La buena nueva
Colombia pone fin al conflicto con la guerrilla de las FARC tras 52 a?os y 267.000 muertos
?Dec¨ªa a principios de verano el escritor H¨¦ctor Abad Faciolince que, en un mundo lleno de malas noticias, Colombia es la buena noticia. Esta semana la frase puede hacerse m¨¢s cierta que nunca. El pasado lunes, el Gobierno de Juan Manuel Santos firm¨® el fin del conflicto con la guerrilla de las FARC. Cincuenta y dos a?os y 267.000 muertos despu¨¦s. Parad¨®jicamente, Santos comenz¨® y terminar¨¢ este proceso como un l¨ªder d¨¦bil. Probablemente, es por eso que decidi¨® convocar un refer¨¦ndum para ratificar los acuerdos. La votaci¨®n tendr¨¢ lugar este domingo, y aunque todas las encuestas apuntan a una clara victoria del s¨ª,no ser¨ªa esta la primera vez en los ¨²ltimos meses que un voto popular pensado para consolidar a quien lo convoca acaba destruy¨¦ndolo. Adem¨¢s, un resultado demasiado ajustado, o con poca participaci¨®n, alimentar¨ªa a la oposici¨®n.
Encabez¨¢ndola se encuentra un expresidente, ?lvaro Uribe, que anda encerrado en su propio dilema. El mejor argumento para ganar el plebiscito era negar la mayor: afirmar que las FARC son un grupo criminal, que perdi¨® en el camino sus antiguos objetivos pol¨ªticos, y por tanto no procede acordar nada con ellas. Sin embargo, al uribismo le conviene que las FARC sean vistas como un peligro real en las urnas, como el extremo pol¨ªtico contrario al que ellos representan. La polarizaci¨®n es su ¨²nica v¨ªa al poder, una estrategia que es cada vez m¨¢s habitual en cualquier lugar del mundo. As¨ª que Uribe se ve obligado a dar entidad de competidor a la guerrilla, asumiendo con ello que su batalla real no es el refer¨¦ndum, sino la implementaci¨®n posterior de los acuerdos. Para que los suyos ganen, el pa¨ªs debe perder.
Escuch¨¦ el otro d¨ªa en Bogot¨¢ que ¡°la guerra ha dado de comer a mucha gente¡±. El reto para el Gobierno y sus aliados es que la paz alimente a m¨¢s todav¨ªa, y con mejores esperanzas: v¨ªctimas, soldados rasos de uno y otro bando, clases bajas urbanas, y las apartadas zonas rurales, aut¨¦ntico nudo del conflicto: es en la propiedad de la tierra donde empez¨® todo, y donde deber¨ªa terminar. Ojal¨¢ que en un par de a?os Colombia siga siendo la buena noticia del mundo. @jorgegalindo
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