Nunca hemos tenido una intoxicaci¨®n o algo que nos haya sentado mal¡±. Por otro lado, a todos nos han sentado mal alimentos en supuesto buen estado en alguna ocasi¨®n ?no?¡±.
Por la tarde noche me voy de ca?as y me salto el freeganismo. Me sorprendo intentando convencer al mundo -bueno, a mis colegas- de las bondades de alimentarse de la basura. Echo mano de los datos que ofrece Comida Basura, una plataforma del colectivo madrile?o ¡°El invernadero de Lavapi¨¦s¡±, en la que dicen que en Europa el 42%, de los alimentos acaban en el contenedor. Y que la Comisi¨®n Europea calcula que en Europa se desechan un total de 179 kilos por persona al a?o. Los supermercados retiran de sus estantes los productos pr¨®ximos a la fecha de caducidad y s¨®lo el 20,5% entrega esos alimentos a ONG o bancos de alimentos. Puede haber exageraci¨®n, tonter¨ªa o postureo, no lo dudo. Pero la realidad se mire como se mire, es bastante m¨¢s pavorosa.
DOMINGO
Tomo una decisi¨®n: Soy freegan, frigana, o como se quiera llamar. Y estas son mis conclusiones:
Los supermercados retiran de sus estantes los productos pr¨®ximos a la fecha de caducidad y s¨®lo el 20,5% entrega esos alimentos a ONG o bancos de alimentos
-Si saco ropa y mobiliario de la basura ?Por qu¨¦ no los alimentos?
-Es una cuesti¨®n ¨¦tica y personal. Aprovechar los recursos al m¨¢ximo despilfarrando lo m¨ªnimo.
-No es una cuesti¨®n monetaria.
-Una dieta freegana puede ser perfectamente saludable y variada.
-La fecha de caducidad de los alimentos me parece ahora una mera advertencia, nada m¨¢s.
-Puedo llevar una dieta mixta: freegana y convencional.
-Nunca he tenido la despensa tan llena.
-Mi responsabilidad como consumidora incluye no despilfarrar, pero tambi¨¦n compartir y participar aunque sea de una forma muy tangencial del activismo con respecto al consumo.
-Esto es ya un no parar. Lo s¨¦ y me doy hasta miedo de pensar c¨®mo puedo acabar.
-La decisi¨®n ya la he tomado. Ahora quiero compartir mi comida, no solo con mis hijos. Y tambi¨¦n toda la teor¨ªa anti-despilfarro. Con todo el mundo.
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