Oprah Winfrey, la reina del ¡®show¡¯
¡°Echo de menos hablar a 10 millones de personas. Las redes son otra cosa¡±, se queja
Si hay alguien que lo tiene todo, esa es Oprah Winfrey. M¨¢s que una mujer es un imperio, acostumbrada a contar con millones de seguidores a los que hace sentir como si fueran amigos. Una de las personas m¨¢s influyentes y poderosas de Estados Unidos, sin importar sexo o color. Una dinamo de energ¨ªa siempre cambiante: actriz, presentadora, empresaria, al frente de una revista, de un magazine televisivo o de su propio canal. Tambi¨¦n tiene productora propia y lo que ella llama su legado, un colegio para se?oritas en Sud¨¢frica, entre otras de sus muchas obras sociales.
Oprah se r¨ªe a grandes carcajadas a la hora de comenzar esta entrevista. No da la oportunidad de preguntar qu¨¦ le falta a alguien que lo tiene todo. Ella se adelanta. ¡°Saber decir adi¨®s. Aprender a despegarme de las cosas¡±, confiesa. ¡°Llevo tantos a?os siendo la Oprah de El show de Oprah que yo tambi¨¦n me pregunto qui¨¦n soy sin ¨¦l¡±, a?ade tan r¨¢pida al preguntar como al responder.
Han sido 25 a?os de un programa que hizo de ella quien es hoy. Fue su verdadero amor, admite quien nunca se comprometi¨® en otro tipo de relaci¨®n. Su vida eran los estudios Harpo, en Chicago, donde rodaba el programa. Incluso as¨ª fue capaz de mirar adelante y cerrar ese cap¨ªtulo de su vida.
¡ª ?Lo echa de menos?
¡ª ?Seguro! Esa plataforma, esa capacidad de poder hablar a la vez a 10 millones de personas en todo el mundo. Ni la inmediatez de las redes sociales es igual.
¡ª ?Y ahora qu¨¦?
¡ª Soy una mujer que sigue utilizando su voz para ayudar a mejorar este planeta con cualquier m¨¦todo que tenga a mano, tuits, revista, programas, pel¨ªculas, con mis hijas [como llama a quienes asisten a su escuela].
Hay m¨¢s cosas que definen a esta mujer de 62 a?os. Por ejemplo, nunca pide favores. ¡°Uno pide algo y lo siguiente, te piden la luna. No bromeo¡±, a?ade con experiencia. Amigos tiene los justos. Tres, cuatro. Quiz¨¢ cinco, pero para de contar, dice quien los goza a miles. Entre ellos, la directora Ava DuVernay a quien produjo Selma, con la que se ha embarcado en la serie Queen Sugar y con quien trabajar¨¢ como actriz en A Wrinkle in Time, la primera gran producci¨®n de Hollywood dirigida por una mujer negra. Sus amigos son su ¡°gabinete¡±, a los que consulta porque le dicen la verdad. ¡°Como me dijo el millonario Henry Kravis, ni los hombres ricos ni las chicas bonitas escuchan las verdades. Afortunadamente yo no soy ni lo uno ni lo otro¡±, parafrasea con humor.
Winfrey habla muy a las claras. Especialmente en cuesti¨®n de temas raciales. Apuesta por el di¨¢logo, el conocimiento y la historia como aliado contra el racismo y la desigualdad en un a?o en el que las tensiones van en aumento. ¡°No es que estemos dando marcha atr¨¢s, es que ahora podemos rodar v¨ªdeos para que todos lo vean¡±, asegura esta vez desafiante ante los ¨²ltimos incidentes policiales.
Nacida en el Misisipi de los cincuenta fruto de una noche entre una criada y un soldado, sus comienzos fueron extraordinariamente dif¨ªciles y sus sue?os, igualmente grandes. Ambos marcaron su vida. Sin cuarto de ba?o en la casa en la que se cri¨®, Winfrey se r¨ªe recordando esa ba?era de ¨®nice tra¨ªda de Italia con la forma de su cuerpo que instal¨® en su mansi¨®n y de la que nunca se quiso desprender. Y despu¨¦s de crecer de casa en casa ahora es due?a del suelo que pisa, con m¨²ltiples propiedades en Chicago, Montecito (California) o Maui, entre otras. Y explica: ¡°Porque una chica puede comprar muchos zapatos pero la tierra es un bien limitado¡±.
Lo que no lleva nada bien es el fracaso y la trayectoria poco brillante de su cadena de televisi¨®n OWN le da que pensar. ¡°Digamos que no estoy acostumbrada al fracaso pero en la lucha prefiero ver una oportunidad. No me puedo imaginar que una joven negra salida del apartheid en Misisipi haya llegado tan lejos para fracasar ahora¡±, incide guerrera.
Oprah no siempre tuvo raz¨®n. Incluso en su momento de mayor gloria se meti¨® en l¨ªos por cosas que dijo y su club de lectura encumbr¨® un libro que result¨® ser una patra?a. Nadie es perfecto y la mujer que hizo saltar a Tom Cruise de alegr¨ªa en su sof¨¢ lo sabe. De ah¨ª lo poco que le ha asombrado el ya llamado ¡°divorcio del a?o¡±, el protagonizado por Brad Pitt y Angelina Jolie. ¡°Lo siento por ellos porque s¨¦ el circo en lo que esto se convierte. Eran lo que se dice la pareja perfecta. Pero en El show de Oprah he visto que la perfecci¨®n no existe. De puertas adentro todos tenemos nuestra historia¡±.
El arte de crear un imperio
Oprah Winfrey es la magnate del mundo de la comunicaci¨®n. Ha levantado un imperio con su intuici¨®n como mejor consejera. Es la prueba viviente de que el sue?o americano existe y que basta con poseer una dosis alta de simpat¨ªa y una visi¨®n clara de los negocios para lograr el ¨¦xito absoluto. Oprah es una empresaria nata ¡ªsu fortuna supera 2.500 millones de euros seg¨²n Forbes¡ª, que desde que alcanz¨® la fama mundial a finales de la d¨¦cada de los ochenta no ha hecho m¨¢s que crear de su nombre una marca. Primero fund¨® Harpo Studios, su propia productora. Pero no fue hasta 1999, a?o en que cre¨® Oxygen Media ¡ªuna empresa dedicada a producir programas para la televisi¨®n privada e Internet¡ª, que realmente se convirti¨® en la due?a y se?ora de la televisi¨®n estadounidense. Un a?o despu¨¦s lanz¨® su propia revista O: The Oprah Magazine, en 2011 abri¨® OWNsu propio canal de televisi¨®n y este a?o su sello editorial.
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